Esquerra Republicana (ERC) se mantiene por el momento en el ‘no’ a la investidura de Pedro Sánchez, tras la primera reunión mantenida con el PSOE. El próximo contacto entre ambas formaciones se producirá el martes.
Ambas delegaciones, encabezadas respectivamente por la socialista Adriana Lastra y el independentista Gabriel Rufián, se han emplazado a un nuevo encuentro en el Congreso la tarde del próximo martes 3 de diciembre, aprovechando que por la mañana se constituyen las Cámaras elegidas en los comicios del pasado 10 de noviembre.
ERC RECONOCE UN PUNTO DE PARTIDA CLARO
En su comunicado, ERC alega que los dos partidos «han establecido un punto de partida común al constatar la necesidad de abordar políticamente un conflicto que es, esencialmente, de naturaleza política».
Eso sí, aunque «los diagnósticos de las partes no son coincidentes», ERC asegura compartir con el PSOE «la necesidad de poder retomar la vía del diálogo entre partidos e instituciones, así como implicar en ésta a la sociedad civil». «Un diálogo que debe ser abierto y sincero», precisa.
Además, los negociadores de Esquerra Republicana han trasladado al equipo del PSOE que «la solución democrática para Cataluña pasa por una mesa de negociación que se fundamenta en cuatro pilares: Que sea entre gobiernos, sin apriorismos ni temas vetados, con calendario y con garantías de cumplimiento».
En su comunicado, los socialistas reconocen la existencia de un «conflicto político» en Cataluña y abogan por encauzarlo «desde el diálogo y el entendimiento institucional».
Es la única mención a la crisis en Cataluña que hacen los socialistas, que evitan aclarar si aceptan o no establecer esa mesa de negociación sin límites entre los dos Gobiernos que exige ERC. Hasta la fecha, en sus declaraciones públicas, el Ejecutivo de Pedro Sánchez se niega a hablar del referéndum de autodeterminación o la amnistía de los presos del ‘procés’.
Los socialistas definen la reunión de este jueves como una «primera aproximación» en la que han constatado la existencia de «diferencias», pero también de «puntos de encuentro». En todo caso, señalan, hay una «voluntad compartida de diálogo» para «desencallar la formación de Gobierno y asegurar la estabilidad política necesaria» que permita afrontar los retos por delante.
Entre esos desafíos, los socialistas citan, por este orden, la «agenda de derechos sociales, recuperación de derechos civiles y laborales cercenados por los Gobiernos del Partido Popular, la situación industrial en Cataluña y en el conjunto de España, en particular el sector de la automoción». Y en último lugar, se refieren al «conflicto político» en Cataluña.
Para los socialistas el encuentro ha transcurrido en un «ambiente de diálogo constructivo y con voluntad de entendimiento, en un primer paso para sacar al país de la situación de bloqueo en la que se encuentra en este momento y dar a España el Gobierno progresista que han elegido los ciudadanos».
Fuentes socialistas han confirmado a Europa Press que en la reunión se ha podido constatar un «buen feeling» entre las dos delegaciones como prueba el hecho de que vayan a encontrarse de nuevo la semana próxima.
LA DISCRECIÓN DE LAS DELEGACIONES
Los miembros de las dos delegaciones han esquivado a los medios de comunicación cuando han abandonado el lugar de la cita. Uno de los primeros en salir, justo en el momento en que se estaban difundiendo los comunicado, fue el jefe de la delegación catalana, el diputado Gabriel Rufián, quien había reservado un taxi en la Carrera de San Jerónimo, que tomó sin hacer declaración alguna, pero jaleado por algunos transeúntes que pasaban en ese momento por la calle.
Minutos después, salieron del edificio Ampliación del Congreso de los Diputados la jefa de la delegación socialista, Adriana Lastra y el ministro de Fomento y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos. Ambos subieron en sus respectivos coches oficiales.
Uno de los últimos en salir ha sido el secretario de Organización del PSC, Salvador Illa, que ha abandonado la Carrera San Jerónimo andando, pero sin hacer declaraciones tampoco a la prensa.
Todos ellos salieron del edificio del Congreso al filo de las 21.00 horas, casi una hora y media después de que terminase la reunión, lo que indica que en ese periodo de tiempo las dos delegaciones estuvieron preparando sus respectivos comunicados.