El PSC de Salvador Illa no ceja en su empeño de conseguir un importante cargo en el Gobierno y Parlament de Cataluña dos semanas después de las elecciones del 14-F, pese a carecer de los apoyos necesarios.
Los socialistas, con 33 escaños, cuentan sólo con los ocho diputados de los ‘comuns’, y podría sumar los tres del Partido Popular de Cataluña y los seis de Ciudadanos, para un total de 50. El resto de partidos, del bloque independentista, suman un total de 74 escaños. Las once sillas restantes son de Vox, cuyos votos no son decisivos en estas votaciones.
Los números no dan ni para lograr una investidura ni tampoco para alcanzar la presidencia de la Cámara catalana si prosperan las negociaciones entre ERC, Junts y la CUP. Y es que, la situación del PSC es peor que la cosechada por Ciudadanos en 2017. En la pasada legislatura, los ‘naranjas‘ sumaron 36 escaños, junto los 17 de los socialistas y los cuatro del PPC, siete diputados más de los que tienen ahora los socialistas.
CS SE QUEDÓ CON LA VICEPRESIDENCIA
«Si los ‘comuns’ hubieran decidido dar su apoyo, José María Espejo (Cs) habría sido el presidente del Parlament frente a Roger Torrent», recuerdan fuentes parlamentarias consultadas por MONCLOA.com. En el inicio de esa legislatura, la bancada independentista tenía ausencias, como las de Carles Puigdemont, Jordi Sánchez, Raül Romeva y Oriol Junqueras, entre otros políticos presos que fueron condenados años después. Con la abstención de la formación morada, Torrent fue designado presidente de la Mesa.
Si el independentismo lograra la presidencia, un hecho que aún está por ver ante la ofensiva de la CUP contra JxCat, el candidato Illa tendría muy complicada la investidura. Según el reglamento, el presidente de la Mesa tiene la potestad para rechazar la propuesta de un candidato, motivo por el Inés Arrimadas no presentó su candidatura para presidir la Generalitat, un hecho que es visto en Cataluña como una falta de valentía y que generó frustración entre sus filas.
En comparación, Illa mantiene intacto su mensaje para presidir la Generalitat, una vía que podría generar una mayor frustración pese haber ganado las elecciones. «Es razonable que el partido que ha ganado las elecciones presida la Cámara», ha asegurado Illa. Sin embargo, en las últimas legislaturas no ha sucedido por el pacto no escrito entre ERC y JxCat, que se han repartido la presidencia del Parlament y de la Generalitat.
EL PARTIDO MÁS VOTADO, SIN PRESIDENCIA EN EL PARLAMENT
Tras estas elecciones del 14-F, incluso puede que la quinta fuerza, CUP, pueda alzarse con la presidencia de la Mesa si así lo deciden sus bases ya que sus votos son decisivos. El candidato socialista cree que una «mujer de izquierdas» debe presidir el Parlament y ayudar a abrir un «nuevo tiempo político».
La apuesta por Granados tiene varias lecturas. La primera, atar en corto a los independentistas e impedir debates que enfrenten al Estado de Derecho; la segunda se centra en un mensaje claro a los electores de Ciudadanos tras lo vivido en 2017; y una tercera basada en la frustración del «quiero y no puedo«, difícilmente gestionable en política cuando los números son los que son.
El PSC, además, se negó a apoyar a Arrimadas para presidir el Govern. La formación ‘naranja’ debate en su seno interno ahora si apoyarán al candidato socialista.
Las críticas a esta propuesta no se han hecho esperar. La vicepresidenta de JxCat, Elsa Artadi, ha criticado al PSC por optar por una «estrategia propagandística». «No sé si es un problema de sumas y restas o que no nos explican de dónde piensan obtener los apoyos», ha apuntado.
ASÍ SERÁ LA VOTACIÓN EN LA MESA DEL PARLAMENT
Para escoger a los siete miembros de la Mesa del Parlament los diputados realizan tres votaciones. Una para el presidente; otra para las dos vicepresidentes; y una tercera para los cuatro secretarios. La votación es individual y secreta, y se depositan los tres votos.
Para escoger al presidente, cada diputado escribe un único nombre en la papeleta y se realiza la votación. El ganador tendrá que ser escogido por mayoría absoluta. En caso de no alcanzarla, se realiza una segunda votación pero únicamente entre los dos diputados con mayor número de votos, y gana quien obtenga mayoría simple. En caso de empate, se debe repetir la votación. Si se mantiene en el empate en la cuarta votación, el candidato del grupo parlamentario con más diputados ocupará la plaza.
En la segunda votación se designa las dos vicepresidencias. Cada diputado escribe de nuevo un solo nombre en cada papeleta. Los dos diputados con mayor voto y por orden serán vicepresidente primero y segundo, respectivamente. De esta forma se escogerán también las cuatro secretarías de la mesa.