La Policía Nacional ha detenido a 26 grafiteros por 50 acciones delictivas de daños producidos valorados en 500.000 euros en trenes y autobuses públicos provocados aprovechando el temporal Filomena, ha informado la Jefatura Superior de la Policía de Madrid en una nota de prensa.
Las indagaciones se iniciaron a principios de enero, cuando los agentes tuvieron conocimiento de los daños producidos en treinta autobuses de la Empresa Municipal de Transportes y que posteriormente fueron relacionados con otros desperfectos producidos en diferentes convoyes de Cercanías-Renfe y Metro de Madrid, por lo que se creó un equipo de investigación conjunto con agentes de varios grupos operativos de la Brigada Móvil-Policía en el Transporte.
Para realizar estos actos, los presuntos autores aprovecharon la inmovilización de algunos autobuses que quedaron dispersados por varios puntos de la ciudad debido a la borrasca Filomena, realizando grafitis sobre varios de ellos y ocasionando daños tanto en puertas de acceso como en las lunas.
Los daños ocasionados en los trenes de Cercanías fueron realizados sabiendo el gran número de convoyes que tuvieron que ser trasladados a las cocheras hasta que arreció el temporal. Los ataques consistieron en pintadas de diversa índole y ‘tags’ en los vagones que llegaron a alcanzar superficies de 373 metros cuadrados.
En el caso de los vagones del suburbano dañados, los presuntos autores realizaron las pintadas accediendo a convoyes estacionados tras forzar las rejillas que comunican los conductos de ventilación con las vías de circulación y en una de las ocasiones accionando los frenos de emergencia en un punto del recorrido aprovechando la parada para realizar los grafitis.
Los medios de transporte en algunos casos fueron pintados casi en la totalidad de su superficie lo que generó daños graves, debido a los elevados costes de reparación, llegando a ocasionar en uno de los trenes casi 130.000 euros de desperfectos.
Una de las líneas de investigación se basó en el análisis de los ‘tags’, firmas simples con el nombre de los autores, con las que buscan fama y reconocimiento, y que permiten identificar las pintadas y relacionarlas con su autor.
Varios de los arrestados publicitaron los daños que ocasionaban en sus cuentas de redes sociales, llegando uno de ellos a grabarse, tras acceder por la fuerza a un autobús, simulando ser el conductor que expedía billetes de viaje a otros de los implicados en los daños.
Las detenciones se realizaron a lo largo de dos semanas, practicándose algunas de ellas de manera simultánea por la estrecha relación entre varios de los presuntos implicados, imputándoles un total de cincuenta delitos por daños que superan los 500.000 euros.