La Audiencia de Teruel ha condenado a dos hermanos de Pozondón, Pedro e Isabel Blasco Yusta, acusados de dar muerte a su madre y emparedarla después, a 16 y 8 años de prisión, respectivamente. El hombre ha sido condenado como autor de un delito de asesinato y su hermana como cómplice. Para ambos se reconoce la agravante de parentesco y la atenuante por analogía de arrebato u obcecación.
El cuerpo sin vida de la madre, que fue asesinada el 3 de marzo de 2017, fue descubierto en junio de 2019 en el interior de un armario sellado con cemento, y durante ese tiempo los hijos estuvieron cobrando su pensión.
A ello se suman las penas como autores de un delito de fraude a la Seguridad Social, por el que son condenados a seis meses de prisión, cada uno de ellos, y a la pérdida del derecho a obtener subvenciones o gozar de beneficio fiscales o de la Seguridad Social por tiempo de tres años.
Ambos deberán indemnizar conjuntamente a Bankia con 30.755,67 euros como responsable civil subsidiario que hizo efectivo el importe al perjudicado.
El juicio contra Pedro e Isabel Blasco se celebró con jurado el pasado 18 de febrero, y los miembros del tribunal popular emitieron un veredicto de culpabilidad.
La sentencia, hecha pública hoy, considera como hechos probados que los hermanos vivían con su madre Ángela, de 87 años, en la vivienda familiar de la localidad turolense de Pozondón. La octogenaria padecía ceguera, Alzheimer, y tenía limitada su movilidad, siendo su hija la que se encargaba de sus cuidados.
A la vista de que en los últimos meses el trabajo de cuidado de Ángela se había hecho más penoso y las molestias permanentes, el acusado decidió que lo mejor sería acabar con la vida de su madre, comentándoselo a su hermana Isabel.
El día 3 de marzo de 2017, Ángela pasó toda la tarde especialmente alterada, teniendo que darle cuatro pastillas de ‘dormidina’ para que pudiera dormirse, cosa que hizo sobre las 22.00 horas; a las 23.15 horas comenzó de nuevo a gritar y reclamar atención, poniéndose Pedro e Isabel muy nerviosos y exaltados ya que madre no se callaba, según consta en los hechos probados.
Pedro le dijo a su hermana que «iba a hacerlo» y subió a la habitación donde dormía su madre y le puso la almohada en la cara hasta que dejó de respirar, causándole de esta forma la muerte sin que Ángela pudiera ejercer defensa alguna fruto de su estado.
Isabel conocía la intención de su hermano y se quedó en la planta baja de la vivienda hasta que fue avisada por Pedro de que ya estaba todo hecho y que subiera para ayudarle a esconder el cuerpo de la finada en el armario de la habitación.
Días después, prosigue el relato de lo ocurrido, intentaron quemar el cuerpo, sin conseguirlo ante el riesgo de incendiar la vivienda, por lo que decidieron sellar el armario con cemento.
Los acusados no comunicaron al INSS el fallecimiento de su madre, recibiendo mensualmente su pensión en la cuenta de Bankia que la finada tenía con Pedro. Desde marzo del 2017 hasta el mes de junio de 2019 la Seguridad Social desembolsó en concepto de pensiones la suma de 30.755,67.
Tras gestiones policiales, el día 19 de junio de 2019 los dos hermanos reconocieron que su madre se encontraba muerta y su cuerpo en un armario. Ingresaron en prisión dos días después.