La ministra de Defensa y ahora temporalmente de Exteriores, Margarita Robles, sigue en la cuerda floja. El hecho de que ahora ostente dos carteras ministeriales consideradas de Estado no significa que vaya a continuar sentada en el Consejo de Ministros en la próxima legislatura (siempre que Pedro Sánchez consiga articular una mayoría suficiente para ser investido presidente del Gobierno). Su nombramiento es protocolario. No porque Sánchez haya confiado en ella. Fuentes del PSOE insisten en que Robles no continuará en el nuevo Ejecutivo de coalición con Unidas Podemos.
Todo tiene un protocolo. Y un orden. Si un ministro abandona su puesto, como es el caso de Josep Borrell, que deja Exteriores para ejercer de alto representante para la Política Exterior de la Unión Europea (UE) a partir de este domingo, quien pasa a ocupar su puesto de forma temporal es el siguiente ministerio en función del orden de creación. El primero en la orden de precedencia de ministerios es Exteriores, que fue creado en 1705. Justicia y Defensa fueron creados en 1714. Estos dos últimos Ministerios son del mismo año. La opción de que Dolores Delgado, titular de Justicia, fuera la sustituta, habría quedado empañada por su polémica relación con el excomisario José Manuel Villarejo.
Sánchez no contará con Delgado para el próximo Gobierno. Y Robles está en la cuerda floja, ya que la ministra de Defensa está buscando desde hace tiempo dónde continuar con su futuro profesional, que no pasará ni por otro ministerio ni por la presidencia del Tribunal Supremo. Este repentino nombramiento temporal parece haber sido interpretado por muchos como un guiño de Sánchez a la que todavía ostenta la cartera de Defensa. Pero según las fuentes a las que ha tenido acceso MONCLOA.COM esto no es así. Robles sigue en la lista negra y no continuará sentada en el Consejo de Ministros.
Que ahora Robles esté al frente de dos ministerios de Estado no es más que una decisión protocolaria. De no ser ella, el siguiente en la lista habría sido Fernando Grande-Marlaska. Y si no, José Luis Ábalos. Y suma y sigue. Todo tiene un orden y un protocolo. Pero las cosas no han cambiado demasiado para Robles.
Cuando se habla de Ministerios de Estado, el orden de creación tiene gran importancia. Los más antiguos son de mayor peso en el Gobierno. Y la autoridad de los ministros también va en función de ello. Es decir, que a mayor antigüedad del ministerio que rigen, más autoridad. Y casualmente el Ministerio más antiguo es el de Exteriores, que acaba de abandonar Borrell para dar el salto a la política europea.
Robles estará al frente de esta cartera poco tiempo. Las negociaciones entre Unidas Podemos y el PSOE están cerradas de cara a una nueva investidura. Y los que tienen la llave de Gobierno, los independentistas (Esquerra Republicana de Catalunya en especial) se reunirán con los socialistas esta semana para determinar si apoyan el Gobierno de coalición. Así que, si Sánchez se muestra flexible con la mesa de negociación con los independentistas, puede que, tal y como han afirmado los socialistas, antes del 2020 España ya tenga un Gobierno que contará con Pablo Iglesias como vicepresidente.
Aunque Robles será relegada del Ministerio tan pronto como encuentren un sustituto o se forme un nuevo Ejecutivo, la ministra de Defensa tendrá oportunidad de ejercer como la titular de esta cartera de Estado. El día 2 de diciembre arranca la Cumbre del Clima que España acoge después de que Chile no haya podido celebrarla por los disturbios que han asolado las calles de Santiago. Donde Margarita Robles no podrá lucirse será el día 3 en la cumbre que la OTAN celebra en Londres, porque el representante del Estado será Sánchez. Y después de esas fechas, todos dentro de Ferraz esperan celebrar la investidura y poner en marcha el nuevo Gobierno.
El PSOE tiene intención de convertir a Sánchez de nuevo en presidente cuanto antes. En diciembre sería una fecha ideal. Si esta semana los socialistas llegan a un acuerdo con los nacionalistas catalanes y ponen en marcha una mesa de negociación entre iguales, la abstención de ERC podría dar el Gobierno a Pedro Sánchez.
La militancia de Unidas Podemos ya ha dado su completo apoyo al acuerdo con Sánchez. Un 97% de las bases de Podemos ha dicho sí a ir con los socialistas a gobernar. Y en Izquierda Unida (IU) el resultado ha sido similar, aunque con una participación realmente baja. Por lo que solo queda determinar su los nacionalistas quieren este Ejecutivo o prefieren rechazarlo.