La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), la Asociación de Enfermería Comunitaria (AEC) y la Federación de Asociaciones de Enfermería Familiar y Comunitaria (FAECAP) han rechazado los llamados «vacunódromos» en polideportivos, parkings de coches, campos de fútbol o en recintos de culto para poder administrar masivamente a toda la población la vacuna contra la Covid-19, y ha pedido que se vacune en los servicios de Atención Primaria.
A juicio de las organizaciones, este tipo de campañas suponen una inversión innecesaria en la duplicidad de puntos de atención, teniendo en cuenta que en toda España existen ya más de 13.000 dispositivos de Atención Primaria dimensionados para este cometido.
Además, han asegurado que duplicidad comprometería el normal funcionamiento de los centros de salud dado que, del mismo modo como sucedió con los hospitales de campaña, esta medida empujará al traslado de equipos de Atención Primaria hacia estos centros.
Para Medicina y Enfermería Familiar y Comunitaria, la «correcta inversión» debería ir orientada a dotar con recursos humanos suficientes a los centros de salud para poder efectuar esta campaña en lugar de realizar cuantiosas inversiones para convertir en un espacio para actos sanitarios recintos diseñados para otro fin.
Al mismo tiempo, los profesionales de Atención Primaria han detallado que llevar a cabo la campaña desde los centros de salud supone contar con las «ventajas» de un espacio diseñado y habilitado para realizar actos sanitarios, con mayores garantías que una plaza de toros o un campo de fútbol.
«Otra ventaja que tiene la Atención Primaria es la natural capacidad que tienen los equipos de Atención Primaria Salud para desplazarse a los domicilios de personas con movilidad reducida o enfermos con dependencia, a los que atienden regularmente de manera continuada. Pero no solo de infraestructuras y personal se trata, los centros de salud cuentan además con los mecanismos de gestión de consulta integrados que, por ejemplo, se activan con cada campaña de la gripe para realizar la administración de las vacunas anuales», han argumentado.
Por otra parte, las tres sociedades entienden que sí hay algunos casos en los que es viable habilitar otros servicios para la administración de vacunas. Este sería el caso de personas de alto riesgo, por lo general pacientes inmunodeprimidos, para los que se ha propuesto la activación de Servicios de medicina preventiva hospitalaria para poder administrar la vacuna.
Para estas sociedades, la suma entre los espacios de Atención Primaria, el reajuste de personal y la capacidad de gestión de domicilios permitirían asumir la campaña de vacunación a toda la población con garantías de éxito, tan pronto como se disponga de las vacunas necesarias.
Por este motivo, han destacado la necesidad de anticiparse y planificar, entendiendo que la campaña de vacunación no se ha de realizar un solo día, sino que va a haber un periodo de vacunación, motivado por la distribución de las vacunas.
«La gestión de la Atención Primaria durante el último año de pandemia se ha caracterizado por una falta de planificación de la que además se le ha excluido sistemáticamente. Los actuales planes para poner en marcha vacunódromos, constituirán un nuevo error respecto al valor que para la prevención y la salud comunitaria tienen los equipos de Atención Primaria en los centros de salud», han apostillado las organizaciones.
Finalmente, han advertido de que la vacunación de la Covid-19 no puede ni debe convertirse en un nuevo instrumento «partidista y oportunista» a los intereses políticos de cada uno de los 17 sistemas de salud existentes. «Por eso se requiere de una planificación homogénea, desde Atención Primaria de Salud, que no excluye las especificidades territoriales pero que garantizarían la equidad en el proceso», han zanjado.