La extrema violencia se ha instalado en Cataluña. La quinta noche de graves disturbios ha terminado con saqueos en la milla de oro de Barcelona, mientras un individuo ha lanzado una bombona de gas contra los agentes de la Comandancia de la Policía Nacional, fuertemente custodiada por los Mossos d’Esquadra.
Los antisistemas, radicales de izquierda y numerosos extranjeros iniciaban la protesta contra la encarcelación de Pablo Hasél con raps y canciones callejeras en la emblemática plaza Universidad de la Ciudad Condal. La tensa calma tan solo duró una hora. Las columnas de Ciutat Vella y Meridiana hacían irrupción en el céntrico lugar con apenas cinco minutos de diferencia. El objetivo principal atacar a la Policía. De hecho, el primer incidente se produjo pocos minutos después de las 20.00 horas. Un grupo de apenas una veintena de exaltados descargó su irá contra un vehículo de la Guardia Urbana con el lanzamiento de piedras, botellas y bolsas de basura. Ni un contenedor para hacer una barrera, ni una triste bolsa para montar la barricada incendiaria.
El grupo continuaba buscando objetivos. «Al Corte Inglés, al Corte Inglés», gritaron, al tiempo que ponían en sobreaviso a la seguridad privada del centro que cerró sus puertas antes de que hubiera lanzamiento de objetos e incluso saqueo.
PETARDOS Y UNA BOMBONA CONTRA LA POLICÍA
Tras una caminata de apenas diez minutos, la masa más numerosa situó el objetivo en la Comandancia de la Policía Nacional, el emblemático fortín de los altercados de octubre de 2019. El ansiado ‘Álamo‘ estaba fuertemente custodiado, no sólo por agentes de la Nacional, sino también por los Mossos, una veintena de furgonetas esperaba a la muchedumbre. Hacia allí y desde Urquinaona se dirigían los exaltados, que bajo la excusa de pedir la libertad de expresión comenzaron a vandalizar toda moto aparcada en Vía Laietana. Apenas se salvó una moto similar a una Harley Davidson, ésta recibió su indulto.
Dentro de este violento grupo se encontraba un elemento que portaba una bombona de gas, que lanzó contra la furgoneta de la Policía Nacional, junto a la pared de la Comandancia. Éste fue el detonante de un movimiento rápido de los Mossos para hacer correr de nuevo hacia Urquinaona a los violentos.
A su paso, algunas de las motos tiradas minutos antes estaban envueltas en llamas. En la esquina de Plaza Catalunya con Paseo de Gracia, los violentos empezaron a tirar botellas y petardos de importante alcance no sólo contra la línea policial, sino también con clientes y trabajadores que se habían refugiado en una de las puertas de El Corte Inglés.
NIKE, VERSACE, TOMMY… LOS SAQUEOS VUELVEN A BARCELONA
Una vez rechazado este primer ataque, la turba decidió trasladar su ira hacia la milla de oro de Barcelona, especialmente la acera impar. No quedó a salvo ninguno de los establecimientos.
Tras varios intentos de rotura y haber sacado algunas de las protecciones metálicas situadas al pie de los árboles del Paseo de Gracia, los violentos rompieron todo escaparate no protegido. Versace, Nike, Tommy Hilfiger, Bijou Brigitte, Hugo Boss, Kenzo, Macson e incluso el cristal blindado de una joyería. Todo con total impunidad.
Los maniquíes de las tiendas han acabado en la acera, algunos de ellos vestidos y con complementos que han intentado arrancar a tirones, para dejar las prendas en el suelo. En la tienda de Nike se han llevado percheros enteros de golpe, aunque eran pocos los que se atrevían a entrar a robar.
Los bancos, blanco habitual en las últimas noches, no se habían preparado para una nueva oleada de violencia. Los escaparates han quedado en el suelo, incluso las puertas de algunas de las entidades, como BBVA.
LOS TRABAJADORES DE GLOVO, OPERATIVOS EN PLENA ZONA CERO
Todo, bajo la atenta mirada de los trabajadores de reparto de comida. Los empleados de Glovo, Deliveroo, Delivery y Uber Eats han llevado pedidos a domicilios situados en plena batalla campal. «Esto es una mierda. Debían haber marcado la zona en rojo«, aseguraba un trabajador a MONCLOA.com. «Esto no vale los tres euros que voy a cobrar por traer la comida», explicaba. «También -apuntaba- la gente particular debe pensar un poco antes de hacer un pedido. Es muy fácil ver los altercados desde el sofá».
Otro de los puntos calientes de esta zona fue la Bolsa de Barcelona. Una gran pira hecha con basura y un contenedor ha dejado inservible la puerta junto a la delegación de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Los altercados se trasladaron después a la zona Gran de Gracia, toda ella residencial. y con contenedores para montar barricadas incendiarias. Sin embargo, los vecinos volvían a ser los héroes y arrojaban agua desde las ventanas, desatando una tormenta de insultos y amenazas de quienes intentaban encender los fuegos.
Los Mossos han realizado varias detenciones, algunas de ellas junto a los comercios saqueados. Los daños al mobiliario público continúan siendo los contenedores y señales, al menos hoy se han respetado las cristaleras de las paradas de autobús. Este sábado la peor parte vuelve a ser para los vecinos de Barcelona.