La Audiencia de Valladolid ha dictado sentencia absolutoria en el caso de un hombre que había sido acusado de maltratar a su compañera sentimental, hasta fracturarle el tabique nasal, así como de agredirla sexualmente en el domicilio que compartían en la ciudad.
El citado varón había sido acusado por el Ministerio Fiscal de un delito de lesiones, un delito continuado de amenazas graves, un delito leve continuado de vejaciones y un delito de agresión sexual con penetración, con la concurrencia de la agravante de parentesco respecto del tercer y último de los delitos, y por los que se exponía a un total de 14 años de prisión, junto con 15 de prohibición de comunicar y aproximarse a la víctima, diez de libertad vigilada, la realización de un cursillo de educación sexual y el pago a la supuesta víctima de 6.250 euros en concepto de lesiones y daños morales.
Sin embargo, el tribunal ha resuelto finalmente absolver al encausado, en consonancia con la petición de su defensa, al encontrarse » ante versiones totalmente contradictorias, sin que la declaración de la denunciante se haya visto corroborada por datos o elementos periféricos que avalen sus manifestaciones», concluye en su sentencia, según la información del Gabinete de Prensa del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.
Los hechos se remontan al 9 de septiembre de 2018 cuando una mujer compareció ante la Comisaría de Policía de Salamanca formulando denuncia en la que hacía constar que mantenía una relación sentimental desde el mes de enero de dicho año con el acusado y que, si bien en un principio la relación era normal, la misma se había ido deteriorando mostrándose el procesado agresivo y ofensivo con ella, a la vez que había proferido contra su persona frases vejatorias o injuriosas.
Incidió en que durante la última parte de su relación había sido objeto de continuas vejaciones, insultos, amenazas y violencia física y sexual, aunque nunca lo había denunciado hasta ese momento.
En concreto, explicó que a principios del mes de agosto de ese año su pareja la agredió fracturándole la nariz, si bien ella no lo denunció por miedo. Relató también que con posterioridad, el día 8 de septiembre, tras proferir amenazas contra ella, el ahora absuelto la forzó a mantener relaciones sexuales en el sofá del domicilio familiar, en Valladolid.
Una vez concluida la agresión, la víctima se encerró en su habitación y dio cuenta de lo ocurrido a una amiga suya, la cual puso a su disposición un vehículo público (UBER) para su traslado a Salamanca, donde fue examinada en el Hospital Clínico Universitario.
La defensa del acusado estimó que los hechos perseguidos no eran constitutivos de infracción penal alguna por parte de su defendido, solicitando, en consecuencia, la libre absolución del mismo, con todos los pronunciamientos favorables y declaración de oficio de las costas del procedimiento, como así ha ocurrido finalmente.