La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha descartado la teoría de que los alimentos alimentos congelados importados desencadenaron el brote inicial de SARS-CoV-2 en Wuhan durante diciembre de 2019, tal y como sugieren las autoridades chinas.
«La idea de importar el virus a China en esos alimentos congelados no es algo que estemos analizando», ha comentado este jueves en rueda de prensa desde Ginebra (Suiza) Peter Ben Embarek, especialista en Seguridad Alimentaria y Enfermedades Animales de la OMS y presidente del equipo de investigación en Wuhan.
Según el experto, el equipo de investigación está centrando sus pesquisas ahora en que «el comercio local de congelados, animales salvajes de granja, que se producen, particularmente en el sur de China», pudo introducir el virus en el mercado de Wuhan. «Eso es una discusión muy diferente en comparación con el comercio internacional», ha precisado.
En rueda de prensa desde Wuhan la semana pasada, Liang Wannian, jefe del panel de expertos COVID-19 del Ministerio de Salud chino, sugerió la posibilidad de que los productos congelados actúen como superficie de transmisión del virus a la población humana o vías de transmisión relacionadas con la alimentación.
Wannian recordó que se han analizado en los últimos meses unas 11.000 muestras de sangre de animales procedentes de 31 provincias chinas y en todos los casos el resultado de los test de COVID-19 ha sido negativo. El experto chino realizó esta argumentación para sugerir que el virus pudo ser importado a China desde otras zonas del mundo, un hecho que Embarek tampoco descartó completamente en esa comparecencia.
«Seguimos trabajando con la hipótesis de que podría haber sido introducido por una persona infectada y que luego se extendiera a otras personas en el mercado. Pero también podría ser a través de la introducción de un producto. Entre los productos más interesantes estaban los animales salvajes de granja congelados. Se sabe que algunas de estas especies son susceptibles a este tipo de virus», pormenorizó Embarek.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, apuntó también la semana pasada, en un encuentro posterior a la rueda de prensa desde Wuhan, que «todas las hipótesis siguen abiertas» sobre el origen del SARS-CoV-2 tras la misión en China. «Se han planteado algunas preguntas sobre si se han descartado algunas hipótesis. Tras hablar con algunos miembros del equipo, quiero confirmar que todas las hipótesis siguen abiertas y requieren más análisis y estudios», detalló.