La coalición se ve con posibilidades. El líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, ya ha iniciado los primeros movimientos para formar su equipo para cuando sea nombrado vicepresidente del Gobierno, siempre que Pedro Sánchez consiga los apoyos necesarios para ser investido. Entre esos pasos, el líder de la formación morada se plantea fichar al presidente de la Agencia EFE, Fernando Garea, para que dirija su equipo de comunicación una vez llegue al ansiado puesto que tanto le ha costado negociar.
Garea ha sido periodista de importantes periódicos como El País o El Confidencial. En el grupo PRISA entró de la mano del exdirector del diario Antonio Caño , pero con la renovación de la cúpula del diario, el periodista dio el salto a El Confidencial para seguir escribiendo sobre política. Fue en julio de 2018 cuando el redactor fue propuesto por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para presidir la Agencia EFE, donde ha permanecido hasta ahora no sin problemas.
Algunos de los sindicatos de la agencia de información ya han expresado reiteradas veces su malestar con Garea. Han criticado duramente su gestión, tal y como han confirmado fuentes de EFE a este periódico. Según los portavoces de algunos de estos sindicatos, temen que se vaya a producir un expediente de regulación de empleo en los próximos meses. Pues ya, por lo pronto, se han anunciado prejubilaciones, tal y como han asegurado a MONCLOA.COM.
Respecto a este asunto, el propio Garea reconoció tener parte de culpa y aseguró que en su primer año no había logrado su principal objetivo, que consistía en rejuvenecer la plantilla de la Agencia EFE. «También ha habido que afrontar disfunciones de etapas recientes, ante las que intento actuar con la mayor firmeza posible», aseguró al medio PR Noticias. Pero desde los sindicatos insisten en que lo que planea sobre la agencia es un ERE.
Y es ahora donde entrará Iglesias. El líder de Unidas Podemos está preparando el terreno para cuando sea vicepresidente del Gobierno y quiere rodearse de un equipo competente y de confianza, ya que el cargo de Iglesias no será, ni mucho menos, silencioso. A pesar de que aún no se han recabado los apoyos necesarios y de que los independentistas se han negado, de momento, a tender la mano a la coalición, el líder de la formación morada ya se ve en el Gobierno.
Fuentes del entorno de Garea aseguran que el presidente de EFE ve con buenos ojos dar el salto a la política de la mano de Iglesias. Por lo que solo falta que, posiblemente, a primeros de año se consigan los apoyos necesarios para investir a Pedro Sánchez como presidente del Gobierno.
UNA INVESTIDURA AJUSTADA
Ahora todo está en manos de los pequeños partidos necesarios para sumar la ansiada mayoría. Una de las formaciones con más peso dentro de este grupo, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), ya ha anunciado tras semanas de negativas que consultará a sus bases si apoyan la investidura. Entre tanto, otros como el PNV se han mantenido expectantes, a ver qué pueden sacar a cambio de su apoyo a Sánchez. Y luego quedan las formaciones pequeñas, también relevantes en este juego, que cada una ha barrido para casa y han pedido medidas que benefician a sus provincias.
Entre tanto, Iglesias y Sánchez han esquivado todos los dardos que amenazan su pacto. Primero, la sentencia de los ERE; por la que Iglesias ha pasado de puntillas y ha asegurado que se trata de una «época» pasada. Y segundo, las presiones de los empresarios, que ya han anunciado que temen considerablemente el ascenso de Unidas Podemos al poder, ya que puede suponer, según su criterio, un mazazo al desarrollo económico.
El preacuerdo entre Iglesias y Sánchez aún no contempla nada concreto. Solo aseguraron que se trataría de un Gobierno «rotundamente» progresista y que es necesario para España. Ni siquiera han aclarado lo que muchos quieren saber: cómo será el reparto de carteras ministeriales.
Aún no se conocen los ministerios que el PSOE cederá a Unidas Podemos. Sí algunas de las líneas rojas que los socialistas le han impuesto a los de Iglesias. Entre las que se encuentra el ministerio de Transición Ecológica, al frente del cual seguirá Teresa Ribera. Pero lo que sí está claro es que habrá más de una vicepresidencia del Gobierno, e Iglesias estará al frente de una de ellas. Y, probablemente, la ministra de Economía, Nadia Calviño, también. Pero no la aprobación de la formación morada.