El PSOE y Unidas Podemos (UP), mantienen la predisposición de trabajar conjuntamente para lograr que Vox quede fuera de la nueva Mesa del Congreso, el órgano rector de la Cámara. El objetivo es volver a crear un ‘cordón sanitario’ sobre los de Santiago Abascal, como ya secundaron la pasada legislatura, pero esta vez quieren que se sume el PP, dado el peso de Vox tras las elecciones generales del 10-N, tercer grupo parlamentario de la Cámara.
Para justificar este veto, fuentes parlamentarias de UP explican a Europa Press que «las democracias deben poner en marcha los mecanismos necesarios para defender los Derechos Humanos» y que hay que poner un ‘cordón sanitario’ «a las expresiones de odio y xenofobia que buscan romper la convivencia».
Desde el partido de Pablo Iglesias reconocen que hasta la fecha no se han abierto «conversaciones formales» entre PSOE y Podemos para la negociación de la Mesa del Congreso, para lo cual tienen de plazo hasta el mismo 3 de diciembre, momento en el que se constituye la nueva Cámara.
3 DE DICIEMBRE, DÍA D
Ese día, la primera tarea que tendrán los diputados será elegir al presidente y al resto de miembros de la Mesa: cuatro vicepresidentes y cuatro secretarios. Tanto el PSOE como UP ya buscaron aislar a Vox en la anterior legislatura y promovieron su ubicación en el ‘gallinero’ del hemiciclo y su exclusión de los órganos de gobierno de la Cámara.
Pero ahora el partido al que tachan de extrema derecha ha subido a 52 escaños y para impedirles formar parte de la Mesa del Congreso necesitarían sumar a formaciones nacionalistas e independentistas, o bien contar con la complicidad del PP.
Y es que tanto las cuatro Vicepresidencias como las cuatro Secretarías se eligen en sendas votaciones secretas mediante papeleta en urna, por lo que, para superar a los 52 votos de Vox hay que reunir al menos 160 votos.
HAY QUE SUMAR 160 O 200 VOTOS, COMO POCO
El precio se encarece a casi 200 votos si, como se prevé, los partidos de la coalición de gobierno quieren reservarse la Vicepresidencia Primera de la Cámara, ya que eso les exigiría que su primer candidato sumase al menos 90 votos para superar al PP, más los 106 que habría que reunir para impedir que Vox accediese a los otros dos puestos.
Sin embargo, el PP no quiso aplicar a Vox ese ‘cordón sanitario’ en las comisiones parlamentarias de la pasada legislatura, y posibilitó que ocuparan puestos en las mesas, por lo que ahora no parece que vayan a cambiar de criterio. El Grupo Popular, con sus 88 diputados, tiene aseguradas una Vicepresidencia y una Secretaría de la Mesa, como poco.