Unidas Podemos no consigue aunar a las formaciones que lo componen. La sentencia de los ERE ha caído como una bomba en el partido de Pablo Iglesias. El líder del partido se ha mostrado tibio con las críticas hacia el PSOE por el que es el mayor caso de corrupción del partido. Pero algunos dentro de Unidas Podemos, como la líder de Adelante Andalucía, Teresa Rodríguez, o el coordinador de Izquierda Unida, Alberto Garzón, se han desmarcado y han sido mucho más hostiles contra el partido con el que gobernarán en coalición siempre que Pedro Sánchez consiga los apoyos necesarios.
El expresidente de la Junta de Andalucía José Antonio Griñán ha sido condenado a seis años de prisión por malversación y prevaricación (más 20 años de inhabilitación). Su antecesor, Manuel Chaves, ha sido sentenciado a nueve años de inhabilitación. Al igual que la exministra Magdalena Álvarez y el exconsejero Gaspar Zarrías.
Iglesias aseguró que esto es fruto de una «época» pasada. Pero Rodríguez, al frente de los anticapitalistas de Andalucía (una fuerza muy importante y con peso dentro de Unidas Podemos), ha criticado duramente al PSOE. «Pedimos la dimisión de Susana Díaz, por decencia, en el caso de los EREs. Bajo su presidencia, la Junta se retiró de la acusación particular por el caso y por ello hoy no podemos pedir que se devuelva el dinero», ha declarado este miércoles la líder de Adelante Andalucía.
Fuentes del PSOE aseguran que este es un tema que no debería afectar en absoluto a Pedro Sánchez, ya que se trata de la anterior dirección del partido. El ministro de Fomento, José Luis Ábalos salió en defensa de sus colores con unas polémicas declaraciones muy criticadas por sus rivales políticos. Para Ábalos, «no es un caso del PSOE, sino de antiguos responsables públicos de la Junta». La estrategia de Ferraz pasa por echar balones fuera, pues a la única actual dirigente a la que puede afectar la sentencia es a la expresidenta de la Junta Susana Díaz. Y ya fue rival de Sánchez en unas primarias.
A las críticas de Rodríguez, en las que incluso llegó a pedir a los responsables que devolvieran todo el dinero robado, se ha sumado también Alberto Garzón, el líder de IU. Pero con matices. «La sentencia de los ERE confirma que durante años algunos dirigentes del PSOE-A utilizaron dinero público en Andalucía para sostener una red mafiosa que compraba la paz social y alimentaba la corrupción. Andalucía merece pasar página para tener un futuro digno».
La portavoz de Unidas Podemos, Noelia Vera, también ha querido poner su granito de arena del lado de Iglesias. «Con la sentencia de los ERE, se cierra una época oscura que hizo muchísimo daño a Andalucía. Una de las razones de que hoy mucha gente nueva participemos en política es que ni nuestra tierra ni España vuelvan a vivir momentos tan vergonzosos como los que trajo el bipartidismo. Nunca más», ha asegurado Vera.
Pero muchos dentro del partido no lo ven así. El alcalde de Cádiz, José María González (Kichi) y uno de los pocos triunfadores que quedaron tras las elecciones del 26-M ligado a Podemos, también se ha mostrado muy crítico con el PSOE. En la misma línea que su pareja, Teresa Rodríguez. «Y ahora, ¿quién devuelve tantos millones de dinero público robado? Y ahora, ¿quién restablece la confianza que han roto? Hoy se condena a toda una generación de políticos que empobreció nuestra tierra. Hasta 680 millones de euros nos han quitado», ha comentado el regidor.
Son muchas las voces críticas las que han salido a denunciar la doble vara de medir de Unidas Podemos. Cuando se publicó la sentencia de la Gürtel, para Pablo Iglesias fue suficiente como para promover una moción de censura contra contra Mariano Rajoy, el entonces presidente del Gobierno. Editoriales y políticos del PP, especialmente, han demandado a Iglesias que se aplique el parche y promueva una nueva moción de censura contra Pedro Sánchez.
Pero el núcleo duro de Iglesias se ha mostrado especialmente tibio con la sentencia. Y fuentes del partido han asegurado a MONCLOA.COM que esto no afectará al preacuerdo de ninguna de las maneras.
Sobre los Anticapitalistas nada sorprende. Desde que se supieron los resultados del 28-A, se han mostrado en contra de que Unidas Podemos pactara con el PSOE. De ninguna de las maneras. Para el grupo, ir de la mano con los socialistas iba a privar al partido de ser críticos y de tener la libertad necesaria para establecer una posición fija. Por este motivo han sido claros. Pero sobre IU es otro tema.
Los de Garzón fueron favorables a pactar con los socialistas de cualquiera de las maneras. Estuvieron de acuerdo con llevar a cabo incluso un pacto programático cuando el núcleo de Iglesias se negaba. De hecho, cuando el líder de Unidas Podemos aseguró que votaría que no en la investidura de Sánchez, Garzón avisó de que rompería la disciplina de voto. Algo que tensó la relación entre los dos líderes de partido. Ahora, con la sentencia de los ERE sobre la mesa, el partido compuesto por varias formaciones se ha vuelto a romper.