En el tema de la nutrición y de las dietas siempre está la duda de las cenas, considerada la comida más peligrosa a la hora de mantener el peso y una dieta saludable. Siempre nos viene a la cabeza del dicho «desayunar como un rey…» que acaba en «cenar como un mendigo». En definitiva, que hay que cenar poco y frugalmente, pero ¿qué cenamos? Está claro que un menú fuerte y abundante no, pero dentro de lo plausible, ¿entra la fruta a esas horas? Vamos a arrojar luz sobre ello.
La fruta es uno de esos alimentos que nos vienen a la cabeza al relacionarlo con buena alimentación y sana nutrición, junto con las verduras o el pescado. Sin embargo, ya sabemos que lo malo de las frutas es que -sobre todo algunas- tienen un alto contenido en azúcares, con lo que hay que tener cuidado con qué frutas comemos, cantidades y cuándo. Pues veamos sin son o no adecuadas para la cena, y si hay alguna cuáles, para hilar fino y acostarse saciado pero sin perjudicar tu peso y salud.
1España, un país no tan amante de la fruta
Somos un país mediterráneo y por tanto nos debería de encantar la fruta fresca y de temporada, y seguramente así es, pero estadísticamente no somos de los más consumidores. Y eso que somos una potencia frutícola. Nuestro clima hace que seamos, como pasa en Italia o Grecia, grande productores de todo tipo de fruta.
Sin embargo, en España no está tan extendido el consumo como en otros países. Según la Española de la Nutrición (Anibes), la población española tiene un consumo medio de verduras, hortalizas y frutas de tan solo 345 gramos por persona, lo que supone al día tan solo de 156 kcal por persona. Pero, dentro del mayor o menor consumo, si es habitual que la consumamos en cualquier momento del día, incluida la cena. Veamos si es bueno o malo.