El Juez Decano de Bilbao, Aner Uriarte, ha calificado de «exageradas e injustas» las criticas contra el magistrado del TSJPV Luis Garrido, entre ellas las del Gobierno vasco, por una intervención radiofónica del juez en la que señaló que «un epidemiólogo es un médico de cabecera que ha hecho un cursillo», y que «no hay doctorado de esto».
Luis Garrido fue uno de los tres miembros del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) que revocó el pasado martes de forma cautelar la orden del Gobierno Vasco de cerrar los bares y restaurantes en municipios con alta incidencia de covid-19.
En declaraciones, Uriarte ha aludido a los reproches que se han vertido desde el Ejecutivo vasco contra los magistrados por pronunciarse sobre cuestiones médicas, «no siendo médicos’. «Bueno, pero es que decidimos sobre todo y no sabemos de todo», ha apuntado el magistrado.
«Yo, que fui magistrado lo Mercantil, dicté una sentencia de muchos millones de euros sobre motores de aviones y obviamente no había estudiado nunca lo que es el motor de un avión. Pero para eso están las fuentes de conocimiento que nos traen al proceso. En este proceso (sobre la Hostelería) las partes han traído informes periciales de cómo funciona esto. No es necesario que uno sea especialista en medicina para resolver sobre cuestiones médicas, porque si no, habría campos en los que ante un conflicto nadie podría decidir», ha agregado.
A su juicio, esto es «una cosa obvia», pero se ha redundado en la crítica en que «no saben de medicina». «¡Ni de física cuántica, pero tenemos que resolver!», ha exclamado, para añadir que «aquí hay un conflicto entre unos señores que quieren trabajar y unos señores que quieren preservar la salud, y lo que han dicho los jueces es que no está justificado que para preservar la salud no puedan trabajar. Así de fácil».
«No es necesario, repito, ser un experto en epidemiología o en medicina. Para eso están los informes y con esa información nosotros aplicamos el derecho», ha insistido, para destacar que desde el Ejecutivo vasco se «han enfadado mucho con esta cuestión, porque lógicamente no es plato de buen gusto que a uno le tiren abajo algo en estos momentos tan delicados». «Desde mi punto de vista, las críticas son exageradas e injustas», ha aseverado.
El representante de los jueces ha eludido hablar de una «campaña» contra Luis Garrido, pero sí ha observado «un malestar» en una administración que ha sido «corregida». «Cuando a uno le tiran abajo y le anulan una parte importante de su normativa, pues esto les enfada», ha dicho, para pedir respeto a los tribunales.
«Si el tribunal dice lo que no está bien, pues a uno le puede no sentar bien, como en este caso, pero las críticas han sido desmesuradas y van dirigidas o van en la idea de mostrar un enfado por algo que hay que asumir, y es que la administración está sometida a la ley, y los jueces pueden decidir sobre cuestiones médicas», ha manifestado.
LIBERTAD DE EXPRESIÓN
Respecto a las declaraciones efectuadas por Garrido en un debate radiofónico, el juez decano ha dicho que no es quien debe valorarlas y ha indicado que «todo magistrado, como cualquier otra persona, puede opinar lo que considere sobre determinados temas y más de actualidad, lo que entra dentro de la libertad de expresión de cualquier persona».
«No veo que sea una cosa especialmente criticable, más ahora cuando tenemos en estos momentos un movimiento en pro de la libertad de expresión, que la tienen también los jueces», ha señalado.
A su parecer, se está poniendo el punto en la «anécdota» de las declaraciones de Garrido en una radio «diciendo una serie de cosas sobre los epidemiólogos» que, en su opinión, carecen de «gravedad alguna».
Cuestionado si por estas manifestaciones el magistrado puede ser objeto de recusación en posteriores asuntos judiciales sobre este tema, Uriarte ha explicado que «para ser recusado, uno tiene que estar dentro de las causas de recusación y tiene que haber un problema con alguien de las partes del procedimiento en el que el juez resuelve».
Por ello, ha manifestado que el hecho de que el juez hable de la epidemiología «no afecta a la relación que pueda tener con los hosteleros o con cualquier otro colectivo que se ordene su cierre, y con el Gobierno Vasco. «La recusación tiene que encajarse en una de las causas que la ley entiende que el juez no sea imparcial, y no veo aquí ninguna relación, sinceramente», ha concluido.