viernes, 13 diciembre 2024

El Papa vuelve a asomarse a la ventana del Palacio Apostólico del Vaticano

El Papa Francisco ha vuelto a asomarse este domingo a la ventana del Palacio Apostólico del Vaticano para rezar el tradicional Ángelus de los domingos. El pontífice llevaba desde el domingo 27 de diciembre retransmitiendo el rezo mariano desde la Biblioteca del Palacio Apostólico.

La reanudación del rezo desde la ventana se ha debido al ligero levantamiento de las restricciones sanitarias en la región del Lazio, que desde hace un par de semanas es zona amarilla, lo que implica en Italia un grado menor de posibilidad de contagio del coronavirus.

De este modo, algunas personas se han acercado a la Plaza de San Pedro, cuya entrada está restringida para evitar aglomeraciones, para ver a Francisco de nuevo, a pesar de que Roma ha amanecido con lluvia.

Entre los temas a los que se ha referido este domingo el Papa, destacan la situación de Myanmar y de los menores extranjeros no acompañados (los denominados ‘Menas’).

Así, el Papa ha lamentado el golpe de Estado en Myanmar que ha acabado con la detención de la líder política, Aung San Suu Kyi, galardonada con el Premio Noble de la Paz en 1991, al tiempo que ha instado a una «convivencia democrática armónica» en el país.

«Rezo por los que tienen responsabilidad en el país para que se pongan al servicio del bien común de todos, promuevan la justicia social y la estabilidad nacional en pro de la armoniosa convivencia democrática», ha señalado.

Francisco, que visitó Myanmar en 2017, ha indicado que sigue «con preocupación el desarrollo de la situación» en el país y ha mostrado de esta manera su «cercanía espiritual» y «solidaridad» al pueblo de Myanmar, del mismo modo que ha asegurado «sus oraciones» por todos ellos.

Por otro lado, el Papa ha pedido que se habiliten «canales humanitarios preferenciales» para los menores inmigrantes que viajan no acompañados (los ‘Menas’) tras constatar la «dramática situación» de este grupo social especialmente vulnerable.

«Entre aquellos que son obligados a dejar su países también hay jóvenes y niños que viajan solos», se ha referido el Papa, que también ha dado cuenta de los peligros que enfrentan en estas rutas sin la supervisión de un adulto que los tutele. «En estos días me han dicho la dramática situación de la ruta balcánica pero hay muchos en otras rutas», ha lamentado. Y ha agregado: «Que a estas criaturas frágiles e indefensas no falte nunca la obligada cura y los canales humanitarios preferenciales».

Durante el rezo, el Papa también ha recordado que el próximo 11 de febrero, la Iglesia celebrará la Jornada Mundial del Enfermo, instituida por San Juan Pablo II, que a tal propósito escribió la Carta Apostólica Salvifici doloris sobre el sentido cristiano del sufrimiento humano (11 de febrero 1984).

A este respecto, ha manifestado que la acción de «cuidar de los enfermos» no es para la Iglesia una «actividad opcional», ya que no es algo «accesorio» sino que «forma parte integrante» de la misión de los cristiano como lo era la de Jesús.

Para el Papa, esta «misión» ha tomado un cariz más importante, pues «a causa de la pandemia hace particularmente actual este mensaje». Así, el pontífice ha hecho hincapié en la condición humana, «tan alta en la dignidad y al mismo tiempo tan frágil».