La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha reclamado más recursos para políticas contra la violencia machista y priorizar a las supervivientes: «Es evidente que se deben mejorar las leyes, pero más allá de mejorarlas, hacen falta recursos de forma urgente».
Lo ha dicho este viernes en el acto de los comuns ‘El cambio feminista que Cataluña merece’, junto con la ministra de Igualdad, Irene Montero; la candidata de los comuns a la Presidencia de la Generelitat, Jéssica Albiach, y la número seis por Barcelona, Susanna Segovia, y que ha comenzado con un monólogo de la activista feminista y periodista Iranzu Varela.
Ha defendido que los ayuntamientos, las administraciones «con menos presupuesto que nadie», son los que finalmente ponen recursos para dar soluciones en el día a día ante la falta de políticas estructurales con mirada feminista del resto de administraciones, según ella.
También ha pedido colaboración entre administraciones, porque cree que no está habiendo la que debería a raíz del conflicto catalán: «Con los años que llevamos de crispación en los últimos tiempos, es una de las cosas que sufres mucho porque ves cómo afecta a las políticas de la cotidianidad».
«LLEGAR PARA TRANSFORMAR»
«No es suficiente con que lleguemos a puestos de poder, sino que tenemos que llegar para transformar» las estructuras de poder, ha sostenido Colau, que ha deseado que Albiach sea la primera presidenta de Cataluña.
Ha recordado que ella ha sido la primera alcaldesa de Barcelona y que se creó por primera vez la Concejalía de Feminismos y LGTBI, tras lo que ha deseado que haya una Conselleria de Feminismo y ha celebrado que se reactivase el Ministerio de Igualdad, que ya funcionó en el Gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero.
Colau ha defendido que el consistorio ha contado también por primera vez con una gerente municipal mujer y ha logrado que por primera vez las gerencias de área municipales sean paritarias: «Es modificar las estructuras, porque la inercia no las modifica», ha apuntado.
Para la alcaldesa, es importante aumentar el presupuesto no solo a políticas destinadas a mujeres, sino de una manera transversal de género, en ámbitos como el urbanismo, las políticas de empleo, los servicios sociales, y las cuotas de mujeres en cuerpos «hipermasculinizados» como la Guardia Urbana.