Toledo: Desarticulado un grupo criminal dedicado al narcotráfico

La Guardia Civil y la Agencia Tributaria, en el marco de la «Operación Mascaraque», han desarticulado una organización criminal dedicada al narcotráfico en Toledo. Cinco personas han sido detenidas, cuatro hombres y una mujer. Se han incautado un total de 26 kilos de cocaina.

Esos individuos se encargaban de introducir cocaína procedente de países de Latinoamérica en dobles fondos de contenedores de mercancías. Estos eran posteriormente transportados a través de empresas legales.

El Equipo de Delincuencia Organizada y Antidrogas (EDOA), de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Toledo, junto con el Área Regional de Vigilancia Aduanera de Castilla-La Mancha han sido los encargados de llevar a cabo esta investigación de forma conjunta. En ella se ha logrado desarticular un grupo criminal dedicado al tráfico de drogas, concretamente cocaína.

Los agentes pudieron confirmar que los delincuentes importaban la mercancía en contenedores desde diferentes países de Latinoamérica. En estos empleaban dobles fondos y utilizaban empresas mercantiles legales para el transporte de la droga, sin que estas tuvieran conocimiento alguno de la existencia de la misma en los contenedores. De hecho, desde la organización se falsificaba la documentación de personal de estas empresas, además de sus anagramas comerciales y sus sellos.

INVESTIGACIÓN CENTRADA EN TOLEDO

La investigación se centró en un hombre que residía en Toledo, concretamente en la localidad de Mascaraque. Este tiene empresas que están constituidas de manera legal en las que interviene de una forma directa o ha intervenido de alguna manera en su órgano de administración.

Este individuo llevaba a cabo numerosas importaciones por parte de las empresas que dirige, sin haber hecho ninguna declaración de la actividad comercial y sin que exista una cartera de clientes para la venta de la mercancía legal que compraba.

En el pasado mes octubre, en el puerto de Valencia, la Guardia Civil y la Agencia Tributaria procedieron a inspeccionar un contenedor que procedía de la República Dominicana. Este transportaba piñas tropicales y su destinataria era una de las empresas investigadas. Al llevar a cabo la inspección del mismo se pudieron incautar 26.260 gramos de cocaína, distribuida en 25 envoltorios de plástico.

Finalmente, se pudo constatar que la entrega se iba a realizar en una localidad de Mascaraque, propiedad de la persona investigada. De hecho, era esta persona a la que iba destinada la mercancía. Por ello se montó un dispositivo policial para proceder a la detención de la organización criminal, que se encontraba perfectamente estructurada.

Tras la detención se llevó a cabo un registro de toda la finca, donde se pudo hallar un arma de fuego real oculta en un armario.

A los detenidos se les acusa de un delito de tráfico de drogas, usurpación del estado civil, contrabando, falsificación de documentos, delitos de tenencia ilícita de armas y pertenencia a organización criminal.

La Guardia Civil desarticula una organización criminal dedicada al narcotráfico en Toledo
La organización introducía cocaína procedente de países latinoamericanos en dobles fondos de contenedores de mercancías.

CUATRO PERSONAS DETENIDAS

La operación se saldó con la detención de cinco personas. Uno de ellos, el cabecilla de la organización, era un hombre de nacionalidad mexicana que trataba de forma directa con los suministradores de la droga.

Además, también fueron detenidos el vecino de Mascaraque encargado de la gestión de empresas y llevar a cabo las importaciones, y dos personas de nacionalidad venelozana y rumana encargadas de la logística. Asimismo, en Palazuelos de Eresma (Segovia), la Guardia Civil detuvo a una mujer española. Esta se encargaba de la falsificación de documentos.

Los cinco detenidos han sido puestos a disposición judicial en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Ocaña por delitos de usurpación del estado civil, contrabando, falsificación de documentos, pertenencia a organización criminal, tráfico de drogas y delito de tenencia ilícita de armas.

Tras la incautación, los más de 22.000 kilos de piñas tropicales que portaba el contenedor fueron donados a la entidad de Cáritas Diocesana de Toledo.

En la operación han trabajado de forma conjunta el EDOA de la Guardia Civil y la Agencia Tributaria. Asimismo también han formado parte de la misma diferentes unidades de la USECIC de la Comandancia de Toledo, el Servicio Aéreo, GEDEX y Servicio Cinológico.

LA GUARDIA CIVIL COLABORA CON EEUU PARA DESMANTELAR UNA RED DE TRÁFICO DE DROGA

Estados Unidos, en colaboración con la Guardia Civil española y la policía de Colombia ha logrado desmantelar una red de tráfico de droga que había enviado varias toneladas de cocaína desde Venezuela a España y a otros países.

Este miércoles, el capo de la red de narcotraficantes, el colombiano Henry Carrillo-Ramírez, de 49 años, se declaró culpable de los delitos de posesión y tráfico de estupefacientes de los que se le acusaba.

Carrillo fue extraditado desde Colombia en el pasado mes de abril junto a otros dos ciudadanos colombianos cuya identidad no ha trascendido. Además, un cuarto integrante del grupo criminal fue extraditado desde España tras ser detenido por la Guardia Civil. Un quinto individuo sigue prófugo de la Justicia y continúa su búsqueda.

La Agencia para el Control de Drogas (DEA) de los Estados Unidos ha informado de que la red trabajaba desde la parte colombiana de la frontera con Venezuela. Concretamente, lo hacía en la región de Catatumbo. Desde allí se introducían sustancias en Venezuela y se transportaban a isla Margarita.

Una vez allí, el cargamento se dividía y en lanchas se introducía en un barco fletado por Carrillo Ramírez. A partir de ese momento, el cargamento se transportaba con rumbo al Caribe o a Europa, principalmente a España.

MILES DE KILOS DE COCAÍNA

La colaboración de la Guardia Civil ha sido decisiva para desarticular la organización. De hecho, en 2014, la Benemérita incautó 728 kilos de cocaína en alta mar, en un barco que se dirigía a España. Anteriormente, se interceptaron otros barcos con idéntica finalidad en el Atlántico.

Ese mismo año, en agosto, la Policía Nacional de Colombia incautó 960 kilos de cocaína que tenían destino Europa. La Guardia Costera de EEUU hizo lo propio tres meses más tarde en aguas Costeras de Puerto Rico. En aquella aprehensión se hallaron 180 kilos de dicha sustancia.

La DEA calcula que han sido incautados 1.688 kilos enviados por la red a través de la vía marítima. No obstante, sospecha que sus negocios eran de un volumen de miles de kilos de cocaína.

Cuando los agentes de la policía colombiana detuvieron a Carrillo-Ramírez, este se encontraba en un barco que Estados unidos considera sujeto a su jurisdicción con cinco kilos de cocaína a bordo. Ha sido declarado culpable, con una pena máxima de cadena perpetua y 10 millones de dólares.