El 10-N tendrá consecuencias en varias comunidades autónomas donde hay o mayorías precarias o elecciones por celebrarse en 2020. Las elecciones generales podrían conllevar ruptura de algunos de los acuerdos del verano, con especial peligro para el PSOE.
Y es que un previsible giro a la derecha de Pedro Sánchez podría llevarse por delante algunos gobiernos autonómicos que están sostenidos por miembros de Unidas Podemos, que posibilita hasta seis gobiernos liderados por el PSOE. Repasemos las comunidades con mayor peligro de cambio:
CANARIAS: LÍO PARA EL PSOE
Un acuerdo entre el principal socio del PSOE, Nueva Canarias, y el principal partido de la oposición, Coalición Canaria, ha levantado todas las sospechas de moción de censura en las islas. El presidente socialista Ángel Víctor Torres ha querido quitar hierro al asunto.
«Cada uno defiende al partido al que pertenece y yo aspiro a mejorar los resultados al Congreso y al Senado, que fueron magníficos. Hay gente desde fuera intentado desestabilizar de manera permanente», asegura.
Román Rodríguez, de Nueva Canarias, se ha explicado: «En 2011 fuimos a las elecciones generales con Coalición Canaria y el pacto de gobierno no se quebró. En 2015 y 2016, lo hicimos con el PSOE gobernando y nosotros en la oposición, y ahora se repite la historia con la diferencia de que en el gobierno estamos nosotros».
«Respetamos a todo el mundo, el que quiera participar, participa y el que no quiera, no lo hace. Es propio de la democracia que la gente acepte responsabilidades o no. En mi partido, las cosas se debaten, se discuten y se deciden en los órganos correspondientes, que es lo que hemos hecho en esta ocasión«, añade el vicepresidente.
CATALUÑA, GALICIA Y EUSKADI
En 2020 podrían coincidir las elecciones autonómicas de Cataluña, Galicia y Euskadi. Con especial tensión se vivirá el 10-N en Cataluña, donde la sentencia del procés ha multiplicado la tensión en las calles de Barcelona.
Un buen resultado de ERC y las CUP podría animar a Oriol Junqueras a posibilitar un adelanto electoral para sacar del Ejecutivo a Quim Torra. Y es que entre las filas republicanas molesta cómo está llevando Junts per Catalunya el conflicto.
También se mirará con lupa la cita electoral en Galicia, ya que Alberto Núñez Feijóo no se ha repuesto de la derrota del Partido Popular en las generales de abril frente al PSOE, que mirará a su izquierda. Y es que la previsible subida del BNG y la previsible caída de En Común (Podemos) podría tener consecuencias.
En Euskadi todos los ojos estarán puestos en el Partido Nacionalista Vasco, respaldado en el Parlamento autonómico por el PSOE. ¿Y si Casado necesita, al igual que Rajoy, de los votos de los jeltzales? Veremos qué ocurre…
DE NAVARRA A ARAGÓN
Una ‘gran coalición’, negada tantas veces por el PSOE, conllevaría con total seguridad que el Partido Popular exija a Pedro Sánchez que rompa el Gobierno de Navarra, que está formado por los socialistas y por Geroa Bai (PNV).
Juanma Moreno también podría ver cómo sus socios de Vox se le envalentonan si Santiago Abascal logra superar a Albert Rivera en el sur. Hasta ahora la formación que lidera Francisco Serrano ha sido crítica con la nueva Junta, pero ahora podría llevar las críticas hasta el extremo.
Los socialistas Javier Lambán y Ximo Puig también podrían pagar la factura del 10-N si Pedro Sánchez pacta con el PP o Ciudadanos. Y es que los presidentes autonómicos están sostenidos en Aragón y la Comunidad Valenciana por varias fuerzas progresistas.
REVILLA QUIERE MEJORAR SU RESULTADO
En La Rioja la precaria mayoría de la socialista Concha Andreu también podría peligrar de girar el PSOE a la derecha. Y es que los únicos diputados de Podemos e Izquierda Unida podrían romper con los socialistas si Sánchez se juega el futuro a la ‘gran coalición’.
El 10-N también será importante para Francina Armengol. La presidenta socialista más a la izquierda del tablero político está sostenida por varias fuerzas independentistas como Mès por Mallorca y Mès por Menorca.
Y Miguel Ángel Revilla quiere mejorar los resultados del PRC, que logró un diputado el 28-A. El presidente autonómico más televisivo ha asegurado que está dispuesto a investir a Casado, lo que podría tener consecuencias en su tierra ya que está sostenido por el PSOE.