El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, ha tenido suerte, aunque no toda la que quisiera el líder de la formación. Que el extesorero del PP Luis Bárcenas se haya prestado a tirar de la manta y sacar todas las vergüenzas de su antiguo partido ha sido eclipsado por el curioso caso de la niñera que cobraba sueldo de directora general. «¿Ha pactado Dolores Delgado con Bárcenas para perjudicar al Partido Popular?», se ha preguntado el secretario general del PP, Teodoro García Egea. Y pese a que el extesorero amenaza con hacer temblar los cimientos de la formación conservadora, Casado ha tenido la suerte de que los periplos del Ministerio de Igualdad y el presunto uso de una directora general de Irene Montero como niñera personal de los hijos de Pablo Iglesias y la ministra han atenuado el golpe. Pero aún queda mucho juicio por delante.
La Fiscalía no se fía de Bárcenas, pero sí que han llegado a un principio de acuerdo con el exdirigente conservador que busca, entre otras cosas, que el extesorero cante a cambio de que se excarcele a Rosalía Iglesias, la mujer de Bárcenas. La estrategia del PP es simple: quieren desvincularse por completo de la etapa de José María Aznar y de la de Mariano Rajoy para evitar que la etapa de los sobres infecte a la nueva directiva popular. Pero gracias a Montero y su niñera deluxe han tenido una bomba de humo que ha atenuado el golpe que podría darles Bárcenas. Aún así, Teodoro ya se ha puesto manos a la obra para urdir la estrategia de defensa ante lo que se les viene encima, que no es poco dada la predisposición del extesorero del PP a tirar de la manta y destapar las vergüenzas de su antiguo partido.
«¿Forman parte las declaraciones del condenado Bárcenas de algún tipo de acuerdo?», se ha preguntado en una entrevista el secretario general del PP. «¿Actúa el PSOE a través de la Fiscalía General del Estado?», insistía. La estrategia es echar balones fuera, pero Bárcenas ya apunta a la cabeza de Génova. El miedo al extesorero, sin embargo, reina en el Partido Popular porque saben que Bárcenas no tiene nada que perder y todo que ganar, especialmente después de que metieran en la cárcel a su mujer. Él no tiene intención, de momento, de salir de prisión ya que cumple 29 años por el caso Gürtel.
La cantata de Bárcenas parece que arrojará luz sobre varios casos en los que el PP de Aznar amañaba presuntamente contratos en favor de empresarios que previamente habían donado grandes cantidades de dinero al partido. También se destaparán casos de corrupción, presuntamente, relacionados con el caso Púnica, que afecta a la Comunidad de Madrid y al PP de Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz Gallardón. Según se ha deslizado desde la Fiscalía, Bárcenas conserva cheques, extractos bancarios y otros documentos excesos de gasto electoral del PP de Aguirre.
Bárcenas también ha deslizado que en los documentos que le robaron durante la Operación Kitchen, esa por la cual el entonces ministro del Interior Jorge Fernández Díaz ordenó presuntamente a parte de la cúpula de la policía espiar y robar a Bárcenas posible material sensible contra el partido, eran precisamente “muy sensibles hacía el Partido Popular”. Con lo cual, todo está por estallar y por salpicar a la administración Aznar y a la de Rajoy.
Pero la niñera de Montero no ha sido capaz de tapar totalmente la bomba Bárcenas. «Desde el año 1982 existió institucionalizado un sistema de financiación del Partido Popular con percepciones en B que se realizaban a través de donativos», ha comentado el extesorero. «En 1997 existían unos ingresos anotados en esa contabilidad paralela por cuantía de unos 500.000 euros y en 2008, de algo más de 1.000.000 de euros, de los que se destinaron, entorno a 900.000 euros, con cargo a aquellos fondos, a la remodelación de la sede del PP en Madrid», ha comentado.
El Partido Popular, a todo esto, ha reaccionado y con una insuficiente frase: «ese PP ya no existe». Y fuera. Mientras tanto, Bárcenas prosigue. «Estos fondos se nutrían con carácter general de donativos o aportaciones efectuadas por personas relacionadas con empresas beneficiarias de importantes adjudicaciones públicas», ha comentado. «Las personas que recibieron estos complementos salariales fueron en concreto: Mariano Rajoy, Dolores de Cospedal, Federico Trillo, Pío García Escudero, Francisco Álvarez Cascos, Ángel Acebes, Javier Arenas, Rodrigo Rato y Jaime Ignacio del Burgo», ha asegurado.
LA NIÑERA
Sin embargo, Casado ha contado con una gran ayuda: la de la niñera deluxe de Irene Montero, una directora general del Ministerio de Igualdad que ha saltado a la prensa tras un informe de una abogada de Podemos en el que asegura que la pareja Montero-Iglesias usaba a este alto cargo para asuntos personales.
Podemos siempre están en le ojo del huracán en cuanto a rumores, denuncias y hechos por lo menos curiosos. Y más aún si hablamos de los miembros más destacados: Pablo Iglesias e Irene Montero, ambos ministros del Gobierno. El último escándalo ha surgido tras un informe enviado por la abogada y exauditor de Podemos, Mónica Carmona, al juez del ‘caso Neurona’. En él se denuncia que el vicepresidente segundo y la ministra de Igualdad utilizan a una asesora del ministerio que dirige Irene Montero como niñera de forma irregular.
Hablamos de un alto cargo del ministerio ejerciendo otra labor al margen de su trabajo oficial, concretamente cuidando a la hija más pequeña de los tres que tienen la pareja en común. Se trata de la asesora de Igualdad, María Teresa Arévalo Caraballo, quien habría estado cuidando de la menor desde su nacimiento en agosto de 2019, todo según ‘El Confidencial’.
El encargo era de carácter privado, pero la asesora lo compatibilizó con su cargo. Primero lo hizo con su salario del grupo parlamentario, pero luego con su sueldo en Igualdad, tras la llegada de Podemos al gobierno. Según el diario digital, el hecho era de sobra conocido entre los miembros de Podemos y por la plana mayor del partido.