La vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, se ha mostrado convencida este martes de que las elecciones generales del 10-N van a transcurrir en Cataluña con «total normalidad como en el resto de España«. A pesar de esto, ha reclamado a los responsables de las instituciones de la comunidad que «condenen la violencia minoritaria de quienes la provocan» y que «garanticen la seguridad» para que los ciudadanos voten «con libertad».
En declaraciones a los medios antes de participar en un acto público en Almería, Calvo ha pedido a los representantes de las instituciones catalanas que «estén en lo que tienen que estar, en que todos los catalanes voten con libertad y tranquilidad el domingo» ya que es una parte «muy importante del electorado».
«Somos uno de los países donde los procesos electorales son más garantistas y por cierto, más rápidos», ha manifestado la vicepresidenta. Cree que «la tranquilidad va a ser absoluta» durante el día de las votaciones. «Las instituciones de Cataluña han llamado a esa tranquilidad y es lo que le pedimos a los responsables de las instituciones catalanas«, ha recalcado.
«Los niveles de seguridad en Cataluña están absolutamente garantizados»
Calvo ha incidido en la «limpieza democrática» del país «a pesar del empeño que ponen los independentistas por denostar constantemente el nombre de España«, lo que «no consiguen», a su parecer.
Ha subrayado el «gran acto institucional» que tuvo lugar este lunes en Barcelona con la celebración de los Premios Princesa de Girona, que se celebraron de manera «absolutamente normal» e incluso «muy gratificante», a juicio de Calvo, quien estuvo presente en el acto.
A tenor de dicha celebración, la vicepresidenta ha recalcado que «los niveles de seguridad en Cataluña están absolutamente garantizados» pese a que la Comunidad «vive unos días complejos, cada día mucho menos». «Quienes están por la independencia tienen el paraguas de garantía de una gran democracia que somos para que se puedan manifestar«, ha asegurado.
Con esto, ha aplaudido el discurso «verdaderamente necesario» ofrecido por el Rey Felipe VI «hablando de la gran democracia que es España» y del «impecable Estado de derecho».