Vox ha presentado este lunes una querella contra Twitter y su responsable en España, Nathalie Picquot, por vulnerar su libertad de expresión en un periodo electoral, coincidiendo con la celebración de los comicios catalanes previstos para el próximo día 14.
Una limitación de las funciones de su cuenta oficial en la red social que, según la formación liderada por Santiago Abascal, le causa «graves perjuicios contra su imagen y contra su capacidad de difundir su programa para los comicios» del 14 de febrero y vulnera su derecho al honor al imputarle «falsamente» un delito de odio.
En concreto, la Vicesecretaría Jurídica de Vox ha presentado la querella ante el Juzgado de Instrucción de Madrid contra Twitter Spain S.L. y «todas aquellas personas que durante la preceptiva instrucción de la causa pudieran resultar responsables» de los hechos al considerar que «el bloqueo» de la cuenta de la formación supone «una lesión de sus derechos fundamentales, la imputación falsa de un delito de odio y la comisión de otro de injurias y calumnias».
El mensaje que ha motivado la «censura» está encuadrado en la campaña ‘Stop Islamización’ que lanzó esta misma semana la formación liderada por Santiago Abascal para denunciar a los partidos políticos por haber promovido «la peligrosa islamización de Cataluña».
«Suponen aproximadamente un 0,2% y son responsables del 93% de las denuncias. La mayoría son procedentes del Magreb. Es la Cataluña que están dejando la unánime indolencia y complicidad con la delincuencia importada. ¡Sólo queda Vox», señala en concreto el mensaje que ha motivado que la red social haya limitado «de forma temporal» algunas de las funciones de la cuenta oficial de Vox.
INMEDIATA DEVOLUCIÓN DE LA CUENTA
En su querella, la formación liderada por Santiago Abascal solicita «la inmediata devolución» de la cuenta como «medida cautelar» y subraya además que se vulnera el derecho al honor del partido «al imputar falsamente» a Vox un delito de odio.
Igualmente, defiende que la limitación de funciones de la misma vulnera el derecho a la libertad de expresión en un periodo electoral, «causando graves perjuicios contra su imagen y contra su capacidad de difundir su programa para los comicios».
En concreto, considera afectados derechos fundamentales como el derecho a la información y el pluralismo político, «al aplicar una medida desproporcionada que se aparta de la interpretación constitucional de los límites de la libertad de expresión»; así como el derecho a la participación política, «al cerrar un cauce de participación de afiliados y simpatizantes y prohibir la difusión de unas determinadas ideas políticas».
Igualmente, señala que atenta también contra el principio de igualdad al no interpretar del mismo modo las publicaciones de otras formaciones políticas. «Todo esto se produce en un periodo electoral, lo que causa un daño añadido al impedir a los candidatos de Vox competir en igualdad de condiciones que los del resto de las formaciones político», ha alegado el partido en un comunicado.
En el texto de la querella, la formación también ha recordado que la red social Twitter «no puede sustituir una decisión judicial, una facultad que se ha arrogado sin ser competente para ello».
PRECEDENTE EL AÑO PASADO
La formación ya denunció en enero del pasado año el bloqueo de su cuenta tras un ‘rifirrafe’ entre Vox y la portavoz del PSOE en el Congreso, Adriana Lastra, un mensaje que el partido de Santiago Abascal finalmente retiró para recuperar su cuenta.
«No soportan al colectivo LGTBI, no soportan el matrimonio entre personas del mismo sexo, no soportan la igualdad entre mujeres y hombres, no soportan que sus ideas retrógradas no sean las de toda la sociedad», denunció la dirigente socialista.
«Lo que no soportamos es que os metáis en nuestra casa y nos digáis cómo tenemos que vivir y cómo tenemos que educar a nuestros hijos. Y menos aún que con dinero público promováis la pederastia», respondió la cuenta oficial de Vox, que gestiona su responsable de Comunicación, el diputado Manuel Mariscal.
Twitter explicó que ese comentario violaba su política relativa a las conductas de incitación al odio y, por tanto, para desbloquear la cuenta Vox solo tenía que borrar el tweet «ofensivo». Así, Twitter defendió que es una compañía «imparcial» y no participa en «perjuicios o sesgo político» de ningún tipo. «Aplicamos las reglas de Twitter de manera desapasionada e igual para todos usuarios, independientemente de su procedencia o afiliación política», argumentó la red social.
A pesar de que Vox llegó a dirigirse directamente a la directora de Twitter España, Nathalie Picquot, para denunciar que «por primera vez en la historia de Internet y de la democracia española» un partido ha sido «totalmente censurado» en esta red social, finalmente borró el mensaje que generó la polémica y así ha recuperado el funcionamiento de su cuenta.