Agentes de la Policía Nacional, en una actuación con la colaboración de la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía, han desarticulado en Málaga un clan familiar que había ocupado ilegalmente dos bloques de viviendas sociales en el barrio de La Trinidad, en la capital malagueña, destinándolas al tráfico de drogas.
Como balance de la operación, 12 personas han resultado detenidas por su presunta implicación en los delitos contra la salud pública, pertenencia a organización criminal y defraudación de fluido eléctrico; 18 inmuebles han sido recuperados y centenares de dosis de droga, listas para su distribución, han sido intervenidas en los registros.
Así lo han informado desde la Comisaría provincial en un comunicado, apuntando que los agentes practicaron registros en media docena de inmuebles dedicados a la distribución y almacén de la droga, así como en una séptima vivienda reservada para el consumo por los compradores –donde no se cumplían las medidas de seguridad contra la COVID-19–.
Los investigadores intervinieron 244 papelinas de heroína, 144 de cocaína y 234 de cocaína-base; 75 gramos de heroína en roca, nueve de cocaína en roca y 156 de hachís; siete kilogramos de marihuana; dos balanzas de precisión; 4.220 euros y diverso utillaje auxiliar para la dosificación y el pesaje de las sustancias.
Según la investigación, presuntamente la organización se había apropiado –en su totalidad– de dos bloques de viviendas, cuyos legítimos inquilinos habían dejado libres por las presiones recibidas por parte de la trama.
Al parecer, los inmuebles ocupados serían utilizados para el desarrollo de la actividad ilícita «de manera alterna, cambiándose el punto activo de venta cada cierto tiempo entre los distintos pisos, a fin de dificultar la investigación».
Continuando con las pesquisas, agentes de las Comisarías de Distrito Oeste, con la colaboración de agentes de la Comisaría Centro de Málaga, averiguaron que el clan había implantado entre sus integrantes un claro reparto de funciones para venta de estupefacientes, labores de captación de clientes, vigilancia ante la probable presencia de la Policía, o incluso custodia de la droga y del dinero generado por la actividad ilícita.
La práctica de diligencias, entre las que estaban las aprehensiones de droga realizadas en las proximidades, vino a confirmar que supuestamente la trama se valía de menores –entre los arrestados figura un adolescente–, en labores de venta y almacenamiento de la droga, así como de perros de raza potencialmente peligrosa para el desarrollo de las vigilancias y las transacciones.
Finalmente, gracias al dispositivo se desmanteló la infraestructura para el tráfico de drogas que mantenía activa este grupo criminal, afincado en la zona centro de Málaga. La actuación en los inmuebles se llevó a efecto con la colaboración de la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía, que tapió las puertas de acceso a los mismos, recuperándose 18 viviendas, la mayoría controladas por el clan familiar.