Más País no ha conseguido desprenderse del incómodo olor a marketing que le precede e Íñigo Errejón va camino de protagonizar un fracaso electoral que podría dejar en evidencia que un teórico como él no es nada sin un líder carismático, en este caso Pablo Iglesias.
¿Se puede ser un partido de extrema izquierda y explicar que naces porque España necesita estabilidad, palabra alérgica para los ortodoxos de Marx? Íñigo Errejón dice que su prioridad es formar Gobierno, pero su discurso no marca agenda.
Tampoco lo hace el ecologismo que él pregona y a estas alturas, con Más País KO en todas las encuestas, muchos se preguntan qué hubiera pasado si Errejón se hubiese atrevido a lanzar un partido de la escuela de Laclau.
Más España podría haber apostado por un patriotismo de izquierdas que solo tenía un inconveniente: hubiese imposibilitado las alianzas de Errejón con fuerzas nacionalistas periféricas como Compromís o la Chunta Aragonesista, que por otra parte prácticamente le garantizan grupo parlamentario.
ERREJÓN Y MIQUEL ROCA
En 1986 el centro-derecha caía en el pesimismo: el PSOE demostraba en cada cita electoral una fortaleza que daba miedo y la alternativa era un ejército heterogéneo compuesto por la Alianza Popular de Fraga, el CDS de Suárez y los regionalistas.
Para complicar más la situación nació el Partido Democrático Reformista, que con el patrocino de la oligarquía empresarial intentaba adaptar el modelo CiU al resto del Estado español. Jordi Pujol había demostrado que podía ganar a los socialistas con un discurso desprejuiciado de franquismo, no podían hacer lo mismo ni Fraga ni Suárez.
Pero aquella aventura, la Operación Roca, naufragó con estrépito: el PDR no alcanzó los 200.000 votos y Florentino Pérez, por aquel entonces exconcejal de la UCD, no logró siquiera el acta de diputado por la Comunidad de Madrid.
El PDR prácticamente se disolvió la misma noche del fracaso, allá por junio de 1986, y el partido, patrocinado mediáticamente por Pedro J. Ramírez o Federico Jiménez Losantos desde Diario 16, desapareció.
ERREJÓN ECHA DE MENOS A MANUELA CARMENA
Luca Constantini, de Voz Pópuli, asegura en su libro ‘Aquí mando yo’, ya en las librerías, que Manuela Carmena fue la mayor traidora a Podemos. La exalcaldesa de Madrid, apariencia de despiste y sala de máquinas bajo control, es el símbolo que echa de menos Errejón, que la cita en las entrevistas pero no puede contar con ella en los mitines.
Errejón no habla sobre la ausencia y prefiere fiar su discurso a la estabilidad: «Hay que mojarse, todo el mundo debe saber dónde van sus votos, porque pudiera ser que los votos de alguna gente progresista vayan para otra repetición electoral. Nosotros lo decimos desde ya, todos los escaños de Mas País van para conformar un gobierno progresista que se ponga a trabajar desde ya».
El líder de Más País, consciente de que su mensaje no está empapando entre la ciudadanía, se ha lanzado al ataque contra Unidas Podemos: «La política que no es capaz de llegar a acuerdos es inútil». Pablo Iglesias, que pecó de torpeza cuando Errejón dejó su partido, ahora apuesta por una inteligente educación sobre su examigo que desactiva en parte a su competidor.
ECONOMÍA Y CATALUÑA
Más País tardó en lanzar su programa electoral, tuvo serias dificultades en aprenderse las diferencias ideológicas que tiene respecto a Unidas Podemos y cojeó en el capítulo económico, hecho que sorprendió a propios y a extraños.
Errejón tuvo que salir al quite al ver el desasosiego interno que creó la lectura de un programa a todas luces cojo: propuso subir el IRPF a partir de 60.000 euros y lanzar una ayuda por hijo de 1.200 euros al año.
Sobre Cataluña también se ha tenido que mojarse, a su manera: «Hoy ya hay mecanismos dentro de la Constitución que permiten alguna forma de consulta en varias provincias, y varias provincias pueden ser una Comunidad Autónoma. Lo que falta es la voluntad política. Y si hay que hacer una reforma constitucional en mi opinión hay que abordarlo».
«Pero la reflexión de fondo es que cuanto más tiempo dejamos pasar, más caro está el precio a pagar por la convivencia. Hace diez años se tiró para atrás, por un recurso del PP, el Estatut de Cataluña con artículos idénticos al de la reforma del Estatuto andaluz o de la Comunidad Valenciana que allí no se impugnaron», añadió.
PALOS A TORRA Y A SÁNCHEZ
Errejón se pregunta sobre el conflicto catalán: «¿Hay alguien en su sano juicio que hoy no preferiría haber dejado pasar aquel Estatut para no vernos hoy en esta situación? Después vino la consulta del 9-N. ¿Hay alguien que no hubiera preferido a aquella consulta a lo que ha venido detrás? El 1-0 que recibió aquella respuesta policial y ahora esta situación».
El candidato de Más País asegura que «conforme va pasando el tiempo tenemos que hacer mucho más recorrido para llegar a un punto de encuentro. Si dejamos pasar otros diez años la situación puede ser irreversible. Por esto no hay que sobreactuar, aunque no salga rentable electoralmente».
A mí no me gusta lo que ha hecho Torra y hemos dicho que debería dar un paso atrás, pero aunque a uno no le guste nada lo que ha hecho es absurdo y una anomalía que el presidente de una Comunidad llame al presidente del Gobierno y este no se ponga», añadió.