La Delegación del Gobierno en Melilla ha informado de que el Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado, en su edición de este viernes, la ampliación del cierre de las fronteras terrestres de Melilla y Ceuta con Marruecos al menos hasta el 28 de febrero. Este cierre por la parte española se une al que mantiene por su parte Marruecos desde el 13 de marzo de 2020, con el inicio de la crisis del coronavirus.
La institución que preside Sabrina Moh ha señalado que la Orden del Ministerio del Interior «surtirá efectos desde las 00,00 horas del 1 de febrero de 2021», atendiendo a la «recomendación de la Unión Europea sobre la restricción temporal de los viajes no esenciales».
La orden europea data del 30 de junio de 2020, que se ha prorrogado sucesivamente, pero antes Marruecos decidió unilateralmente cerrar sus puestos desde el inicio de la pandemia, concretamente desde el 13 de marzo, tras haber avisado con apenas ocho antelación que iba bloquear las salidas y entradas por las fronteras de Ceuta y Melilla.
Esta decisión provocó que miles de personas, tanto en Marruecos como en Ceuta y Melilla, quedaran atrapadas sin poder regresar a sus hogares, dado que o bien no tuvieron conocimiento del cierre comunicado por las autoridades a las 22,00 horas del 12 de marzo o se encontraban a una distancia que les hacía literalmente imposible llegar en vehículo a la frontera de ambas ciudades autónomas, antes de que los agentes marroquíes colocaran en los puestos bloques de separación de hormigón a las 06,00 horas del 13 de marzo de 2020.
PASILLO HUMANITARIO
Los primeros 15 días de cierre de fronteras, España abrió un pasillo humanitario para que todos los españoles y residentes en España que se hallaban atrapados en Marruecos pudieran pasar los puestos terrestres de Melilla y Ceuta para regresar a nuestro país, dado que las conexiones áreas y marítimas también se suspendieron desde aquel 13 de marzo.
Sin embargo, el reino magrebí no permitió desde ese día que pasara nadie a su país para evitar posibles contagios del coronavirus, ni siquiera de sus propios nacionales atrapados en España. Marruecos solo ha accedido desde entonces a abrir en dos ocasiones su frontera para los marroquíes atrapados en Ceuta y Melilla, una a mediados de mayo y otra a finales de septiembre, donde cerca de un millar de magrebíes bloqueados en las dos ciudades españolas pudieran volver a sus casas, no sin antes pasar un periodo de cuarentena y la realización de una prueba PCR antes de abandonar el lugar de confinamiento que se les asignó en su país.