El Rey Felipe VI ha apelado este jueves a «mirar al futuro con ambición renovada» y a aunar esfuerzos para hacer frente a la «crisis inédita» que la pandemia ha supuesto a nivel global, apostando por un crecimiento económico que sea al mismo tiempo sostenible, defendiendo el multilateralismo para abordar los desafíos actuales y subrayando la necesidad de impulsar la igualdad de género.
En su discurso con motivo de la tradicional recepción al cuerpo diplomático acreditado en España en el Palacio Real, Don Felipe ha reconocido que cuando se dirigió a los embajadores el año pasado por estas mismas fechas nadie habría podido imaginar la forma «drástica y dura» en que transcurriría 2020 y ha incidido en que además ha supuesto «un paso atrás» en muchos de los logros de los últimos años.
Además, ha subrayado, ha puesto de manifiesto «la interdependencia entre todos los pueblos y ciudadanos de la Tierra y nos ha recordado la importancia del multilateralismo» para abordar los desafíos actuales, entre los que ha mencionado el cambio climático, la desigualdad o la pobreza.
No obstante, ha defendido, ante esta «crisis inédita», es necesario «oponer una voluntad de superación aún mayor». «Tenemos que mirar al futuro con una ambición renovada», ha reivindicado el monarca. «Si esta crisis ha supuesto un freno a nuestro progreso estamos obligados a recuperar el camino con un esfuerzo redoblado», ha insistido.
Para esa «inmensa tarea», según Felipe VI, «la unión coordinada de esfuerzos constituye una herramienta fundamental». En este sentido, ha asegurado a los presentes que para ella se podrá contar siempre con España, «como socio firmemente comprometido con la comunidad internacional».
Así, ha puesto en valor el aumento de las contribuciones voluntarias en el último año a agencias de la ONU como ACNUR, PMA y OIM, resaltando en particular a la OMS, una «absoluta prioridad» y que debe tener un «papel central» en la reforma del sistema de salud global por que el apuesta España con vistas a «mejorar las capacidades de alerta, preparación, supervisión y asistencia».
Asimismo, ha incidido en el compromiso con la defensa de los Derechos Humanos, «un elemento definidor de nuestra política exterior», demostrado con la «presencia activa en los principales foros internacionales» en la materia, así como con la promoción y protección de derechos de mujeres y niñas, «también un pilar fundamental».
«La igualdad de género y la participación de las mujeres en todos los ámbitos de la sociedad sigue siendo un reto fundamental de nuestro tiempo que se ha visto agravado» por la pandemia, ha reivindicado el Rey, advirtiendo del riesgo de que se agraven las desigualdades preexistentes que ha había en este ámbito.
España, ha indicado Don Felipe, también mantendrá sus «objetivos en favor de la protección del medio ambiente, de la transición energética y el desarrollo de una transformación digital justa y equitativa». «No se trata solo de lograr la recuperación, sino de crecer mejor, de forma más sostenible e inclusiva», ha sostenido, entre otras cosas porque se trata de una «cuestión justicia intergeneracional».
ÁREAS PRIORITARIAS
Por otra parte, el Rey ha repasado las distintas áreas geográficas y los intereses particulares en cada una de ellas. Así, ha aprovechado para felicitar al nuevo presidente estadounidense, Joe Biden, y se ha mostrado convencido de que las relaciones bilaterales «saldrán fortalecidas y enriquecidas».
En lo relativo a la UE, ha reconocido que se enfrenta a «grandes desafíos» y destacado que 2021 viene determinado por «la prioridad de vacunar» pero también de la solidaridad para «paliar el impacto económico» de la pandemia.
El Rey ha trasladado el apoyo de España a Portugal, que ostenta la presidencia en el primer semestre y con quien comparte «el compromiso de avanzar en el desarrollo del pilar social europeo». «Solo así podremos lograr una recuperación verdaderamente inclusiva», ha prevenido.
También ha mencionado de forma particular a Reino Unido, apostando por «una nueva relación» y por un «diálogo permanente en pos de intereses y objetivos compartidos».
Por lo que se refiere a Iberoamérica, ha resaltado que «ante la adversidad hemos estrechado aún más nuestros lazos» y ha repasado las distintas citas y acontecimientos en la región en 2021, entre ellos la Cumbre Iberoamericana de Andorra o los centenarios de México, Perú y los países centroamericanos entre otros.
Don Felipe también ha hecho mención especial al Magreb, confiando en que se pueda «retomar pronto la agenda de encuentros» con Marruecos, Argelia y Túnez, así como a Oriente Próximo. Respeto a esta última cuestión, ha recordado que se cumplen 30 años de la Conferencia de Madrid y ha expresado su deseo de que se «recupere el espíritu» de esa cita y que palestinos e israelíes puedan retomar las negociaciones con vistas a una solución de dos estados.
En cuanto a África, ha resaltado que está cada vez más presente en la política exterior española y que ofrece grandes oportunidades, si bien aún subyacen «grandes desafíos» en particular la persistencia de los conflictos y la violencia en zonas como el Cuerno de África o el Sahel. Por lo que se refiere a Asia, ha resaltado el creciente interés en este continente hacia la lengua y la cultura españolas.
CEREMONIA REDUCIDA POR LA PANDEMIA
El número de asistentes a la recepción en esta ocasión ha quedado reducido a algo más de un centenar, después de que solo se haya invitado a jefes de misión y representantes de organismos internacionales acreditados en España. Además, para garantizar el cumplimiento de las normas frente a la COVID-19, los invitados han sido distribuidos en distintas salas.
Entre los asistentes han estado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, así como la ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya, los cuatros secretarios de Estado de este departamento y la subsecretaria del Ministerio, junto al director del Instituto Cervantes.
La ceremonia ha arrancado con un saludo a los Reyes por los invitados en la Saleta Gasparini, que Don Felipe ha comentado a su término bromeando que ha sido «la más breve seguro», ya que los embajadores y representantes han pasado de forma ágil, realizando en la gran mayoría de los casos una rápida inclinación de cabeza.
A continuación, y ya en la Sala del Trono, ha tomado la palabra en nuncio del Papa en España, monseñor Bernardito Auza, en su calidad de decano del cuerpo diplomático. En su mensaje, ha tenido palabras de elogio hacia el personal sanitario y de los cuerpos de seguridad así como de recuerdo hacia los fallecidos y ha resaltado el «espíritu de superación» de los españoles.
También el Rey ha tenido palabras de agradecimiento y recuerdo, ensalzando en particular la labor realizada por los diplomáticos en todo el mundo durante la pandemia «ayudando a muchos ciudadanos» y contribuyendo «en muchos casos a salvar vidas».
Durante el tiempo que ha durado la intervención del nuncio y la del Rey, en la Sala del Trono solo han estado presentes Sánchez, González Laya y el resto de altos cargos, así como 23 embajadores y jefes de misión, entre los que figuraban los representantes de organizaciones internacionales como la SEGIB, la OMT o la Unión por el Mediterráneo, así como aquellos que presentaron sus cartas credenciales con anterioridad, aunque teniendo en cuenta también el criterio de vecindad, según ha explicado Casa Real.
En el marco de las medidas adoptadas frente a la COVID-19, se ha tomado la temperatura a todos los asistentes en los puntos de acceso al Palacio Real, quienes también han tenido que usar gel hidroalcohólico antes de entrar, y luego han permanecido en todo momento con mascarillas y guardando las distancias de seguridad.