Aunque parezca lo contrario hay muchas formas válidas de practicar sexo. Por ejemplo, técnicas como el beso negro cada vez están más extendidas. Y, de ahí, muchos son los que pasan a experimentar el sexo anal. Aunque se ha considerado un tema tabú durante muchos años, cada vez son más las personas que sienten curiosidad.
Por eso, si después de haberlo pensado durante un tiempo tu pareja y tú os estáis planteando probarlo en serio, es el momento de conocer las claves para disfrutar de la experiencia. Esta práctica es algo que nos suele poner nerviosos. Sin embargo, sabiendo cómo hacerlo, no tiene por qué ser incómodo y mucho menos doloroso. Eso sí, debéis estar convencidos al 100%.
Si sientes curiosidad y quieres dar un paso más, descubre cómo probar el sexo anal por primera vez sin que resulte doloroso.
Preservativo y lubricante, claves para disfrutar del sexo anal
Según varios estudios, el 50 por ciento de las parejas heterosexuales practican el sexo anal. Así, se convierte en la tercera práctica más extendida a nivel mundial, después del coito y el sexo oral. Es por tanto muy común que cada vez sean más las personas interesadas en el tema. A pesar de no ser algo de lo que se habla de forma normal, a todos nos llama la atención.
Por eso, si quieres probarlo, lo primero que debes tener en cuenta es que, a la hora de mantener una relación segura, debes usar preservativo. Sí, también si hablamos de esta. De hecho, con mucha más razón, pues estamos hablando de una de las zonas más delicadas de nuestro cuerpo y que puede no estar todo lo limpia que desearíamos.
Otra de las cosas con las que debemos hacernos antes de ponernos manos a la obra es el lubricante. En la actualidad, existe una gran variedad de estos productos, pero tenemos que saber cuál elegir. Lo ideal es optar por los que son de silicona y no de base agua, pues estos se evaporan más rápido. Además, los primeros aportan un extra de suavidad, con lo que la penetración será más cómoda.
Ten claro qué va primero y qué después
Como el sexo anal ha sido un tema tabú durante muchos años, existe aún poca información relativa al mismo. Uno de los espacios donde lo solemos ver es en las películas o vídeos porno. Sin embargo, esta no es la mejor forma de tener una primera toma de contacto, pues este tipo de contenido no deja de ser ficción.
Podemos afirmar que las películas de este género tienden a desinformar más que otra cosa. Por eso, vemos en muchas de ellas cómo los protagonistas pasan de forma muy rápida del sexo anal al vaginal. Esto no se debe hacer. La razón principal es que estaremos poniendo en riesgo nuestra salud, pues podría causarnos cualquier tipo de infección.
Si vas a probarlo y deseas hacerlo con seguridad, lo mejor es tener claro que cada cosa tiene que tener su tiempo y espacio. Cuando terminemos del sexo anal, lo ideal es cambiar el condón, lavarse y proseguir con la vagina. Si usáis juguetes sexuales, estos también deben lavarse de forma adecuada.
Cuidar la higiene es prioritario si practicamos sexo anal
A la hora de mantener cualquier tipo de encuentro íntimo, lo primero que debemos abordar es el tema de la higiene. En todo momento, cualquiera de nuestras partes, tanto genitales como generales, deben estar lavadas correctamente para poder disfrutar al máximo de forma segura y sin tener que preocuparnos.
Como no podía ser de otro modo, e incluso con más razón, la primera vez que practiquemos sexo anal debemos asegurarnos de que hemos lavado muy bien la zona. Esta es una de las que más infecciones puede concentrar, por lo que es especialmente importante. Además, se ensucia de forma constante, por lo que debemos insistir el doble.
Para alcanzar el éxito, la zona anal debe estar limpia por completo. Lo ideal para hacerlo es usar un jabón neutro o que esté especialmente indicado para ello. Mientras cuidemos nuestra higiene personal al máximo, no deberíamos encontrarnos con ningún tipo de sorpresa.
Técnicas de relajación y posturas para disfrutar
El sexo anal es una práctica muy extendida, pero que desconocemos. Es por eso que nos ponemos tan nerviosos solo de pensarlo. Esto lo único que provocará es que nuestros músculos se tensen, y podrá provocar dolor en la zona cuando lo intentemos.
Para que esto no suceda, debemos calmarnos y confiar plenamente en nuestra pareja. En el caso de que el ano se contraiga demasiado no podremos terminar de practicar sexo anal o incluso podremos tener una herida a causa de la penetración. Hay que tener cuidado y relajarse, por lo que podemos optar por masturbarnos, por ejemplo, durante el proceso.
Si eres principiante, existen algunas posturas que harán más fácil el encuentro. En primer lugar, tenemos el perrito, ya que el pene entrará de forma directa y la otra persona podrá controlar al máximo la penetración. Si prefieres llevar las riendas, también podéis optar por la postura de la amazona.
Ritmo y estimulación para una experiencia de 10
Una vez que hayamos comenzado nuestro encuentro y la cosa vaya cogiendo forma, es importante también controlar el ritmo. Al principio, este debe ser suave y controlado al completo. Debemos recordar que el ano no es tan flexible como la vagina, por lo que es mejor ir despacio e ir notando todas las sensaciones. Conforme lo vayamos haciendo más veces, iremos cogiendo práctica.
Para ayudarnos en el momento, podemos hacer uso de cualquier tipo de juguete sexual que contribuya a que nuestro ano se abra. Los encontraremos de distintos tamaños, por lo que elegiremos el que más vaya con nosotros. Recuerda que, según avance la excitación, también será más fácil la penetración.
Si queremos que los encuentros sean más fáciles, otra de las cosas que podemos hacer es ejercitar nuestro ano. Para ello, podemos también hacer uso de juguetes sexuales con los que practicar en solitario. De este modo, conoceremos el ritmo y sabremos al 100% si obtenemos placer haciéndolo.
