El almirante general Teodoro López Calderón ha tomado posesión este jueves como nuevo Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD) manifestando su «admiración y respeto» por su antecesor, el general Miguel Ángel Villarroya, quien se vio obligado a dimitir por la polémica sobre las vacunaciones en las Fuerzas Armadas. Por su parte, la ministra de Defensa, Margarita Robles, se ha limitado a agradecer la «generosidad y entrega» demostrada por Villarroya durante sus 40 años de servicio en las Fuerzas Armadas y, sobre todo, durante el último año en el que ha ocupado el máximo puesto en la cúpula militar.
El acto de relevo al frente del Estado Mayor de la Defensa ha tenido lugar en el patio del Ministerio de Defensa y el antiguo JEMAD ha entregado el mando a su sucesor como establece el protocolo. El almirante López Calderón no ha obviado la polémica en sus primeras palabras como jefe de Estado Mayor, puesto al que reconoce haber llegado de manera «imprevista» como consecuencia de unas «desafortunadas circunstancias».
«Quiero mostrar mi admiración y respeto por el general Villarroya, que ante lo sucedido ha tomado una decisión que le honra acorde a los valores y principios de las Reales Ordenanzas de las Fuerzas Armadas», ha reconocido con un paso con el que cree que «ha dado ejemplo y demostrado su categoría profesional y humana».
Por su parte, Robles ha dedicado al general Villarroya unas escuetas palabras para agradecerle sus más de 40 años de servicio a España y las Fuerzas Armadas «con generosidad y con entrega». Y ha destacado su labor durante el último año al frente de la misión Balmis y la operación Baluarte de lucha contra la pandemia.
«Usted siempre a la cabeza de ello, siempre sirviendo a España. Y sé que donde esté va a estar sirviendo España. Muchas gracias por su trabajo», ha trasladado al general del Aire, que tras su cese pasará a la reserva.
RECHAZO A LOS «INQUISIDORES»
A la vez, la ministra ha definido al almirante López Calderón como uno de los mejores militares de toda Europa y ha reconocido su «generosidad» al asumir el puesto de Jemad «en estos momentos. «Eso le define a usted y a los militares, su voluntad de servicio, su compromiso, su amor a España y amor a las Fuerzas Armadas», ha destacado.
Pero además de «admirar» las virtudes castrenses del almirante, Robles ha destacado sus «virtudes humanas», llevando «el humanismo al servicio de la milicia» frente a otros «inquisidores que se creen siempre con derecho a tener razón, a la verdad, que solo buscan los fallos y que no tienen la más mínima muestra de generosidad para reconocer el trabajo bien hecho de las personas y las Fuerzas Armadas».
A su juicio, este tipo de personas «no sirven para construir España». «Sirven los valores que usted representa y que las Fuerzas Armadas representan –ha dicho al Jemad– Esa es la verdadera España, la España que construye, es tolerante con los errores y la España que es generosa y no se corta en decir los aciertos, que en las Fuerzas Armadas son prácticamente todos».
«CAPEAR CON ESFUERZO LOS TEMPORALES»
El nuevo Jemad ha aprovechado la toma de posesión para marcar sus principales líneas de actuación y ha garantizado que toda su labor estará siempre guiada por «el servicio a España y la plena lealtad a la Constitución y el Rey».
Y se ha permitido un «símil naval» para pedir la colaboración de todas las Fuerzas Armadas en esta labor: «Que entre todos podamos capear con esfuerzo y entrega los posibles vientos duros y temporales que podamos encontrar en las próximas singladuras».