jueves, 12 diciembre 2024

Adiós al caso Dina: Iglesias asume que se librará de la imputación por la pleitesía de Bousselham

Parece que la formación morada ya tiene una estrategia a seguir para esquivar la hemeroteca. El vicepresidente del Gobierno y líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, ya sabe lo que tiene que hacer para librarse de la imputación en el caso Dina. Si hubiera denuncia de la principal afectada en el caso, la exasesora del responsable del partido morado Dina Bousselham, Iglesias correría peligro, pero lo cierto es que el Tribunal Supremo no abrirá causa penal contra el vicepresidente, tal y como se ha conocido este miércoles. La sala de lo penal ha devuelto el caso a la Audiencia Nacional para que complete la investigación. Y si quiere hacerlo en condiciones, hace falta que Dina, la que ahora dirige un periódico afín a Podemos con el apoyo total de Iglesias, denuncie al vicepresidente por revelación de secretos, algo que nadie espera que pase.

En Unidas Podemos estaban tensos hasta conocer la decisión del Tribunal Supremo. Ahora confían en que el caso Dina no trascenderá porque de ello depende que Dina denuncie a Iglesias, algo que no va a pasar porque tal y como aseguran fuentes consultadas por este medio, «le debe su actual puesto». Bousselham es directora del diario afín a Podemos La Última Hora! y ha mantenido una línea editorial casi pasional con la formación morada. Su puesto cuenta con la aprobación del núcleo duro de Iglesias y desde el partido se muestran absolutamente convencidos de que a pesar de que Dina tenga la sartén por el mango no denunciará al vicepresidente del Ejecutivo. Entonces, todo atado.

Los jueces del Supremo han devuelto el caso al titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, Manuel García-Castellón para que agote la investigación y decida si es adecuado remitir una nueva exposición razonada contra Iglesias, que no olvidemos que está aforado y por eso es juzgado directamente por el Alto Tribunal. Ahora puede parecer que Iglesias lo tiene todo en contra, dado que García-Castellón se mostró absolutamente convencido de la necesidad de imputar a Iglesias, razón por la que el Supremo ha tenido en su mano hacerlo, pero lo cierto es que para que la investigación siga su curso es necesario que Dina denuncie a quien el ha facilitado dirigir el proyecto que ahora lleva.

García-Castellón considera que Iglesias pudo haber cometido delitos de descubrimiento y revelación de secretos, daños informáticos y denuncia falsa o simulación de delito por acceder al móvil de Bousselham sin su consentimiento. No hay que olvidar que todo este embrollo que ha puesto en un compromiso al vicepresidente del Gobierno viene de que a Bousselham, en el momento que era asesora de Iglesias, perdió (o le robaron, según la versión) el móvil y este acabó en las manos equivocadas con un contenido complicado. Tal era el contenido, que quien después de todo este lío le dio la tarjeta de memoria con el contenido al que ahora es vicepresidente fue el director de la revista Interviú.

El problema es que mientras el Supremo entiende que la investigación del magistrado está incompleta y exige que se hagan bien las diligencias, desliza que todo recae en Bousselham, es decir, que si Iglesias cometió o no un delito al esconder esa tarjeta de memoria que le dieron desde la revista durante varios meses lo decide Bousselham, nadie más. El Código Penal exige la denuncia de la persona agraviada para poder proceder contra el denunciado. Por lo que sin Dina, la que le debe su estatus laboral a Iglesias, no quiere denunciarle, puede que el vicepresidente se libre por completo de la imputación.

Se ha señalado directamente desde el Supremo que «el cumplimiento de tal requisito en modo alguno ha sido determinado con la precisión o claridad exigida, para hacer efectiva su declinación competencial. Abundan razones para afirmarlo y también para negarlo, según la intervención procesal de Dina que examinemos y el correlativo acto de injerencia en su intimidad contemplado; en ningún caso, sin la asertividad requerida”.

Fuentes consultadas de Unidas Podemos dan por zanjado el asunto. Saben a ciencia cierta que Dina no va a demandar a Iglesias no solo por el pasado conjunto que han tenido o porque sean capaces de leer el futuro, sino porque Dina ya ha tenido en su mano denunciar a Iglesias por no haberle devuelto el contenido de la tarjeta de memoria que presuntamente le robaron y no quiso hacerlo. Se ha negado a denunciar a su líder siempre hasta el punto de que incluso han compartido abogada, la misma que tenía una relación íntima con el exfiscal anticorrupción Ignacio Stampa.

La hemeroteca, por tanto, se quedará en eso, en un vídeo del pasado al que no ha tenido que enfrentarse. No hablamos de las críticas de Unidas Podemos a los aforados, condición de la que disfruta ahora el vicepresidente del Ejecutivo, que no olvidemos que ya estaría imputado si el Supremo no fuera el único tribunal con potestad para juzgarle, pues el magistrado de la Audiencia Nacional ya quiso investigarle por destrucción de material informático y revelación de secretos. Ahora a Iglesias se le aproximan nuevos líos políticos, pero no judiciales, pues el caso Dina era el que (con diferencia) más preocupaba al núcleo de Unidas Podemos.