Los restos de Francisco Franco ya han sido trasladados al cementerio El Pardo-Mingorubio tras estar depositados 44 años en el Valle de los Caídos. En este mausoleo, según el censo del Ministerio de Justicia, siguen descansando los restos de 33.833 personas de ambos bandos de la Guerra Civil, de los que más de 12.400 cuerpos aún están sin identificar.
Todavía se desconoce cuál será el futuro del Valle de los Caídos pero no es el único monumento con significado franquista y es que en España aún se mantiene simbología que exalta la dictadura en calles, plazas, edificios e incluso en el nombre de algunos pueblos. Estos son solo algunos ejemplos de simbología franquista.
ARCO DE LA VICTORIA
Este monumento está situado en una de las entradas a Madrid, la carretera de A Coruña, por lo que debido a su impresionante altura, 49 metros, es lo primero que ven muchas de las personas que se acercan a la capital. Este arco se construyó entre 1950 y 1956 y su ubicación no es casual, ya que Moncloa fue un enclave fundamental del bando republicano porque fue uno de sus últimos frentes . El monumento homenajea la victoria del bando nacional.
En la parte superior del monumento se puede ver La Cuádriga de Minerva y en la parte frontal (noroeste) que da hacia Ciudad Universitaria, se puede leer, en latín, la siguiente inscripción: “A los ejércitos aquí victoriosos, la inteligencia, que siempre es vencedora, da y dedicó este monumento”. Además, en la parte inferior de este mensaje, se encuentran dos medallones coronados con laurel con la fecha de inicio y final de la Guerra Civil, uno a cada lado del arco, con las letras alfa (inicio de la guerra) y omega (en la fecha final de la guerra).
En el friso trasero(sudeste) que mira hacia Moncloa se puede leer la siguiente inscripción latina: “Fundado por la generosidad del Rey restaurado por el Caudillo de los españoles, el templo de los estudios matritenses florece bajo la mirada de Dios”. Asimismo, también hay dos medallones coronados con laurel con las mismas fechas que en la parte frontal.
MONUMENTO A LOS CAÍDOS (PAMPLONA)
Este monumento también es conocido como Navarra a sus Muertos en la Cruzada como figura en su fachada o en su actualidad ha sido denominado como Sala de Exposiciones. En su interior han estado enterrado los restos de José Sanjurjo y Emilio Mola, además de otros seis combatientes franquistas, que fueron exhumados en el año 2016.
Se mandó construir en el año 1942 para rememorar a los 4.500 navarros que formaban parte del bando sublevado y que cayeron en combate.
El edificio fue donado por el obispado al ayuntamiento, con la condición de no retirar ni modificar ningún elemento de forma definitiva. Sin embargo, la Ley de Símbolos de Navarra del año 2003 obliga a la retirada de simbología franquista aunque en este caso solo se han ocultado los escudos franquistas exteriores, la inscripción y el nombre del edificio frontal.
ESTATUA DE FRANCO (MELILLA)
La última escultura del general se encuentra en la ciudad autónoma de Melilla, donde en 2010 ya retiraron una estatua ecuestre de Franco. Se construyó años después de su muerte(1975) y está situada a la entrada de la ciudad por el puerto y representa al dictador vestido de militar acompañado por un bastón y unos prismáticos.
En varias ocasiones han pedido la retirada de esta pero desde el PP se ha reiterado que no homenajea a Franco como dictador, sino como comandante de la Legión, tal y como señala la inscripción, “al comandante de la Legión don Francisco Franco Bahamonde”.
La nueva alcaldía, en manos de Ciudadanos gracias al apoyo del PSOE, está trabajando en retirar el último monumento en una vía pública de Francisco Franco y así cumplir con la de la Memoria Histórica.
MONUMENTOS DE LA BATALLA DEL EBRO
La Batalla del Ebro , ocurrida en el año 1938, fue en la que más combatientes participaron (alrededor de 200.000 personas), la más larga (cerca de cuatro meses) y una de las más sangrientas (más de 100.000 bajas), y además fue la decisiva para el final de la Guerra Civil.
El monumento conmemorativo de la Batalla del Ebro es un monolito arquitectónico y escultórico situado en medio del río Ebro a su paso por Tortosa (Tarragona). La parte más alta del monumento mide 26 metros y es una cruz de Santiago y se construyó en 1964.
Con la llegada de la democracia a España, el Ayuntamiento retiró algunos de los elementos de carácter franquista como el vítor de Franco que el águila portaba entre sus garras. A pesar de que se ha retirado varios detalles, aún está presente la dedicatoria en la base del monumento. “A los combatientes que hallaron gloria en la Batalla del Ebro».
Existe cierta polémica porque algunos sectores exigen la retirada del monolito mientras que desde la Diputación de Tarragona y el Ayuntamiento de Tortosa se ha declarado que el monumento puede ser considerado como un homenaje a los muertos de los dos bandos y ha sido declarado bien integrante del patrimonio cultural de Cataluña.
Asimismo, en el margen izquierdo del río Ebro tuvo lugar la batalla más sangrienta de la Guerra Civil. Para conmemorar esta batalla, el pueblo de Corbera de Ebro, concretamente la parte baja del cerro, fue dejado tal y como había quedado tras la batalla, como recuerdo del general Franco a su victoria y se puede encontrar el centro de interpretación 115 días que informa sobre este acontecimiento.
RUINAS DE BELCHITE
La batalla de Belchite transcurrió desde el 24 de agosto de 1937 hasta el 6 de septiembre del mismo año en los alrededores y en el mismo municipio de la provincia de Zaragoza. La batalla finalizó con la derrota del bando nacional aunque los republicanos no consiguieron tomar Zaragoza.
Belchite acabó en ruinas y cuando terminó la guerra, Franco ordenó dejar el pueblo como estaba, sin reconstruir para que se convirtiese en un símbolo de lo acontecido en el lugar.
El 12 de octubre de 1939, el Generalísimo firmó un decreto que determinaba: “En lo sucesivo llevará Belchite el título de Leal, Noble y Heroica Villa. Y, además, es ordenado que se abra expediente para la concesión a sus defensores, colectivamente, de la Cruz Laureada de San Fernando“.
ESTATUA GENERAL VARELA (SAN FERNANDO, CÁDIZ)
El general Enrique Varela fue el principal artífice de la sublevación militar en Cádiz en 1936 y fue Ministro del Ejército en el primer gobierno franquista. En 1948, se construyó una estatua ecuestre de este general y en la actualidad aún permanece en la Plaza del Rey de San Fernando.
Asimismo, fue nombrado hijo predilecto de San Fernando y este título lo mantiene ya que fue nombrado antes de la guerra civil. En el año 2016, el Ayuntamiento aprobó la propuesta del grupo Sí se puede (Podemos) de retirar esta estatua aunque más tarde, se propuso su traslado a una de las zonas militares de la ciudad. No obstante, tres años después aún la estatua continúa en el mismo espacio que en 2016
PUEBLOS ‘FRANQUISTAS’
En España todavía existen municipios que contienen referencias franquistas, como es el caso de Guadiana del Caudillo en Badajoz, que, en los últimos meses, tras ganar el PSOE las elecciones, comenzó a retirar algunos símbolos (placas y escudos) del Ayuntamiento. El nuevo alcalde, Francisco Moreno, prometió cambiar el nombre del municipio que Franco inauguró hace 68 años.
También en la provincia de Badajoz, hay otro municipio con referencia hacia el dictador, Villafranco del Guadiana. Desde los años 80 se ha planteado el cambio de nombre, incluso se ha propuesto llamarse al pueblo Villa del Guadiana y en 2016 se iniciaron los trámites para ello pero los habitantes se mostraron en contra de la nueva denominación.
Asimismo, en Soria hay un pueblo de 2.000 habitantes denominado San Leonardo de Yagüe, donde nació el general franquista Juan Yagüe, que también posee una plaza con su nombre y un monumento.
En 2016, los pueblos franquistas eran un total de 11 municipios y en 2019 solo quedan ocho: Llanos del Caudillo (Ciudad Real), Quintanilla de Onésimo (Valladolid), Alcocero de Mola (Burgos), Villafranco del Guadalhorce (Málaga) o Alberche del Caudillo (Toledo), más los tres mencionados anteriormente.