La marcha negacionista de este sábado en Madrid se salda con 216 multados

La Policía Nacional interpuso ayer sábado un total de 216 propuestas de sanción a participantes de la marcha negacionista que recorrió por la tarde algunos puntos del centro de Madrid, algo más de 40 por desobediencia a la autoridad y el resto por no llevar la mascarilla ni respetar la distancia de seguridad.

Así lo han indicado fuentes de la Delegación del Gobierno en Madrid, que han explicado que los organizadores pidieron en tiempo y forma realizar esta manifestación entre la plaza de Carlos V (Atocha) y la Plaza de Cibeles a partir de las 17 horas del sábado bajo el lema ‘Reivindicar la libertad, los derechos fundamentales y la vida, con una previsión de asistencia de 550 personas.

Como en el resto de protestas y concentraciones, el departamento que dirige José Manuel Franco advirtió a los promotores que todos los asistentes deberían llevar mascarilla y respetar una distancia de seguridad entre ellos de, al menos, metro y medio de distancia. Los organizadores respondieron afirmativamente y además indicaron que algunos de ellos vigilarán el cumplimiento de las medidas antiCovid.

A las 17 horas unas 400 personas iniciaron la marcha desde Atocha, pasando por el Paseo del Pardo, donde pararon cinco minutos frente al Ministerio de Sanidad. Continuaron por Neptuno, donde pararon otros minutos, hasta llegar a Cibeles, donde instalaron una carpa para realizar sendos manifiestos.

A lo largo del camino se fue uniendo gente hasta llegar a las 1.300 personas a su final, por lo que ya no se garantizaba la distancia de seguridad y muchos participantes no llevaban mascarillas. Durante el recorrido se oyeron gritos de «fuera dictadura». Portando pancartas con mensajes como «Stop a esta farsa de pandemia», los manifestantes recuperaron «derechos fundamentales y libertades».

En un momento dado, entorno a las 19:30 horas, y ante la acumulación de personas frente al escenario improvisado sin respetar distancia ni uso de mascarilla, por parte de las unidades intervinientes de la Policía Nacional se procedió a reiterar mediante el uso, tanto de megafonía policial como la propia de los organizadores, la necesidad de cumplir con las medidas de seguridad y que en caso contrario se procedería de acuerdo a lo establecido en la legislación vigente.

Posteriormente, los agentes reiteraron las instrucciones establecidas en la resolución dictada por la Delegación del Gobierno para el desarrollo de la manifestación, en las que textualmente se refleja lo siguiente: «…Durante la manifestación y concentración se mantendrá una distancia mínima entre los participantes de al menos 1,5 metros, siendo obligatorio en todo caso el uso de mascarilla así como su adecuada utilización. Al finalizar el acto, deberán abandonar la zona de manera ordenada y cumpliendo las normas de distanciamiento social.»

Pero, según el departamento estatal, ante el «incumplimiento «de las ordenes efectuadas por la Policía, los agentes accedieron tanto al escenario como a la zona de concentración, donde indicaron a los concentrados que respetasen la distancia de seguridad e hicieran uso de las mascarillas, procediéndose a sancionar a aquellas personas que incumplieron de forma reiterada las ordenes dadas.

La Policía Nacional decidió por operativa no desalojar la manifestación pero sí comenzó a practicar propuestas de sanción, un total de 216, algo más de 40 por desobediencia a la autoridad y el resto al amparo del decreto de la Comunidad de Madrid por no llevar la mascarilla obligatoria.

LOS CONVOCANTES DE LA MANIFESTACIÓN

El colectivo Humanos conscientes y libres fueron los convocantes de la marcha. Apoyados por una veintena de asociaciones, los promotores precisan que no pertenecen a ningún partido, por lo que este evento ha tenido «un carácter apartidista», con la reivindicación principal de recuperar «derechos fundamentales y libertades».

Además, entre los puntos del manifiesto también solicitaron conocer el comité de expertos que ha diseñado «las medidas restrictivas» ante la Covid-19 y reclaman «abrir un debate científico y plural» acerca de la «pandemia, el virus, los test, las vacunas, la industria farmacéutica, el uso obligatorio de mascarillas, la corrupción de la OMS y la relación de la geoingeniería, las ondas 5G con la Covid-19, enmarcadas todas en la agenda 2030».

Entre sus reclamos, también pidieron la «actuación» de la Justicia para que «depure responsabilidades por lo sucedido» en las residencias de ancianos y en el sistema sanitario, así como en los delitos de «homicidio por omisión del deber de socorro» y «eutanasia activa mediante sedaciones, fármacos experimentales y protocolos (como el aislamiento y la deprivación afectiva prolongados) mucho más nocivos que la propia enfermedad».

Por otro lado, reclamaron la «liberación de la infancia y la juventud de las actuales y deshumanizadoras normas que tanto están perjudicando su salud a nivel físico, psicológico y emocional» y piden la reanudación inmediata de la atención primaria presencial en todo el país.

La marcha ha contado con el apoyo de personajes públicos como Enrique Bunbury, que no pudo acudir presencialmente ya que ha argumentado que se encuentra grabando un concierto. No obstante, a través de un vídeo expresó su ánimo a la marcha.

«Estamos en momentos muy complicados en los que parece que hay que recordar nuestras libertades. Hay que exigir que nuestras libertades sean devueltas. La libertad de expresión, de movimiento, de reunión. La libertad médica, que es tan importante. Y por supuesto el derecho al trabajo. Son cosas tan obvias que casi me parece una vergüenza estar repitiéndolas en voz alta», dijo el artista.