El Gobierno no contempla endurecer las medidas para la llegada de turistas europeos a España, más allá de seguir exigiendo una PCR realizada en origen, ya que considera que es suficiente para evitar la importación de casos, al tiempo que reconoce preocupación ante la posibilidad de que otros países europeos puedan decidir unilateralmente cerrar sus fronteras.
En la actualidad, la frontera exterior de la UE permanece cerrada para la práctica totalidad de los países del mundo, lo que impide la llegada de turistas procedentes de ellos, mientras que las fronteras interiores entre los socios comunitarios permanecen abiertas y los líderes europeos se comprometieron el jueves a que continúen así, aunque con más restricciones a los viajes no esenciales.
Bruselas ha dejado claro que el cierre de fronteras es una competencia nacional, lo cual deja abierta la puerta a que algunos estados miembros den un paso en este sentido –que algunos ya estarían sopesando–, algo que en el Gobierno español genera cierta preocupación, según reconocen fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación.
«Es un riesgo claramente a evitar», sostienen, incidiendo en que si no se adoptan medidas de consenso se volverá al «escenario de marzo y abril de cierres» de fronteras. Esto es algo, subrayan desde Exteriores, que el Gobierno quiere evitar por el impacto que tiene en el mercado único y en la libre circulación.
Desde el Ejecutivo se ha apostado en todo momento por adoptar medidas que desde la «seguridad sanitaria» permitan la movilidad con vistas a evitar el «coste» del cierre de las fronteras. En este sentido, las fuentes subrayan que aunque se trate de una competencia nacional y por tanto «los estados están en su derecho» de cerrar fronteras, eso no significa que «sea lo deseable».
Por lo que se refiere a las llegadas a España de ciudadanos de otros estados miembro, desde Exteriores recuerdan que para los países de la UE se aplica «un régimen sencillo y seguro de solicitud de PCR de origen en aquellos territorios considerados de alto riesgo».
Dado que en la coyuntura actual las cifras de turismo de otros países de la UE son «bajas», el Gobierno considera que la exigencia de PCR negativa es «suficiente para garantizar la seguridad y para prevenir la importación de casos» de estos lugares.
En lo relativo a Reino Unido, las fuentes han adelantado que está previsto que el Consejo de Ministros anuncie el próximo martes una prórroga de la prohibición de vuelos y llegada de barcos otros catorce días más. La medida se adoptó inicialmente el 21 de diciembre, tras confirmarse casos de la cepa británica, y ya se prorrogó el pasado 12 de enero hasta el 2 de febrero.
Respecto a la propuesta griega de un certificado de vacunación a nivel europeo que facilite la movilidad dentro del bloque, que España ve con buenos ojos, las fuentes inciden en que por ahora no hay un «calendario determinado» y la cuestión no reviste actualmente una «urgencia inmensa».
No obstante, en lo que sí parece haber acuerdo entre los líderes europeos es en ir evaluando las cuestiones técnicas para que pueda ponerse en marcha llegado el momento, cuando la cifra de vacunados sea mayor de la actual, habida cuenta que la población que está siendo vacunada inicialmente no es a priori la que más se desplaza.