Un «confinamiento indirecto» que, además, es «necesario». Así ha descrito la presidenta del Gobierno riojano, Concha Andreu, la situación en La Rioja en una entrevista con la cadena Ser.
Andreu ha calificado la situación «de muro» o, más bien, «de frontón». «No vemos el final de la curva; los contagios están produciéndose a una velocidad que no esperábamos», ha dicho al tiempo que ha destacado que la «preocupación» es que se «sature el sistema sanitario».
La jefa del Ejecutivo riojano ha señalado que la comunidad venía, cuando dio comienzo su legislatura, «de una época en la que no se invirtió en la red pública» por lo que hubo que «triplicar el número de camas UCI».
Ahora mismo, hay 40 de 54 ocupadas y la presidenta ha informado que este mismo miércoles se aprobó en el Consejo de Gobierno la compra de «bombas para habilitar camas, que normalmente son quirófano, y convertirlas en UCI si hace falta.
Con respecto a la vacunación, ha señalado que hay que «dejar la política a un lado» porque todas las comunidades ya sabían «desde el principio» el número de dosis que le correspondían. «Ese dato lo teníamos», ha indicado al tiempo que se ha preguntado «por qué hacer guerras».
También ha dicho que cada comunidad ha seguido «el ritmo que ha creído» y, por eso, algunas como La Rioja decidieron guardar dosis para una segunda vacunación, lo cual ha visto como un «acierto», y otras fueron más «aventuradas».
Con respecto al sistema de control ha dicho que es muy sencillo porque cada vacuna tiene un registro con el nombre de la persona que se la ha puesto «y hay un protocolo».
«Claro que es posible» que pase como ha ocurrido en Valencia, con 150 personas saltándose la cola, ha respondido a una pregunta. «Pero», ha añadido, «lo fácil es revisar» lo que ha pasado y, de hecho, en La Rioja se ha «detectado un caso gracias a este control» y se está investigando.
Con respecto a qué hacer cuando ocurre algo así ha considerado que «no se puede desaprovechar esa vacuna» (ya que sólo con dos dosis tiene utilidad) pero esa persona «tiene que estar fuera de cualquier responsabilidad».
Preguntada qué pasa en La Rioja que siempre está a la cabeza de las olas, Andreu ha respondido que los datos en esta comunidad «bajan en picado» y, luego, la subida «es exponencial».
«Nuestra forma de relacionarnos muy abierta provoca esa facilidad para el contagio«, ha explicado. También ha dicho que está «estudiado» que La Rioja es «cruce de caminos» y «hay mucha conectividad», lo cual «ayuda a que se expanda».
Todo esto «rematado» con que el «virus tiene una facilidad de contagio enorme». Además, ahora el Gobierno riojano está «esperando» a conocer «el mapa genómico de dos posibles variedades» y están «casi seguros» de que, dada la facilidad del contagio, «tiene que ser» que haya una de las mutaciones en La Rioja.
Con respecto a las ayudas al sector hostelero ha relatado cómo se han dado cuenta de que el sistema «burocrático es larguísimo», de forma que tras cinco meses se está empezando a pagar ahora, por ello, están analizando desde el Gobierno y junto a los agentes del diálogo social cómo hacer que las ayudas sean «inmediatas».