Matías Prats es por el excelencia el gran referente de los informativos españoles. Millones de personas suelen sentarse frente a la pantalla del televisor y sintonizar el telediario para escuchar las noticias del día contadas por el. No caben dudas de que Matías ha elegido la profesión que mejor le sentaba y también esa que lleva en los genes. Su padre, Matías Prats Cañete, es considerado uno de los mejores periodistas de la historia española por sus labores tanto en radio como en televisión. A su vez, su hijo, también llamado Matías, es actualmente presentador de la sección de deportes de los informativos de Telecinco. Toda una dinastía de periodistas.
Matías Prats Luque estudió primero derecho y luego se graduó como Licenciado en Periodismo en la Universidad CEU San Pablo. En un principio Prats Cañete no quería que su hijo siguiese sus pasos, pero el destino se impuso y Matías terminó desarrollando la vocación que traía en la sangre. En 1975 comenzó a trabajar como colaborador en La 2, luego pasó a presentar programas deportivos hasta acabar siendo la principal figura de los informativos de La 1. A fines de la década del 90 fichó por Antena3 y allí continúa. Toda una vida dedicada la televisión. Sin embargo, Matías Prats es también un ser humano y, a pesar de su gran talento como presentador, a veces se equivoca. Aquí repasaremos algunas situaciones en las que vaciló frente a cámara en pleno directo.
1La pillada a Matías Prats y Mónica Carrillo
La televisión es a veces muy traicionera y por más tiempo que lleves trabajando en ella, muchas veces puede jugarte una mala pasada. Y si no que se lo digan a Matías Prats, que tuvo un divertido despiste junto a su compañera Mónica Carrillo en medio del informativo de mediodía de Antena3 de 2019. El telediario había ido a una pausa publicitaria y a su regreso nadie de producción avisó a sus presentadores que ya estaban en directo. ¿El resultado? Un clásico, los pillaron hablando. «Y tú en cambio tampoco…», se lo oyó decir a Prats, que al darse cuenta de la situación continuó dando noticias con mucho oficio como si nada hubiese ocurrido. En fin, una anécdota graciosa que le puede suceder a cualquier presentador de TV, sin importar los años de experiencia que tenga.