El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha considerado un «hecho lamentable» el arresto este domingo en Rusia del líder opositor Alexei Navalni a su regreso al país tras haber recibido tratamiento en Alemania después de haber sido envenenado el pasado mes de agosto.
Sánchez se ha referido a este hecho durante su intervención en la inauguración de la Conferencia de Embajadores, celebrada en la Casa de América, en Madrid, en la que ha desgranado las prioridades del Gobierno en materia de política exterior.
En su mención a Rusia, el presidente ha considerado que las relaciones con este país «exigen equilibrio entre la firmeza en la defensa de nuestros principios e intereses y también del diálogo».
Según Sánchez, la cuestión no es tanto hablar con Rusia, «pues se habla todo el tiempo con su Gobierno, sino saber exactamente de qué queremos hablar con Rusia y para qué fin. En este sentido, ha opinado que dicho diálogo debería «involucrar también a la sociedad civil rusa».
En este punto, se ha referido al «hecho lamentable» ocurrido el domingo con la «detención del líder opositor», si bien no ha entrado en más valoraciones ni comentarios sobre lo sucedido.
Navalni se ha convertido en los últimos años en la principal figura de oposición al presidente ruso, Vladimir Putin, en el poder desde 2000 y que solo ha dejado la Presidencia durante un breve lapso entre 2008 y 2012.
El líder opositor, que ya había sido detenido en el pasado, fue envenenado el pasado mes de agosto con una sustancia de la familia Novichok y tras ser hospitalizado en un estado crítico en un hospital en Siberia fue evacuado en un avión medicalizado a Alemania, donde recibió tratamiento. Este domingo, fue detenido nada más aterrizar en Moscú.
Navalni ha acusado a los servicios de seguridad rusos de estar detrás de estos hechos, pero Moscú lo niega. Un tribunal ha dictaminado este lunes su ingreso en prisión preventiva durante 30 días.
Entretanto, en un comunicado del Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, los Veintisiete han condenado la detención de Navalni y han reclamado su puesta en libertad. «Su detención marca una tendencia negativa que cercena el espacio de la oposición, la sociedad civil y las voces independientes en Rusia», ha alertado Borrell.
En medio del debate sobre la posible adopción de sanciones contra Rusia, la diplomacia comunitaria afirma que «vigilará de cerca el desarrollo de los acontecimientos y continuará teniendo en cuenta la situación de la oposición rusa en su relación con Moscú».