sábado, 14 diciembre 2024

El Vaticano procesará por malversación a la mujer implicada en el caso del cardenal Becciu

El juez instructor del Tribunal del Vaticano procesará por malversación de fondos públicos a Cecilia Marogna, la mujer italiana implicada en el caso de la compra opaca de un inmueble en Londres que forzó la dimisión del cardenal Giovanni Angelo Becciu.

La mujer, de 39 años, recibió, según las investigaciones, hasta 500.000 euros provenientes de la Secretaría de Estado, fondos controlados en esa época por el cardenal Becciu y será imputada en el proceso que comenzará los próximos días. Así lo recoge el comunicado publicado por la oficina de comunicación de la San Sede.

«El 13 de enero el juez instructor del Tribunal del Estado de la Ciudad del Vaticano, acogiendo la instancia formulada por el promotor de justicia, ha revocado la medida cautelar dispuesta contra Cecilia Marogna, a cargo de la cual es inminente la celebración de un juicio con la hipótesis (de delito) de malversación de fondos cometido en complicidad con otros», indica la Santa Sede.

Además, la nota señala que «la iniciativa pretende, entre otras cosas, consentir a la imputada, que ya ha rechazado defenderse al negarse a contestar al interrogatorio ante las autoridades judiciales italianas, una solicitud que fue tramitada a través de rogatoria por parte del promotor de justicia, de participar en el proceso en el Vaticano, libre de medidas cautelares».

Los magistrados del Tribunal de Apelación de Milán debían deliberar este lunes sobre la extradición de Marogna. Con esta decisión la situación judicial de Marogna queda en un régimen de libertad provisional con cargos.

Según reveló la prensa italiana, Becciu retiró hasta 500.000 entre 2011 y 2018, cuando era sustituto de la Secretaría de Estado y podía gestionar a su antojo los fondos reservados de este organismo del Vaticano, para entregárselos a una mujer italiana de 39 años, de nombre, Cecilia Marogna, titular de una sociedad con sede fiscal en Eslovenia que se ocupa de misiones humanitarias en África y Asia.

Si bien, finalmente ese dinero fue usado por la mujer para comprar bolsos, zapatos y hasta un sofá de piel, además de otros artículos de lujo de marcas como Prada, Tod’s o Chanel. Según detalló ella misma al diario ‘Corriere della Sera’ invitó a Becciu a instalar una red de diplomacia paralela a la que tiene desplegada la Santa Sede con nunciaturas por todo el mundo «en los países del norte de África y Oriente Medio».

La «dama del cardenal» como la han bautizado los periódicos italianos se ha defendido asegurando su trabajo como mediadora sobre todo en casos de religiosos secuestrados. De hecho, ha alegado que los objetos de lujo fueron usados como regalos en viajes diplomáticos y otros gastos de representación. Entre los documentos que aportan los medios italianos hay una carta en la que Becciu muestra una «profunda estima» y «confianza» en Marogna.

Se trata de la segunda mujer laica procesada por el Vaticano. La italiana Francesca Immacolata Chaouqui, que fue consultora para la reforma económica y organizativa del Vaticano y formó parte, junto al sacerdote español Ángel Vallejo Balda de la comisión creada por el Papa Francisco para conocer la situación económica de la Santa Sede, fue imputada en el denominado caso Vatileaks II.