El procés ha recibido la sentencia de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo en el proceso independentista de Cataluña, dando como resultado la condena por unanimidad de nueve de los imputados por sedición y malversación de fondos. Las penas de los líderes independentistas van desde los 9 a los 13 años.
El lunes se hizo pública la resolución del caso procés con un total de 493 páginas con respecto a lo que sucedió en 2017 en España, considerándolo como una “alzamiento tumultuario”, lo que conlleva un delito de sedición.
La vida de 13 imputados no volverá a ser la misma, pero la de sus familiares tampoco. En estos casi dos años que llevan en prisión preventiva alguno de ellos, el mundo ha seguido girando, en algunos casos para bien y en otros para mal.
ORIOL JUNQUERAS
El expresidente de la Generalitat y exconsejero de Economía y Hacienda ha sido condenado a trece años de prisión y a esos mismos de inhabilitación absoluta. La fiscalía del procés en su caso le pedía 25 años.
Nacido en Barcelona en 1969, Junqueras está casado y tiene dos niños, Lluc y Joana, que van a visitarlo en AVE a la cárcel una vez al mes debido a la distancia que los separa. La esposa de Oriol, Neus Bramona, ha pedido que trasladen a su marido apelando al derecho de vivir en familia de los presos.
Neus Bramona dejó de trabajar cuando su marido entró preso, afectada por todo lo que estaba sucediendo. La casa familiar de Junqueras ahora es un búnker, tanto físico como burocrático. El expresidente catalán cedió su parte de la casa en Sant Vicenç a su suegro para que no pudiesen embargarla después de la sentencia del procés. La vivienda está valorada en casi medio millón de euros.
Pese a encontrarse mal, Bramona, con el apoyo de otros familiares de los imputados por el procés, montó la Asociación Catalana por los Derechos Civiles, ACDC, que acoge a las familias tanto de los presos políticos como de los huidos del procés.
Neus cuenta que a su marido se le pasó por la cabeza huir al igual que hizo Carles Puigdemont, pero que Junqueras no quiso dejar de ver a su familia y que por eso está preso.
JORDI TURULL
Se enfrenta a una pena de 12 años de prisión y los mismos de inhabilitación por sedición y malversación de fondos. En este caso, la fiscalía del procés le pedía 16 años de condena.
Nacido en Parets del Vallés, en Barcelona, en el año 1966. Está casado con Blanca Bragulat y tiene dos hijas, Marta y Laura. Jordi no fue tan rápido como Junqueras y sigue en posesión de la mitad del piso conyugal en Parets. La casa la compraron en 1993 por un valor de casi 50.000 euros, por lo que puede ser embargada por el procés.
Laura Turull, de 21 años, está involucrada en ayudar a su padre desde fuera todo lo que puede. Ha estado yendo a distintos platós para defender la libertad de los presos políticos del procés. También ha confesado que para poder hablar con su padre tiene que faltar a clase, que es cuando este puede llamar desde la cárcel.
Marta, por su parte, ha escrito un libro en defensa de los derechos de su padre en el procés y del resto de presos políticos: «Antes nadie decía te quiero», junto con el hijo del presidente de la ANC.
RAÜL ROMEVA
El exconsejero de Asuntos Exteriores y Relaciones Institucionales también ha sido condenado a 12 años de cárcel y de inhabilitación por el procés debido a los delitos de sedición y de malversación. La fiscalía también le solicitaba 16 años, al igual que a Turull.
El madrileño nació en el año 1971, pero se trasladó a Barcelona de joven. Está casado con la eurodiputada Diana Riba y es padre de dos niños, Noah y Elda.
Diana ha hablado sobre las reacciones de sus hijos durante el tiempo que su padre lleva en prisión preventiva por el Procés: “Es difícil, pero mis hijos hace dos años empezaron con este proceso de convivencia de ver a su padre en la cárcel. Llevamos un año y medio conviviendo con esta situación. Entienden que es un hecho colectivo, no algo individual de su padre. Afecta a muchos ciudadanos, incluso a Europa. Entienden que tienen unos padres que quieren luchar por el bien común y que van a seguir luchando por la autodeterminación y el derecho de libertad de expresión”.
JOAQUIM FORN
Exconsejero del Interior, Joaquim ha recibido la condena del procés de 10 años y seis meses de prisión. Nacido en Barcelona en el 1964 está casado con Laura Masvidal y es padre de dos niñas, Elisabet y Anna.
El 2 de noviembre de 2017, el exconsejero dio positivo en la prueba de la tuberculina. Y comenzó un fuerte tratamiento de tres meses en la cárcel de Estremera.
La esposa de Forn viaja cada quince días cinco horas de ida y cinco de vuelta para estar 40 minutos con él.
DOLORS BASSA
Entró por segunda vez en prisión provisional sin fianza debido al caso procés el 23 de marzo de 2018. Y el pasado lunes ha sido condenada a doce años, pese a que la fiscalía le pedía 16.
Nacida en Torroella de Montgrí en 1959, salió de permiso dos horas en agosto de 2018 de la cárcel de Puig de les Basses de Girona, donde fue internada por el procés, para ir a ver a su madre, que había sido intervenida quirúrgicamente.
Es madre de dos hijos, Pay y Josep, que la apoyan y dicen que su madre es la moderada de la familia Surroca Bassa.
JOSEP RULL
El exconsejero de Territorio y Sostenibilidad nació en Terrrassa en 1969 y se enfrenta a la condena por el caso procés de 10 años y seis meses de cárcel. La fiscalía le solicitaba también 16 años.
En una de las visitas de sus hijos a la cárcel, el más pequeño se desmayó y desde ese día no ha parado de entrar y salir del hospital. Este verano se le concedió un permiso para asistir al Hospital Vall d´Hebron de Barcelona para que estuviese presente en una intervención que le realizaban al pequeño de seis años.
Ha salido dos veces antes de esa operación para ir al médico junto a su hijo. La última fue de doce horas. Estas salidas están avaladas por el reglamento penitenciario y por el Supremo.
CARME FORCADELL
La expresidenta del Parlamento Catalán nació en Cherta, Tarragona, en el año 1956 y ha sido condenada por el procés a 11 años y seis meses de cárcel. En esta ocasión la fiscalía pedía 17 años.
Se casó muy joven con su novio del pueblo, el informático Bernat Pegueroles. La política fue madre joven de dos niños, Bernat y Ferran que ya oscilan los cuarenta años. Ni ella ni los suyos tienen constancia en las redes sobre su pasado y han dejado de publicar en las redes sociales desde que Carme comenzó a estar en el punto de mira.
El miércoles 25 de septiembre salió de la cárcel de Mas d’Enric ubicada en Tarragona donde permanecía en preventiva para ir hasta Sabadell a conocer a su nieto recién nacido. El permiso duró solo dos horas y llevaba sin salir desde el 23 de marzo que entró.
JORDI SÀNCHEZ
El expresidente de la Asamblea Nacional Catalana nació en Barcelona en 1964 y se enfrenta a la pena de nueve años por delito de sedición en el caso procés. La fiscalía en este caso le pedía 17 años.
Está casado con Susanna Barreda y es padre de dos hijos, Oriol y Abril. Se casaron hace más de quince años después de estar juntos siempre. El hijo mayor y adolescente de la pareja es el que más sufre la falta de su padre.
Por otra parte, en el colegio de su hija en Barcelona, Arc Iris, en el 2018 hubo algunos altercados por culpa de su encarcelamiento. En los preparativos de la función navideña de los infantes casi llegan a las manos algunos padres que apoyaban el independentismo. La cosa no llegó a mayores y ahora en el colegio cuelga una pancarta que dice: “El colegio es de los niños, no de los padres”.
JORDI CUIXART
El presidente de Òmnium Cultural nació en Santa Perpetua de Moguda en 1975 y ha sido condenado a 9 años por el proceso procés de Cataluña. En esta ocasión, la fiscalía pedía 17 años.
Lleva en prisión preventiva desde el 16 de octubre de 2017. Se casó en la cárcel de Lledoners en una ceremonia íntima con su pareja, la periodista Txell Bonet, con quien ya tenía un hijo de año y medio. Estaban casados por lo civil desde el 2016, pero quisieron hacerlo en esta ocasión dentro del centro penitenciario con tres curas delante, entre los que se encontraba el conocido Padre Manel.
Dentro de la prisión concibieron a su segundo hijo, motivo por el cual ha salido de permiso el lunes 23 para poder conocerlo en persona durante seis horas. En este tiempo, estuvo en el parto y a continuación un rato más con el recién nacido.
SANTI VILA
El exconsejero de Empresa y Conocimiento nacido en Granollers en el año 1973 tan solo ha sido condenado a un año y ocho meses de inhabilitación por desobediencia. La fiscalía le solicitaba siete años por el caso procés.
Santi Vila dimitió un día antes de que se votase a favor del independentismo. Pese a eso, el exconsejero estuvo un día en la prisión de Estremera siendo investigado por los “presuntos” delitos de sedición, rebelión y malversación.
Su marido, el riojano Javier Luque, fue uno de los motivos por los que Santi decidió echarse a un lado.
MERITXEL BORRÀS
La exconsejera de Gobernación nació en Hospitalet de Llobregat en 1964. Al igual que su antiguo compañero Santi, ha sido condenada por el procés a un año y ocho meses de inhabilitación. La fiscalía le solicitaba siete años de prisión.
Después de estar más de un mes en la cárcel de Alcalá Meco sin poder tener vis a vis con su pareja por no estar ni casado ni empadronados en el mismo domicilio, la exconsejera salió de la prisión tras pagar una fianza de 100.000 euros.
A continuación, decidió casarse con su pareja y actual marido por si volvía a entrar en el centro penitenciario y para disfrutar de las ventajas de la burocracia.
CARLES MUNDÓ
El exconsejero de Justicia nació en Vic en 1976 y tan solo ha sido imputado a un año y ocho meses por desobediencia por el caso procés. A fiscalía también le solicitaba siete años.
La mano derecha de Oriol Junqueras es un hombre de campo que se crió en una masía de Gurb, un pequeño pueblo cerca de Vic, con tan solo 2.650 habitantes, donde vive con su esposa y sus tres hijos.
Es amante del campo. Su padre se dedicaba a vender leche y de pequeño cuidaba y limpiaba establos a la vez que estudiaba. Cuando salió su nombre en el caso procés, el pueblo entero se tiró a la calle a apoyarlo.