sábado, 23 noviembre 2024

CGT denunciará a Iberdrola y a Villarejo por el espionaje del excomisario

  • El sindicato considera que los miembros de la CGT hostigados por Iberdrola cumplían su labor "de manera totalmente honesta y transparente".
  • Según la CGT, la empresa eléctrica hostigó incluso a los familiares de los trabajadores de la central de Cofrentes.
  • El sindicato denunciará porque consideran el espionaje de Iberdrola una "agresión a toda la CGT y a los delegados". 
  • Las consecuencias de la relación entre Iberdrola y el excomisario José Manuel Villarejo aún salpican a la empresa eléctrica. La Confederación General del Trabajo (CGT) ha anunciado este lunes que tomará medidas legales contra la compañía energética y contra el comisario jubilado después de que en MONCLOA.COM se desvelara que Villarejo espiaba y hostigaba a dos sindicalistas de la CGT de la central nuclear de Cofrentes. Según los informes a los que ha tenido acceso este medio, en una investigación conjunta con ElConfidencial.com, Iberdrola encargó al expolicía que tomara medidas contra los trabajadores de la central Manuel Quirosa y José Manuel Sánchez.

    El secretario de organización confederal de la CGT, José Aranda, considera que la persecución que Iberdrola emprendió contra dos de sus sindicados es «una agresión a la CGT y a los delegados». Tras conocerse la información que se desprendía del conocido como Informe Front, la Confederación puso en manos de sus abogados todos los datos para denunciar tanto a Iberdrola como a Villarejo.

    La CGT ha salido en defensa de Quirosa y Sánchez, de quienes dice en el comunicado publicado este lunes que realizaron su labor sindical «de manera totalmente honesta y transparente», razón por la que se convirtieron en «elementos incómodos» para Iberdrola. Villarejo llegaba a definir en su informe a Quirosa como «uno de los más destacados y radicales miembros de la representación sindical de los trabajadores». Y le consideraba un riesgo para la supervivencia de la central nuclear de Cofrentes. Por esta razón, el excomisario le recomienda a Iberdrola iniciar una labor de hostigamiento y espionaje contra los miembros de la CGT.

    El sindicato reconoce en su comunicado el sufrimiento que atravesaron los miembros de la CGT, especialmente porque las labores de «hostigamiento» de las que habla Villarejo afectaban también a la familia de los objetivos de Iberdrola. Según aseguran desde el sindicato, la empresa energética les acosó de forma continua y de diferentes modos para obligar a los trabajadores a cambiar de actitud. El sindicato señala discriminaciones salariales «muy cuantiosas», amenazas de despido o intentos de traslado con pérdida de categoría profesional.

    Al poco de publicarse en este medio la información que relacionaba a Villarejo con Iberdrola, el secretario de organización confederal de la CGT, José Aranda, valoró el espionaje y hostigamiento a los miembros del comité de empresa de la central nuclear de Cofrentes por parte de Iberdrola como una situación «absolutamente inaceptable, terrible y antidemocrática». Aranda destacó que no daba crédito a que se les haya espiado «de manera oculta desde las cloacas del Estado».

    Entre los objetivos a hostigar de la empresa eléctrica, estaba también Carlos Bravo, entonces responsable de energía nuclear de Greenpeace y un activista que se convirtió en un incordio para Iberdrola. Al igual que la CGT, el grupo ecologista Greenpeace también ha declarado que estudia tomar acciones legales contra Iberdrola. Según las declaraciones de Mario Rodríguez, director de la ONG, desde el grupo solicitarán una reunión con Iberdrola y hablarán con sus abogados para aclarar qué se puede hacer.

    Bravo también estudia emprender acciones legales contra el excomisario y contra la energética. Según sus declaraciones, la actuación de Iberdrola fue «deleznable» y «repugnante». Pero para el exresponsable de energía nuclear de Greenpeace, el hecho de que les señalaran de esa manera es síntoma de que estaban haciendo bien su trabajo. Ahora, tanto Bravo como todos los señalados por el Informe Front pretenden llevar a la compañía eléctrica y al comisario jubilado (ya encarcelado por varios delitos) ante la Justicia.

    Entre tanto, Iberdrola ha anunciado el pasado jueves que la compañía está inmersa en una investigación interna que tiene como objetivo esclarecer qué es lo que ocurrió con respecto a la contratación de Villarejo y las acciones que la energética le encargó al excomisario. Por el momento, la empresa eléctrica ya ha despedido a Antonio Asenjo, su jefe de seguridad y el contacto que tenía Villarejo en Iberdrola. Según los informes y las grabaciones a los que ha tenido acceso MONCLOA.COM, todas las acciones del comisario jubilado se realizaban bajo el encargo de Asenjo. El exjefe de seguridad ha amenazado con hablar, ahora que la compañía ha prescindido de él. Y ha rechazado hasta dos finiquitos que le ha ofrecido la empresa para la que ha trabajado 17 años.

    Una vez que este diario publicó cuál fue el calado de su relación con el policía jubilado no ha querido realizar comentarios, salvo un comunicado en el que la compañía eléctrica consideró oportuno recordar que desde que salieron a la luz las primeras informaciones en las que se la relacionaba con el Centro Exclusivo de Negocios y Transacciones (CENYT) -sociedad vinculada a Villarejo- ya había desarrollado dos investigaciones internas (en 2018 y 2019).