Cada vez es más habitual encontrar en farmacias y perfumerías champús, acondicionadores y cremas de todo tipo hechas a base de aceite de argán. El creciente uso de este ingrediente originario de Marruecos se debe a los múltiples beneficios que proporciona tanto a nuestra piel como a nuestro cuero cabelludo. Dicho aceite se obtiene de las semillas del árbol de argán y, aunque se trata de un producto comestible, su uso es más común en cosméticos y productos de belleza. Conocido como el «oro líquido de Marruecos», el aceite de argán es perfecto para proteger e hidratar nuestro cutis y aquí te explicamos el porqué.
1¿Qué es el aceite de argán?
Como hemos explicado anteriormente, el aceite de argán proviene de las semillas maduras de la baya del árbol de argán, un árbol que solo crece en el suroeste de Marruecos. Debido a la producción masiva de aceite de argán, buena parte de los bosques de Argania se han reducido a la mitad. Es por eso que la UNESCO declaró en 1999 «Reserva de la Biósfera» a mas de dos millones de hectáreas marroquíes en las que crece este árbol.
El aceite de argán su utiliza con frecuencia como condimento en la gastronomía marroquí y cada vez más restaurantes europeos lo están incorporando. El alimento se obtiene tostando las semillas previamente mientras que el cosmético se extrae del grano en crudo. Por eso no tiene olor. Este producto lo elaboran mujeres en cooperativas de la región y su pulpa sirve como alimento para animales. Antiguamente los fenicios utilizaban este líquido como combustible de lámparas. Es rico en Omega-6 y Vitamina E.