El temporal bautizado con el nombre de Filomena ha sacudido al país entero con una intensidad que ha superado todas las previsiones. En las distintas zonas geográficas se han sucedido fuertes nevadas y lluvias torrenciales, que han dejado tras de sí, además de varias víctimas mortales, numerosos daños materiales. La nieve acumulada ha derrumbado techos, árboles o elementos de las cornisas, y el hielo y el agua han arrastrado vehículos, y los ha dejado atrapados durante horas. Aunque ahora enfrentamos una ola de frío extremo, parece que lo más vehemente de la borrasca ha pasado, así que llega el momento de evaluar daños y afrontar reparaciones. ¿Quién se encarga de los costes?
1LOS RIESGOS EXTRAORDINARIOS LOS CUBRE EL CCS
El Consorcio de Compensación de Seguros (CCS) es un organismo que pertenece al Ministerio de Asuntos Económicos que se encarga de indemnizar los daños provocados por determinadas catástrofes naturales, siempre y cuando la persona y los bienes estén vinculados a una aseguradora en el momento de producirse el daño. Las aseguradoras catalogan los daños causados por fenómenos naturales atípicamente adversos como ‘riesgos extraordinarios’. En este grupo se encuentran las inundaciones, los maremotos, los terremotos, las tempestades de viento de más de 120 km/h y las erupciones volcánicas. Un temporal de nieve, por lo tanto no se encuentra incluído como riesgo extraordinario y por lo tanto el CCS no se encarga de indemnizar los daños materiales o la perdida de ingresos. Sin embargo, si cubriría los daños posteriores derivados del deshielo, cuando el agua inunda el terreno. En los demás casos, hay que reclamar a la aseguradora.