La temida tercera ola ha puesto en jaque los planes de vacunación del Ministerio de Sanidad y también de las distintas consejerías. Aunque el ritmo para poner la primera dosis de la vacuna se ha acelerado con los primeros datos de repunte de casos, los sanitarios advierten de que a este ritmo, sólo completar las fases 1 y 2 llevará cuatro meses. Los sindicatos de enfermeras ya han puesto sobre la mesa la disponibilidad de miles de profesionales para hacer horas extras -pagadas, por supuesto-, para llegar a mayor número de población a vacunar. Lo más extraño es que los políticos acusan la falta de medios humanos, pero tienen en su mano la Ley que recoge quiénes son los profesionales sanitarios que podrían vacunar con la adecuada formación.
Y es que si ahora, que son grupos contenidos y aún la población general no ha comenzado la vacunación, con estos recursos, ¿cuánto tiempo tardará la sociedad en estar protegida con la inmunidad de rebaño antes de completar la administración de la vacuna? Así, en La Rioja, por ejemplo, con uno de los ratios de vacunación más bajos, se ha dotado a las Consejerías de Salud y Servicios Sociales de todos los recursos humanos (y materiales) de entidades privadas y Mutuas de accidentes de trabajo. En dicho decreto se contempla incluso que el personal al servicio de las Administraciones Públicas puedan ser de apoyo.
1LA LEY ABRE VÍAS QUE LOS POLÍTICOS NO PLANTEAN PARA VACUNAR MÁS RÁPIDO
Dado que todos los políticos se han quejado de la falta de sanitarios para justificar el retraso en la vacunación, o en el cansancio de las enfermeras de los centros sanitarios, repasemos quiénes considera la Ley 44/2003, de 21 de noviembre, de ordenación de las profesiones sanitarias que son profesiones sanitarias, con el apéndice importante de esta apreciación legal que nadie parece plantearse (Artículos 2.3 y 2.4):
3. Cuando así resulte necesario, por las características de la actividad, para mejorar la eficacia de los servicios sanitarios o para adecuar la estructura preventiva o asistencial al progreso científico y tecnológico, se podrá declarar formalmente el carácter de profesión sanitaria, titulada y regulada, de una determinada actividad no prevista en el apartado anterior, mediante norma con rango de ley.
Conforme a lo establecido en la Ley 10/1986, de 17 de marzo, sobre odontólogos y otros profesionales relacionados con la salud dental, tienen carácter de profesión sanitaria la de protésico dental y la de higienista dental.
4. En las normas a que se refiere el apartado 3, se establecerán los procedimientos para que el Ministerio de Sanidad y Consumo expida, cuando ello resulte necesario, una certificación acreditativa que habilite para el ejercicio profesional de los interesados.
Ergo, cualquiera de los dos Ministerios, Sanidad y Consumo, disponen de las herramientas para vacunar a mayor ritmo. ¿Acaso hay otras cuestiones no reconocidas como duplicidades políticas, decisiones políticas o menores cantidades de vacuna? Alemania dio una clave: retrasará la aplicación de la segunda dosis para aumentar el número de ciudadanos que han recibido la vacuna, y compensa así la carestía material para vacunar a todos sus ciudadanos. No solo de profesionales.