Pensar en el ibuprofeno como ese medicamento mágico que nos soluciona todos los problemas y nos quita cualquier tipo de dolor es uno de esos errores que cometemos con demasiada frecuencia. Lo cierto es que el ibuprofeno es un fármaco y como tal, tiene efectos secundarios y puede traernos serias consecuencias si no lo suministramos de forma responsable. El ibuprofeno es, junto al omeprazol y al paracetamol, uno de los remedios más vendidos y consumidos del país. En muchas ocasiones recurrimos a el por un simple dolor muscular o de cabeza o por una resaca y no tomamos dimensión de que haciendo esto podemos causar un daño innecesario a nuestro organismo.
Debido a su excesiva demanda, en 2019 se prohibió en España la venta de ibuprofeno de 600 mg sin receta. Sin embargo, y a pesar de esta restricción, su uso indiscriminado sigue siendo muy habitual y son muchos quienes lo toman por cualquier cosa. Según datos del Sistema Nacional de Salud, se venden aproximadamente 18 millones de envases de esta droga cada año. Sus efectos antiinflamatorios, analgésicos y antipiréticos convierten al ibuprofeno en mano de santo para calmar muchas dolencias. Aunque no se debe abusar de ninguna medicina. Estos son los seis casos en los cuáles no se debe ingerir ibuprofeno bajo ningún concepto.
1No tomar ibuprofeno si tienes problemas gastrointestinales
Aunque parezca evidente, aún siguen existiendo en 2021 personas que toman ibuprofeno como si fuese una pastilla de menta. Este fármaco no es aconsejable para personas con problemas gastrointestinales. Sus químicos pueden irritar el estómago y los intestinos. Además de reducir el flujo sanguíneo de las heridas e impedir la regeneración del tejido. Por lo tanto, si tienes alguna enfermedad intestinal o problemas digestivos crónicos, es mejor que evites el ibuprofeno a excepción que sea indicado por tu médico.
Este medicamento está clasificado dentro del grupo de los fármacos AINE (antiinflamatorios no esteroideos). Existen casos notificados en hospitales de hemorragias, úlceras y perforaciones producto de un suministro inadecuado de medicamentos AINE. Dichas afecciones fueron detectadas principalmente en ancianos, por lo que se debe tener especial cuidado con ellos y, por supuesto, consultar con un profesional antes de suministrar una dosis por más pequeña que sea.