La Policía Nacional ha detenido a un miembro de la conocida banda latina «Dominican Don’t Play» por la comisión de hasta nueve robos con violencia. Estos han tenido lugar en diferentes municipios y distritos de Madrid. También se le acusa por pertenencia a grupo criminal.
Tras las investigaciones correspondientes, los agentes pudieron constatar que el presunto autor de los hechos actuaba principalmente en estaciones de metro y tren aisladas. Cuando fue arrestado, pudieron recuperar un móvil que había sustraído de un robo previo. También estaba en paradero desconocido después de que no regresara a la cárcel tras un permiso penitenciario, además de tener tres reclamaciones judiciales vigentes por hechos semejantes.
La investigación tuvo su origen después de las diversas denuncias que se recibieron a lo largo de los últimos meses en la Comunidad de Madrid por robos con violencia o intimidación. Tras haber analizado estos hechos, la Policía Nacional estableció una relación entre ellos, ya que tenían lugar en unas condiciones similares.
Tras realizar un exhaustivo estudio acerca de los hechos, los investigadores pudieron relacionar los episodios entre sí para acotar la identificación del autor de los mismos.
Una vez analizada toda la información, se pudo comprobar que estos robos eran cometidos por un hombre perteneciente a una banda latina que actuaba en solitario. Este conducía a sus víctimas hacia zonas vacías y solitarias, principalmente en zonas cercanas a estaciones ferroviarias y del suburbano. Una vez allí les robaba el teléfono móvil y el resto de objetos de valor que pudiesen llevar consigo en ese momento.
FUERTES MEDIDAS DE SEGURIDAD PARA NO SER LOCALIZADO
En el momento de la detención por la Policía Nacional, el arrestado contaba con diferentes reclamaciones judiciales pendientes a causa de otros hechos delictivos. Se encontraba, además, en paradero desconocido al no regresar a prisión tras un permiso penitenciario que obtuvo en el pasado mes de marzo.
Por esta razón, adoptaba importantes precauciones y medidas de seguridad para no ser localizado. Permanecía durante la mayor parte del día escondido en diferentes domicilios. Solo salía a la calle para cometer estos robos. Además, no mantenía ningún tipo de contacto ni con amigos ni con familia para que la Policía Nacional no diera con él.
La operación ha sido llevada a cabo por parte del Grupo XXII de la Brigada Provincial de Información de Madrid. El arrestado ha sido detenido como presunto autor de hasta nueve robos con violencia e intimidación. También por un delito de pertenencia a organización criminal por ser parte de los «Dominican Don’t Play». La autoridad judicial ha decretado su ingreso en prisión.
OPERACIÓN LOCUTORIO
La detención de este miembro de la banda latina «Dominican Don’t Play» en Madrid coincide con la puesta en marcha de un operativo por parte de la Policía Nacional que tiene por objetivo inspeccionar locutorios y otros puntos de reunión de integrantes de bandas latinas por diferentes lugares de la capital española.
La activación de la «Operación Locutorio» se ha producido después de la reyerta en la que se vieron implicados miembros de la mencionada banda y los Trinitarios. La misma se saldó con siete heridos, cuatro de ellos de gravedad, y nueve personas detenidas.
Las fuerzas de seguridad consideran que existen 300 personas calificadas como altamente peligrosas en los distritos de la capital. Algunas bandas de las más conocidas en España, como los Latin Kings y los Ñetas, han dado un paso a un lado para la llegada de nuevas bandas que tratan de hacerse con el control de Madrid. Los Trinitarios y los Dominican Don’t Play.
El dispositivo de la operación está integrado por la brigada de información, seguridad ciudadana y grupos operativos de respuesta de diferentes comisarías, principalmente de Usera, Puente de Vallecas, Tetúan, Centro, Villaverde y Arganzuela, entre otras.
La «Operación Locutorio» recibe su nombre de la importancia que tienen estos establecimientos para las bandas. Son el principal punto de conexión entre los grupos asentados en España y los que se encuentran al otro lado del charco. Los locutorios son un lugar en el que se trafica con información, dinero e incluso armas cortas. Por ello, se encuentran en el punto de mira de la Policía Nacional.
ARMAS DE FUEGO, CADA VEZ MÁS FRECUENTES EN LAS REYERTAS
Los investigadores han podido comprobar cómo se ha incrementado de manera notable la presencia de armas de fuego en las reyertas de bandas latinas. Esto preocupa especialmente a los agentes, que distinguen las mismas en dos tipos.
Por un lado, las escopetas de caza, que pueden adquirir fácilmente y que los pandilleros manipulan para que puedan infligir el mayor daño que se posible. Por otro lado, emplean armas cortas como pistolas y también fusiles, aunque estos últimos en menor cantidad.
No obstante, desde la Policía no se considera alarmante el suministro de pistolas y fusiles, pero sí las escopetas manipuladas. Por ello, se ha intensificado el trabajo de los agentes en la «Operación Locutorio», enfocada a tratar de hacer frente a estas bandas latinas violentas.
DOMINICAN DON’T PLAY, LA BANDA LATINA MÁS PELIGROSA DE MADRID
La «Dominican Dont’ Play» es considerada actualmente la banda latina más peligrosa de Madrid. En ocasiones atacan sin planificarlo y tan solo porque miembros de la banda rival pueda acceder al que los primeros consideran su territorio. En los últimos años, ha habido un claro repunte de los niveles de delincuencia relacionados con las bandas latinas.
Los «Dominican Dont’ Play» se formaron a partir de una escisión de los Trinitarios y dominan la capital, donde en 2018 este tipo de de bandas acabaron derivando en un total de un homicidio, nueve tentativas y 65 detenidos en un total de 33 acciones delictivas.
De las 65 personas que resultaron detenidas durante el pasado año, 19 de ellos son pertenecientes a la mencionada banda, mientras que 7 lo son de los Trinitarios, 6 de los Ñetas y 1 de los Latin King. De su totalidad, 17 ingresaron en prisión.
ESTRUCTURA PIRAMIDAL
Un nexo común entre todo este tipo de bandas radica en su estructura «piramidal». Esto supone que los nuevos miembros de las bandas tienen una total obediencia con respecto a sus líderes. Además, se rigen por unas determinadas «leyes» establecidas por ellos mismos, al mismo tiempo que disponen de una gran cohesión entre los miembros.
En lo que respecta a sus fuentes de financiación, en muchas de ellas son los propios miembros los que deben abonar una cuota obligatoria por formar parte de la banda. Asimismo recurren a robos con violencia y el «menudeo» de drogas. Esta última actividad acostumbran a realizarla actualmente en inmuebles vacíos, los cuales ocupan ilegalmente para evitar ser detectados por la Policía Nacional.