Con tanto festejo y tanta comida es muy habitual que en estas épocas aparezcan los dolores de estómago. Estamos seguros de que tanto en Nochebuena como en Nochevieja disfrutas de una cena abundante y si es así es muy probable que hayas acabado algo mal de la tripa. En esos casos, para muchos la solución fácil es recurrir al omeprazol, tanto antes como después de comer o beber en exceso. Sin embargo, diversos estudios médicos y científicos concluyen que esta droga no es apta para utilizar como protector de estómago. De hecho, tomar omeprazol con ese objetivo puede causar más daños que beneficios en tu organismo. En este artículo te explicaremos todas las mentiras que giran en torno a este medicamento y cuál es el uso adecuado que se le debe dar.
1Por qué el omeprazol no es un protector de estómago
Como hemos dicho antes, el omeprazol no es un protector estomacal y no debe ser ingerido antes de una gran comida ni después como analgésico. Su función principal es combatir la producción de ácido del estómago y no debe emplearse de forma indiscriminada ya que, como todo fármaco, puede tener efectos secundarios. En resumen, el omeprazol es un inhibidor y no un protector.
«El omeprazol disminuye el ácido en el estómago, por ello está indicado un reflujo y úlcera principalmente. Pero no protege: no forma una película protectora ni vale para cualquier cosa del estómago», explicó un farmacéutico a través de su cuenta de Twitter @Farmaenfurecida.