sábado, 23 noviembre 2024

Los motivos por los que la masturbación debería ser «obligatoria»

Si nos fiamos de lo que pensaban antes, podemos llegar a creer que el fin último del orgasmo es la reproducción. De hecho, así lo siguen creyendo en muchas partes del mundo. Sin embargo, la ciencia y la naturaleza se han encargado de demostrar lo contrario. Además, si lo demás fuera cierto habría prácticas, como la masturbación, que no cumplirían con las reglas.

No obstante, esta práctica es un hecho y ya se ha convertido incluso en una competidora clara con otras, como el coito, a la hora de alcanzar el orgasmo. Si echamos un vistazo a nuestro alrededor, podremos llegar a comprender que su uso es una especie de alternativa terapéutica que nos ha dado la naturaleza a las personas maduras de la especie. Y es que, con la misma, se desencadena una serie de reacciones químicas, físicas y fisiológicas difíciles de alcanzar de otro modo.

Si te preguntas por el tema, esto te interesa. Descubre por qué la masturbación debería ser «obligatoria».

La masturbación ayuda a concebir el sueño

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Cuando tenemos un orgasmo, sea mediante el coito o la masturbación, dos de las hormonas que se secretan en mayor proporción, son la serotonina y, en los hombres, la prolactina. Ambas cuentan con intervención también en la regulación del sueño, así como en la relajación de todos los músculos de nuestro cuerpo.

En los hombres, los picos de prolactina hacen que se cree una inhibición de forma temporal de la producción de hormonas sexuales, como puede ser la testosterona. Esta es la responsable, entre otras cosas, del deseo sexual, la agresividad, estrés, la competitividad, etc.

La prolactina, ayudada gracias a la serotonina, otra hormona capaz de regular el sueño, crea una somnolencia postorgásmica por la que después del sexo nos quedamos dormidos sin apenas darnos cuenta. Las mujeres también se pueden ver afectadas por la serotonina porque, aunque la secreción de prolactina es menor, también los niveles de testosterona son hasta 40 veces menores.

Una práctica que nos ayuda a sociabilizar

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La masturbación también tiene otros beneficios. Además de ayudarnos a dormir mejor, también consigue que sociabilicemos. La razón es que segregamos otra hormona durante el orgasmo, llamada oxitocina. Tanto en hombres como en mujeres, esta hormona estimula nuestra parte del cerebro más relacionada con el amor o el afecto. Se segrega en mayor parte en las mujeres que en los hombres.

Además, la oxitocina también es un buen estimulante de otras actividades, como la sociabilidad, así como de crear actividades comunicativas y creativas. Esta es una de las razones por las que las mujeres prefieren pensar o hablar tras el orgasmo, mientras que los hombres tienen sueño debido a la prolactina.

Otra de las hormonas que se segregan durante el orgasmo es la noradrenalina. Este es un estimulante que es capaz de acelerar la sinapsis y aumentar la frecuencia cardíaca. Está muy relacionada con los impulsos de alerta ante cualquier situación que pueda ser un peligro, en la que el cuerpo debe reaccionar con potencia y energía. En caso de que no nos hayamos dormido, después del orgasmo contaremos con más energía que nunca.

Funciona como analgésico y aumenta la concentración

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Después de la masturbación, podemos sentir una gran sensación de bienestar físico, de recompensa o felicidad. Más tarde, esta va decreciendo, dependiendo siempre de la persona. Esta recompensa emocional se crear a raíz de la oxitocina. Sin embargo, cuenta con una protagonista mayor: la dopamina.

Hablamos de un neurotransmisor muy potente que es el encargado de activar el sistema de placer en nuestro cerebro. Para ello, suministra sentimientos de alegría y refuerzo para motivarnos de forma proactiva. El objetivo es que realicemos otras actividades. Además, la mezcla de estas dos hormonas también anula, de forma temporal, el dolor que podamos sentir en ese momento determinado.

En las mujeres, como ya sabemos, la oxitocina crea una mayor creatividad intelectual y mejores dotes comunicativas. En el hombre, la noradrenalina consigue disparar los niveles de vitalidad, aunque no la sexual, pues esta queda en segundo plano debido a la prolactina. Gracias a esta energía será más sencillo concentrarse en actividades intelectuales sin dejar que nos interrumpan. Además, la serotonina también nos relaja, lo que contribuye a esa sensación de concentración.

Más lúcidos y fuertes gracias a la masturbación

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En la tercera edad, la masturbación puede contribuir a que se encuentren mejor y mucho más lúcidos. Para demostrarlo, un grupo de investigadores de la Universidad de Rostock, en Alemania, decidió llevar a cabo un estudio sobre una población de individuos de edad avanzada.

Para poner en marcha la investigación, eligieron a personas de ambos sexos que tuvieran entre 70 y 80 años. Durante la misma, analizaron la relación que existía entre su actividad sexual y el correcto mantenimiento de sus actividades cognitivas. Como resultado, obtuvieron que, a mayor actividad sexual, mejor se conservaban las aptitudes intelectuales. Es decir, la lucidez era mucho mayor.

Otro estudio alemán, en el que participaron varios científicos, pudo demostrar que, al menos en los varones, los niveles de noradrenalina quedaban disparados en su plasma sanguíneo después del orgasmo producido por la masturbación. Esto aumentaba la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Es decir, se mejora la circulación y supone una ayuda a la hora de mantener nuestro sistema cardiovascular activo. Aunque no tiene tantos beneficios como el deporte, siempre es mejor mantenerse activos que no sentados en el sofá sin practicar tampoco sexo, incluso con nosotros mismos.

Beneficios en el parto y el sistema inmunitario

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Otros beneficios con los que cuenta la masturbación están relacionados de forma directa con nuestra salud. En el caso de las mujeres embarazadas, si el parto se está retrasando, una buena forma de hacerlo llegar es manteniendo relaciones sexuales.

Hacerlo puede ayudar a provocar las contracciones. Además, esto también se consigue masturbándose o haciendo que te masturben, por ejemplo, a través del sexo oral. Gracias al orgasmo, aumenta la producción de oxitocina, hormona estrechamente relacionada con las contracciones.

Universidades alemanas descubrieron, en un estudio conjunto, que los hombres que se masturban cuentan, tras el orgasmo, con unos niveles elevados de citocinas en el plasma. Estas son unas proteínas que producen los linfocitos, nuestras células defensivas. Además, se relacionan con el sistema inmunológico del organismo y cómo actúa este ante las infecciones.