La Policía Nacional y la Guardia Civil desarticulan una red especializada en el cobro de pagarés y cheques falsos

Agentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional han desmantelado una activa organización especializada en la sustracción, falsificación y cobro de pagarés y cheques falsos. Esta intervención se ha desarrollado dentro del marco «BRAIN-CECI», llevada a cabo en Madrid, Castilla La Mancha y la Comunidad Valenciana.

En la operación se ha procedido a la detención de 33 personas e investigado a otras tres, con edades comprendidas entre los 23 y los 55 años. Se les acusa de supuestos delitos de estafa, falsificación de documentos oficiales y mercantiles, usurpación de estado civil, robos con fuerza y por descubrimiento y revelación de secretos. Las primeras estimaciones de los agentes apuntan a que la red podría haber obtenido un beneficio superior a los 760.000 euros.

En total, se les atribuye la comisión de 1.460 infracciones penales cometidas durante los años 2017 y 2018. Estas tuvieron lugar por numerosas provincias del territorio nacional: Albacete, Madrid, Valencia, Alicante, Castellón, Murcia, Toledo, Ciudad Real, Guadalajara, Cuenca, Almería, Málaga, Sevilla, Jaén, Granada, Córdoba, Cádiz, Burgos, Soria, Palencia, Segovia, Salamanca, Valladolid, Zaragoza, Huesca, Teruel, Santander, Asturias, A Coruña, Lugo, Badajoz, Barcelona y Vizcaya.

La operación llevada a cabo por parte de la Benemérita y la Policía Nacional se inició a consecuencia de un delito de estafa que tuvo lugar en una entidad bancaria en Pozohondo (Albacete). Tras las pesquisas llevadas a cabo por las agentes, se pudo detectar a varios individuos que podrían ser parte de un importante entramado criminal. Este se dedicaría a sustraer, falsificar y cobrar pagarés y cheques falsos.

UNA ORGANIZACIÓN PERFECTAMENTE ORGANIZADA

Los detenidos formaban parte de un grupo perfectamente organizado y también jerarquizado. Tres de los integrantes del mismo se encargaban de las tareas de coordinación y dirección, siendo quienes ocupaban la parte más alta de la pirámide. A continuación, se encontraban los denominados «falsificadores». Estos contaban con una gran formación y especialización en la manipulación, adulteración y falsificación de documentos identificativos, y también en lo referente a medios de pago bancarios.

Dentro de la jerarquía de la organización, en niveles inferiores, se encontraban los «buzoneadores». Estos se encargaban de la sustracción de la correspondencia de los buzones de sociedades mercantiles. Desempeñaban sus labores directamente en los vehículos de los servicios de correos o en polígonos industriales. Buscaban pagarés o cheques originales, los cuales entregaban a los «Jefes-falsificadores». Estos últimos se encargaban de modificar tanto el importe como la fecha de vencimiento y los datos del beneficiario.

Además, la Policía Nacional y la Guardia Civil pudieron encontrar otras funciones en estos niveles. Este es el caso de los «conductores». Estos eran los encargados de reclutar y transportar hasta las entidades bancarias elegidas para llevar a cabo las estafas a los «pasadores», quienes eran los autores materiales de los cobros. A estos últimos se les proporcionaban documentos de identidad falsos, en los que figuraba su fotografía y una firma que pudiesen reproducir.

Para tratar de conseguir que los documentos falsos se pudiesen apreciar como verdaderos, la red mantenía la información básica referente a la sociedad mercantil que emite el documento, su número de IBAN de cuenta bancaria, la firma del representante que consta en el documento original y el número de serie de éste. De esta forma, trataban de darle veracidad a los documentos, sin levantar las sospechas de los empleados de las entidades bancarias.

LAS FALSIFICACIONES SE REALIZABAN EN «LABORATORIOS»

Las falsificaciones llevadas a cabo por la red se realizaban en «laboratorios». Los agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil pudieron acreditar la existencia de, al menos, tres inmuebles dedicados en exclusiva a estos menesteres. La ubicación de los mismos tan solo era conocida por los «Jefes» de la organización.

En estos, durante los registros practicados, se hallaron varios ordenadores, impresoras y escáneres de máximas prestaciones a nivel tecnológico. Además, también se encontró correspondencia postal sustraída y documentos que ya se encontraban falsificados y listos para ser utilizados.

También había productos químicos, tintas luminiscentes y tampones preparados para tratar de simular las medidas de seguridad propias de los documentos de identidad o mercantiles. Disponían de un papel de una calidad idéntica al que se utiliza para la emisión legal de efectos financieros.

Detenidos por parte de la La Guardia Civil y la Policía Nacional 33 personas pertenecientes a la red
En los registros se han incautado más de 3.000 euros así como numerosos equipos informáticos, teléfonos móviles y otras herramientas utilizadas por la red.

REGISTROS Y EFECTOS INTERVENIDOS

Durante la fase de explotación, los agentes practicaron cuatro registros en la residencia de los «Jefes» de la red, así como en un piso que se empleaba como «laboratorio», en el que se realizaban las tareas de falsificación de los medios de pago bancarios y de los documentos de identidad.

En estos registros se pudo incautar una gran cantidad de efectos relacionados con la investigación. Entre estos efectos, se encontraban 3.220 euros en billetes de diferente valor que procedían de la actividad delictiva que estaba siendo investigada.

También se incautaron equipos informáticos completos compuestos por ordenadores, impresoras y escáneres, así como productos químicos, tintas luminiscentes y un dispositivo de luces ultravioletas. Además, se encontró un papel de calidad idéntica al que se utiliza de forma legal para emitir los efectos financieros.

Entre su sofisticado equipo de falsificación se encontraban prensas eléctricas plastificadoras y guillotinas para recortar el papel y herramientas diversas como tijeras, rodillos, cútters, pegamentos, guantes, jeringuillas, rotuladores indelebles, etcétera. Por último, también se encontraron numerosos documentos de identidad y medios de pago (pagarés y cheques) falsos y otros originales que habían sido sustraídos.

De esta manera se pudo comprobar cómo los detenidos contaban con un equipamiento muy completo para poder perpetrar sus delitos. Los equipos informáticos hallados contaban con todas las innovaciones tecnológicas, tanto a nivel de hardware como de software. Con ellos podían llevar a cabo las falsificaciones de los medios de pago así como de los documentos de identidad.

OPERACIÓN BRAIN-CECI

La operación conjunta «Brain-Ceci» se ha desarrollado desde el año 2017 hasta la actualidad. Se trata de un periodo de tiempo en el que se ha podido recabar una gran cantidad de información a través de las diferentes investigaciones llevadas a cabo por los agentes. De esta forma, se pudo proceder a la detención de los integrantes de esta importante organización delictiva. Esta contaba con más de tres decenas de miembros que han sido detenidos.

El operativo fue desarrollado de manera conjunta por los efectivos de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Albacete, y la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (U.D.Y.C.O. – Grupo IX – Falsificaciones y Estafas) de la Brigada Provincial de Policía Judicial del Cuerpo Nacional de Policía de Madrid.

Las diligencias y los detenidos se han puesto a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de Albacete.