Aragón contará con 50.000 dosis de la vacuna de Pfizer para evitar la propagación de la COVID-19, con las que, a partir de este domingo, 27 de diciembre, comenzará la campaña de vacunación, con una primera cohorte de 30.000 personas vinculadas a residencias de mayores y atención a discapacitados, tanto residentes como personal socio-sanitario, a quienes administrarán el medicamento las enfermeras de los centros de salud más próximos y el propio personal sanitario de los centros.
Lo ha avanzado este miércoles, en rueda de prensa, el director general de Salud Pública del Gobierno de Aragón, Francisco Javier Falo, junto con el gerente de Salud, José María Arnal, y el jefe del Servicio de Promoción de la Salud y Prevención de la Enfermedad, Luis Gascón, quienes han presentado el plan de vacunación.
Con estas primeras dosis, Salud Pública alcanzará al 80 por ciento de las personas de estos colectivos que expresen su deseo de ser vacunadas, ya que el tratamiento incluye la administración de dos dosis en 21 días. Todavía no hay un listado de las residencias donde empezará el proceso, han indicado.
Las primeras vacunas llegarán este domingo y se pondrá en marcha el procedimiento en 123 centros de salud, que progresivamente irán ampliando los colectivos a los que se ofrecerá la vacunación, siendo el segundo grupo el personal sanitario y socio-sanitario de primera línea en hospitales y centros de salud, seguido de las personas con una gran dependencia y después todos los mayores que tienen una situación socio-sanitaria más comprometida y no viven en residencias, comenzando por los que tienen 80 años y bajando hasta los de 65.
Las primeras dosis llegarán al Hospital Clínico Universitario ‘Lozano Blesa’ de Zaragoza, donde ya hay un espacio reservado, donde las vacunas estarán congeladas en dos ultracongeladores capaces de almacenar 360.000 dosis en total, en bandejas de 1.000 unidades, a -80 grados. Cada día se elaborará una información sobre los lugares donde se va a vacunar y la cantidad de dosis a administrar.
Una vez extraídas de los ultracongeladores tienen una vida media de cinco días, 120 horas, almacenadas a temperaturas de entre dos y ocho grados. Se administrarán de lunes a jueves y los viernes se reservarán para «el rescate» de personas que no han podido vacunarse en el periodo normal.
Llegarán 11.000 dosis por semana y todos los pacientes que hayan recibido una primera dosis tendrán ya la cita para la segunda. «La población va a recibir esta noticia con un gran alivio», ha celebrado Arnal.
Para seleccionar a sectores más amplios de población, una vez vacunados los prioritarios, se atenderá a criterios de vulnerabilidad y equidad, así como el riesgo a la exposición y la capacidad de transmisión. La edad es un factor de agravamiento de la enfermedad y mortalidad, «claramente», ha reseñado Falo.
El jefe del Servicio de Promoción de la Salud y Prevención de la Enfermedad, Luis Gascón, ha dejado claro que «vamos a tener suficientes vacunas para vacunar este primer mes a la población diana», aunque «todavía» hay escasez, si bien «se puede producir en grandes cantidades». Las dosis están bien dimensionadas, ha añadido.
Los mayores de edad que no vivan en residencias serán citados en sus centros de salud, aunque «es posible que en ocasiones necesitemos espacios alternativos» para vacunar a «colectivos amplios» de forma continuada a partir de febrero, lo que «está por decidir», ha referido.
También ha manifestado que, probablemente, a partir de enero se incorpore a la campaña la vacuna de la farmacéutica Moderna y después lleguen las de Oxford y Jannsen, y ha recalcado que el Gobierno de Aragón siempre contará con todo lo que haya sido acreditado, previamente, y tenga «seguridad suficiente.
REPARTO EQUITATIVO
Las vacunas se distribuirán de forma equitativa entre las tres provincias aragonesas y llegarán cada jueves a los centros de salud para que los profesionales organicen toda la logística y se pueda vacunar desde el lunes siguiente, «intentando no desperdiciar vacunas».
«El objetivo es reducir la mortalidad y la morbilidad», ha asegurado Falo, quien ha hecho notar que la población diana prioritaria son «los colectivos más vulnerables», que tienen un mayor impacto en ingresos hospitalarios y, por tanto, en la mortalidad. «Si la vacuna es efectiva, podremos contener y reducir esas variables», aunque «al mismo tiempo puede seguir dándose la transmisión comunitaria», ha puntualizado.
El director general de Salud Pública ha subrayado que el inicio de la vacunación este domingo es «simbólico», porque así se hará en el resto de España y toda la UE, lo que «identifica el esfuerzo solidario y común por trabajar juntos para controlar la pandemia».
El gerente del Salud, José María Arnal, ha afirmado que «seguro que vamos a salir bien», añadiendo que Salud Pública pedirá a los trabajadores de Sanidad «un esfuerzo más, un esfuerzo añadido», aunque ha recordado que Aragón tiene «experiencia previa», en alusión a las sucesivas campañas anuales de vacunación contra la gripe.
Luis Gascón ha puesto de relieve que este será «un proceso largo, una carrera larga que iniciamos ahora» y que incluirá «diferentes hitos», añadiendo que «hay estrategias que irán modificándose». Ha dicho que «era de rigor» empezar por las residencias y que la población diana se irá ampliando a otros sectores de población.
Falo ha apuntado que, a fecha de hoy, en la Comunidad hay 45 o 46 residencias afectadas por brotes, donde la vacunación se pospondrá para priorizar las que no tienen casos declarados, a lo que Gascón ha puntualizado que «no significa que no podamos vacunar en ellas».
El manejo de la vacuna contra la COVID-19 «es algo especial», ya que requiere extraer la dosis de cada vial y diluirla, ha considerado el jefe del Servicio de Promoción de la Salud.
SITUACIÓN EXPECTANTE
Por otra parte, Falo ha comentado que el mes de noviembre ha sido «muy bueno», ya que se ha notado «de manera muy clara» el descenso de contagios, hasta situarse por debajo de los 100 casos por cada 100.000 habitantes acumulados en una semana durante los primeros días de diciembre, y a partir del día 9 ha habido un ascenso moderado, del cinco por ciento, hasta los 100-120 casos por cada 100.000 personas, situándose ahora la positividad entre el ocho y el diez por ciento.
Ahora «nos hemos estabilizado en el descenso, hemos hecho un pequeño incremento y estamos en una situación expectante» ante la influencia de aspectos como la movilidad y las dinámicas sociales de relación, «de enorme complejidad», especialmente en Navidad.
El director general ha hecho un llamamiento a «la prudencia» y ha dejado claro que «ningún proceso de vacunación va a ser como este, ni por la dimensión ni por el impacto social que va a tener», lo que exige actuar con «equilibrio», más cuando «aún nos quedan semanas complicadas». Ha expresado su «optimismo» al ver «la luz al final del túnel», insistiendo en que «nos quedan semanas complicadas».
Luis Gascón ha declarado que la vacuna es «prometedora» y constituye «una herramienta poderosísima para empezar a trabajar en la disminución de este problema que nos ha acompañado a todos a lo largo de estos meses».