España Suma ilusiona entre algunos prebostes mediáticos del centro-derecha. Pablo Casado y Cayetana Álvarez de Toledo apuestan abiertamente por este proyecto, pero en Ciudadanos parecen no estar dispuestos a la alianza.
El ideólogo del proyecto es Javier Esparza, líder de Unión del Pueblo Navarro. El político regionalista logró unir a nivel estatal y foral a UPN con el Partido Popular y Ciudadanos, que se fundieron dentro del exitoso Navarra Suma.
Navarra Suma fue la única marca del centro-derecha que salvó los muebles el 28-A y también logró unos más que aseados resultados en las elecciones forales. Pero Esparza no cree que este proyecto se pueda expandir.
DIFICULTADES PARA PONER EN MARCHA ESPAÑA SUMA
Esparza se explica: «La fórmula de España Suma es bastante compleja y lo veo complicado. Yo se lo que supone y ha aquí ha salido muy bien porque Unión del Pueblo Navarro somo agrupación fuerte y el Partido Popular y Ciudadanos no tienen tanto peso en Navarra».
El portavoz de Navarra Suma afirma que «desde un liderazgo fuerte e indiscutible se puede plantear, pero debe haber generosidad, tanto por parte de quién lidera como por parte de quiénes se agrupan al proyecto. A nivel nacional tiene sentido pero es bastante complejo».
La pelea de gallos a nivel estatal que protagonizan PP y Ciudadanos podrían dificultar la alianza incluso para el Senado, Cámara en la que ambos partidos parecen tener claro que podrían activar el artículo 155 de tener mayoría.
DIFERENCIAS IRRECONCILIABLES PARA COSER ESPAÑA SUMA
El Partido Popular quiere asegurarse la hegemonía en el centro-derecha y eliminar la fragmentación de su espectro ideológico con la intención de que Pablo Casado desaloje a Pedro Sánchez de La Moncloa.
El problema es que Albert Rivera cuenta con su propio proyecto y vio que hace apenas cinco meses estuvo a punto de sorpassar al PP. Cierto es que Cs sufrió un revés en las municipales, autonómicas y europeas; pagó a nivel interno una crisis liderada por Luis Garicano; y los sondeos son desalentadores tras no facilitar un Gobierno del PSOE en contra del criterio de una pequeña parte de la cúpula.
Vox tendría difícil encaje en un pacto entre PP y Ciudadanos porque Albert Rivera sigue sosteniendo que no pacta con la formación de Santiago Abascal, que tampoco parece querer firmar con el PP ya que los sondeos aseguran que su partido tiene una gran fidelidad de voto pese a que desde Génova 13 llamarán al ‘voto útil’.
DEL 28-A AL 10-N SIN ESPAÑA SUMA
El Partido Popular, Ciudadanos y Vox llegan con energías renovadas al 10-N tras la hecatombe del 28-A. El triunfo el 26-M en Madrid y la voladura interna del espacio de la izquierda proporciona esperanzas a Casado, Rivera y Abascal.
Los tres líderes de Colón parece que no cerrarán un pacto para formalizar España Suma, pero la ‘bola extra’ proporcionada por el centro-izquierda les ayuda a resetearse tras haber dejado atrás sus continuas menciones al procés tras el revés electoral de abril.
LA CLAVE PUEDE ESTAR EN ERREJÓN
Se presume que Íñigo Errejón lastrará las previsiones del PSOE y Unidas Podemos. Pero ayer aseguró que solo se presentará en las provincias en las que «ayuden a facilitar un Gobierno progresista».
Íñigo Errejón podría plantar batalla en Madrid (Más Madrid y Equo), Aragón (junto a Chunta Aragonesista), Comunidad Valenciana (junto a Compromís), Galicia (con En Marea) y Baleares (con MÈS). Existen dudas sobre los aliados en Cataluña, Euskadi y Andalucía, donde existen algunos descontentos en Podemos con Iglesias.
PROBLEMAS PARA EL PP ANTES DEL 10-N
Javier Maroto, proclive a España Suma, parecía tener la intención de ‘esconderse’ antes de las generales en la política castellano-leonesa: dejarse ver en Segovia hasta poder coger la portavocía del Senado. Pero será protagonista de la campaña a su pesar.
Por un lado, colectivos antixenófobos denuncian que utilice a la España vaciada de forma presuntamente fraudulenta cuando él denunciaba que los inmigrantes se empadronaban en Vitoria para hacer caja.
Y los colectivos SOS Racismo de Álava y Ongi Etorri también le darán otro ‘regalo’: le denunciarán ante la Fiscalía vasca la enajenación a coste cero de una parcela del Ayuntamiento de Vitoria para la construcción de un aparcamiento subterráneo de más de medio millar de plazas privadas.
La parcela, valorada en casi 4 millones de euros, quedó en manos de Roberto Larrañaga, expresidente de la patronal vasca. Javier Maroto no ha explicado cómo afrontará este asunto judicial que podría complicar su contribución a la campaña del 10-N.