La exvicepresidenta segunda del Congreso de los Diputados Ana Pastor está eufórica. Sabe que la quieren recuperar y poner en la primera línea de la política y se ha puesto manos a la obra. Pastor se ha vestido de artista y ha iniciado una gira por la Comunidad de Madrid, el lugar preferente donde aterrizar, para volver a adquirir el protagonismo que ha perdido de forma tan exagerada durante estos meses. Este martes a la Asamblea le ha tocado la lotería, a ojos de Ana Pastor, claro, pues ella misma ha dignado con su «presencia» a los diputados autonómicos para iniciar una gira que augura el nuevo salto político de la diputada.
«Estimado/a afiliado/a: Mañana martes 22 de diciembre a las 20:00 horas, en nuestra Asamblea contaremos con la presencia de la Diputada nacional, Vicepresidenta Segunda del Congreso de los Diputados y Vicesecretaria de Política Social del Partido Popular, Ana Pastor. Esperamos contar con tu presencia en este evento virtual en el que queremos felicitarte la Navidad y transmitirte nuestros mejores deseos para el próximo año, que esperamos llegue lleno de alegrías y buenas noticias. Quedamos a tu disposición para resolver cualquier duda sobre la conexión que pudieras tener». Con esta carta, Pastor ha iniciado sus fiestas de Navidad en un acto que no es inocente, tal y como aseguran fuentes de la Comunidad de Madrid a MONCLOA.com.
Este gesto se suma a los guiños que el PP está teniendo con Ana Pastor en la Comunidad de Madrid. La idea que tienen en Génova no es otra que la de reciclar a la vicesecretaria de política social del Partido Popular en el gabinete de Ayuso, aunque la gran incógnita es dónde. El plan inicial que circulaba en la formación conservadora era sustituir al consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, por la propia diputada, pero su gestión de la pandemia ha complicado los planes iniciales del PP y ahora solo hacen que Pastor orbite alrededor de la Comunidad de Madrid sin tener claro dónde podrá aterrizar.
Desde la Comunidad de Madrid no quieren que Pastor caiga como una bomba en su gabinete por varios motivos, pero el principal es el miedo a que eclipse de alguna manera a los protagonistas políticos actuales, algo que salpica también a los dirigentes de Ciudadanos, como al vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado. Es por eso que los más escépticos en Génova hablan ya de que la hipotética entrada de Pastor en la administración autonómica tendrá que esperar a las próximas elecciones. De ahí que ya haya empezado una prematura «precampaña electoral» para ir conociendo y codeándose con los que ahora cortan el bacalao en la autonomía de la capital.
La presencia de Pastor, vicepresidenta del Congreso de los Diputados, sigue concentrada en la capital. Cada acto que celebra la diputada siempre se enfoca en el mismo lugar. Y que ahora vaya a la Asamblea no ha sorprendido a nadie, pues ella misma sabe que su futuro político para por la administración que ahora gobierna Ayuso junto a Aguado. Pero no hay que olvidar que la idea no es nueva, solo que se ha visto truncada por la inesperada (por algunos) buena gestión de la presidenta de la Comunidad.
Cuando todos cuestionaban la gestión de la presidenta saltaron las alarmas. Ayuso se convertía en un bufón para algunos de los medios de comunicación y casi todos en Génova y otros partidos daban por hecho que la gestión de la pandemia estaba absolutamente descontrolada en la capital. En este instante, el mismo en el que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, utilizaba los focos para señalar también a la autonomía de la capital como la culpable de que los datos de contagios en España se hubieran descontrolado, el PP planteó llevar a una «salvadora» a la Comunidad que pusiera orden y cortara de raíz las críticas a Ayuso.
Todo parecía apuntar a que Pastor aterrizaría en verano en la Comunidad de Madrid hasta que, de repente, los datos comenzaron a cambiar sin que nadie se lo esperara. Madrid ya no era la autonomía más golpeada por la pandemia, sino que la estrategia en la que se había empeñado Ayuso funcionaba mejor de lo que nadie se esperaba, por lo que la candidata popular pasó de ser la apestada política de la pandemia a la heroína de los conservadores por haber controlado al virus sin cerrar la hostelería ni los negocios de los trabajadores.
Estos datos fueron buenos para todos, excepto para Pastor, que veía como su llegada a la administración autonómica tendría que esperar un tiempo. Aún así, Génova tiene claro que no pueden desperdiciar a alguien del perfil de Ana, que no levanta tanta controversia como otros dirigentes populares. 2023 es la gran fecha, hasta entonces, habrá que dar algunos paseos y algunas presentaciones para que la vayan conociendo los principales actores de la Comunidad de Madrid. ya está en ello.
El DECLIVE
Ana Pastor se desinfló con la salida de Mariano Rajoy a pesar de que mantiene buena relación con el presidente del PP, Pablo Casado. El equipo del líder popular tiene claro que si quiere reforzar el proyecto de Casado y convertirlo en el caballo ganador, primero tiene que rodear al que fue diputado por Ávila de un equipo solvente y que no genere controversia. Pastor es un elemento conciliador. Casi tanto como quien amenaza con acabar con el reinado de Casado antes de tiempo, el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijoo. Con Almeida ya se hizo. Ahora le toca a la vicepresidenta segunda del Congreso de los Diputados.
¿Volverán las conjuras para meterla en Madrid? Desde luego, de hacerse, se vería como una injerencia más que como un gesto político amable con la presidenta. Antes se buscaba que Pastor fuera la salvadora de un gobierno autonómico presuntamente a la deriva. Pero ahora ese relato ya no se puede vender. Por lo que habrá que esperar a otro más creíble que no despierte una guerra interna entre las diferentes facciones del Partido Popular.