El Senado ha publicado lo que costaron los viajes que realizaron los senadores en el último trimestre de 2018: 1.030.594 euros. La información llega con retraso debido al parón por el proceso electoral. La cifra, una media de casi 4.000 euros por senador, supone un récord en este periodo (octubre-diciembre).
Los datos estaban pendientes de publicación desde marzo, cuando las Cortes se disolvieron por las elecciones generales de abril, y se han dado a conocer precisamente cuando el Senado está a punto de echar de nuevo el cierre por la repetición de los comicios el 10N.
La Cámara Alta paga de su presupuesto los viajes que realizan sus señorías en coche particular o en transporte público entre su provincia y Madrid para el trabajo parlamentario, pero también los que hacen por actividades políticas a cualquier punto del país y los viajes oficiales. Los senadores no necesitan autorización previa para comprar los billetes, pero los grupos parlamentarios deben avalar los desplazamientos, según las normas de la Cámara.
El gasto total de un trimestre se publica al trimestre siguiente con más o menos puntualidad. A mitad de septiembre, debería conocerse también el gasto de enero a junio pero el parón por las elecciones ha ido retrasando los datos, según explican fuentes de la institución.
Según la información consultada por Europa Press, los viajes al Senado para trabajar en este periodo costaron 803.876 euros, la cifra más alta desde que se publican estos datos en 2014. La actividad parlamentaria se multiplicó en ese trimestre entre comisiones y plenos, el último de los cuales se celebró el 27 de diciembre para debatir los objetivos de estabilidad presupuestaria.
Los otros dos tipos de viajes que paga el Senado supusieron un gasto similar al registrado otras veces: los desplazamientos para actividades políticas costaron 67.761 euros y los viajes oficiales, 2.219 euros.
La suma asciende a 873.857 euros, pero la facturación total que pagó el Senado fue de 1,03 millones de euros, cantidad que incluye los gastos de gestión, las cancelaciones y cambios de billetes y los billetes emitidos pendientes de utilización. Dividido por los 266 parlamentarios con escaño entonces, cada uno gastó de media ese trimestre 3.874 euros.
Hasta el año pasado las cifras habían sido siempre más bajas. Se acerca a ese trimestre el gasto de abril a junio de 2018, cuando el coste de todos los viajes realizados fue de 840.475 euros y la facturación total subió a 968.104 euros. Se aproxima también a estas cifras el último trimestre de 2017: el Senado pagó 903.824 euros en total y los viajes efectuados costaron 806.287 euros.
El resto de los trimestres se sitúan bastante por debajo. El que menos viajes provocó fue el de la repetición de las elecciones en 2016: de abril a junio de ese año el gasto total no llegó a 300.000 euros. Es precisamente el periodo que comienza ahora por los nuevos comicios de noviembre.
PUBLICADOS DESDE 2014
El Senado decidió informar del coste total de estos viajes en noviembre de 2014, tras la polémica por los desplazamientos pagados entre 2009 y 2010 al ‘popular’ José Antonio Monago a destinos fuera de su comunidad, Extremadura. El PP explicó que todos fueron viajes de trabajo y el Tribunal Supremo archivó una denuncia al no ver delito, aunque recomendó regular mejor la cuestión para evitar confusiones.
El Senado decidió entonces dar publicidad a este gasto de los senadores, aunque sólo informa del total, no precisa cuántos viajes realiza cada senador, a qué destino ni con qué coste, y deja en manos de cada grupo parlamentario la supervisión.
«Sin duda son los senadores quienes deben utilizar de manera responsable los medios que la Cámara pone a su disposición», dice el acuerdo parlamentario por el que se dan a conocer estos datos, en el que se admite que los mecanismos de supervisión evitan «desviaciones o abusos indeseables».