El marido de la infanta Cristina, Iñaki Urdangarin ha salido el día 19 de septiembre a la calle tal y como estaba previsto. El preso en segundo grado ha ido al Hogar de Don Orione de Pozuelo de Alarcón para realizar las funciones de voluntario que le corresponden y así evitar la poca sociabilización a la que estaba sometido en la cárcel de mujeres de Brieva que él mismo escogió en el que es el único preso masculino de todo el recinto.
Antes de las nueve de la mañana, Iñaki Urdangarin salía de la cárcel de Brieva en un coche particular acompañado por dos escoltas. Cuando un preso tiene que hacer una visita al médico o a los juzgados, se le traslada en un furgón policial, esposado y con la policía al lado; sin embargo, se desconoce quién se hace cargo de la escolta que llevará cada vez que salga de la cárcel.
Se sabe que el coste por escolta está establecido para los miembros de la casa Real como sí lo son su mujer, la Infanta Cristina y sus hijos.
ENTRADA DE IÑAKI URDANGARIN AL CENTRO
El trayecto desde la cárcel de Brieva hasta el centro es de 103 kilómetros, lo que es más o menos una hora en coche. El vehículo que lo transportaba era un Škoda gris con los cristales transparentes. El preso iba en la parte trasera del coche junto a dos escoltas masculinos. Iñaki Urdangarin vestía con la misma camisa con la que entró en prisión meses atrás y una mochila gris.
Al llegar a la puerta del Hogar de Don Orione, se pudo ver a un Iñaki Urdangarin más delgado y con el pelo más cano que cuando entró en prisión. Su actitud para con la prensa durante los días en los que transcurrió el juicio en el que lo consideraron culpable de malversación, prevaricación, fraude a la administración, dos delitos fiscales y tráfico de influencias por el caso Nóos era la de un hombre cabizbajo y que tan solo miraba hacia abajo.
Sin embargo, un año y tres meses después, en esta primera salida, el marido de la Infanta Cristina ha saludado a toda la prensa que aguardaba su llegada a las puertas del centro e incluso les ha dedicado una sonrisa.
El preso está «disfrutando de este permiso especial» de salir dos días a la semana como voluntario porque el Juez dictaminó que sufría «riesgo de volverse asocial» al encontrarse solo en la cárcel.
TAREAS COMO VOLUNTARIO DEL CENTRO
El director del centro Hogar de Don Orione, de Pozuelo de Alarcón, Francisco Sánchez, ha estado casi todo el día en contacto con la prensa informando de la evolución y de las tareas que ha ido realizando Iñaki Urdangarin. La llegada del “preso más mediático” ha creado un gran revuelo en las instalaciones entre los profesionales y los usuarios.
Sánchez ha contado también que Iñaki Urdangarin tendrá que realizar el proceso que hacen todos los voluntarios al llegar a las instalaciones de alrededor de una hora de duración. Textualmente, ha reconocido que: «Estoy un poco nervioso hoy, imaginaos el resto de personal».
El recorrido obligatorio de los voluntarios incluye conocer las instalaciones, los horarios, tanto de él como de los usuarios, y las «restricciones y beneficios» de encontrarse en dicho centro. El exbalonmanista se tendrá que habituar al deporte adaptado en las que realizará sus primeros pinitos con los usuarios.
En el centro hay cinco voluntarios más, en su mayoría mujeres, e Iñaki Urdangarin tendrá que hacer lo mismo que el resto de ellos.
CONDICIONES DEL REO
La entidad sin ánimo de lucro El Hogar Don Orione está gestionada por una congregación religiosa de Italia llamada “Pequeña Obra de la Divina Providencia”. Fue a otra entidad sin ánimo de lucro a la que Iñaki Urdangarin destinó el dinero por el que fue condenado y que él mismo dirigía.
El centro se trata de uno residencial y de día para adultos con discapacidad, tanto intelectual como física, que son mayormente dependientes.
En el centro, Iñaki Urdangarin podrá recibir visitas y salir fuera del recinto a comer, aunque no es lo habitual en los voluntarios. El preso tiene total libertad de movimientos para poder entrar y salir de las instalaciones, aunque el señor Sánchez ha informado que si los voluntarios se ausentan es para hacer sus funciones y acompañar a algún usuario que lo necesite.
El director ha añadido que Iñaki Urdangarin acude como “voluntario” y que puede recibir las visitas que quiera, pero que debe pedirlo explícitamente y que no ha solicitado visita alguna, ni de la Infanta Cristina, ni de sus hijos que continúan haciendo cada uno su vida normal en sus lugares de residencia fuera de España.
El centro se encarga de las comidas y de lo que Iñaki Urdangarin necesite mientras dure el voluntariado, al igual que hace con el resto de los voluntarios.
FUNCIONES HABITUALES DEL CENTRO
Una vez que tenga las nociones básicas de cómo ayudar a los usuarios, Sánchez ha explicado que Iñaki Urdangarin se encargará de ayudar a los encargados de las unidades de movilidad, psicomotricidad y fisioterapia.
Este aspecto de la rehabilitación de los usuarios es de las más importantes que el centro realiza y en las que siempre hay presente un técnico especializado, que es al que los voluntarios ayudarán. En el centro se juega y se hace deporte adaptado con las personas con discapacidad con las que Iñaki Urdangarin también participará.
Siguiendo la dieta saludable que el preso consume, ha llevado como refrigerio unas manzanas y plátanos. El director ha comentado que Iñaki Urdangarin ha dicho que le gustaba el “kit” que se les entregan a todos los voluntarios en el que hay una identificación y una camiseta con una ilustración de Forges. El lema es un gran corazón.
Iñaki Urdangarin ha rellenado todo el tema burocrático antes de comenzar sus tareas. Estos papeles son los que el centro tiene que derivar al centro penitenciario que a su vez los mandará al juzgado de vigilancia para su correcto control.
El yerno del Rey emérito les ha agradecido que lo hayan acogido como usuario y Sánchez destaca que es una persona muy colaboradora.
Los residentes del centro han tratado con familiaridad a Iñaki Urdangarin. Uno de ellos le ha dado un abrazo en cuanto lo ha visto y otro ha afirmado que quería que “el guapete alto” fuese quien se encargase de él.
Iñaki Urdangarin tenía que estar de regreso en Brieva al atardecer, con lo que su tiempo de voluntariado ha durado menos de cinco horas. Ya no será hasta el martes que viene que el cuñado del Rey vuelva a pisar la calle.